Sweet Autumn

Capítulo 22

Dustin había llegado a la clínica hace ya dos horas, les pidieron a los acompañantes que aguarden afuera con tranquilidad, todo iba estar bien.

Franco llamó a Francesca.

—¿Paso algo?—preguntó al escuchar el sorbido de la nariz de Franco.

—El abuelo murió.

Ambos callaron, a pesar de que a Francesca no le llegaba tanto, sintió dolor por Franco, por Robbin y por el pequeño Dustin. Se refregó los ojos, era demasiado para una sola noche.

—Estás destrozado, ¿no?—adivinó ella.

—Sí—su voz se quebró.

—Era un hombre viejo, Fran, algún día iba a pasar.

—Pero no quería que fuese hoy, en un mismo día le dispararon a mi hermano menor, y mi abuelo murió... Sinceramente no sé cómo haré para levantarme mañana, si es que soy capaz de dormir—su voz estaba demasiado quebrada, a Francesca se le partió el corazón.

—Dile a mi hermano lo que sucedió, sé que tu sabrás como decirle, yo ya ni sé cómo se respira—rió levemente

—Lo haré—cortó sonriente.

Era admirable que Franco riera después de una situación como la de hoy. Francesca se sintió orgullosa ya que no podría hacer lo mismo.
Franco era el más unido a Eusebio y por suerte estaba bien dentro lo normal. Ya que para que se muera la persona que más amas en el mundo y que te rías después... Es admirable.

El doctor salió de la habitación.

—Dustin está bien, perdió varia sangre pero no es un gran problema, ya está recuperándose. Creemos que el desmayo fue debido al susto de la situación, aún así está bien y pueden entrar si es que lo desean, ahora duerme. Su hijo es fuerte, señores.

Los dos se pusieron notablemente nerviosos.

—No es.. Nuestro h-hijo—tartamudeó Francesca.

—Oh disculpenme—el señor se fue junto con una enfermera.

—Morgan, ve a verlo, tengo que hablar con Robbin.

La joven se levantó y entró a la sala.

—Robbin, ocurrió algo más—anunció Francesca.

Robbin la observó, estaba destruido y ella lo sabía.

—¿Algo le paso a Franco?—preguntó cortante.

Ella negó.

—¿El abuelo...?

Francesca lo miró a los ojos gritándole con ellos que su abuelo había muerto.

Sus lágrimas reaparecieron en sus ojos verdes, se los refregó mientras fruncía el rostro.

Ella se acercó y le besó la mejilla, él se aferró a ella.

—¿Sólo seremos Franco y yo?

Francesca derramó las lágrimas que había estado reteniendo hace ya varias horas.

—Claro que no, Robbin. Dustin estará bien.

—¡Sólo imaginalo! Franco y yo... Ambos deberemos trabajar en el TGW, tendremos que usar velas porque no podremos pagar la luz, comeremos los restos del bar, viviremos tristes...

—Por favor, no digas eso—el levantó la mirada, a ella se le rompió el corazón—Robbin, todo estará bien, yo estaré junto a ti, no dejaré que te suceda nada más. Te lo ruego, deja de llorar cielo—rogaba ella.