Capitulo 19

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Corine y Franco eran amigos desde la secundaria, ella lo amaba en secreto y hacía de todo para estar cerca de él.

Sin embargo, él solo la veía como una tonta más que quería acostarse con él, Franco estaba harto de ella.

Ella pensaba en él, durante el día y por la noche lo soñaba, rezaba que algún él la amará como ella lo amaba.

A la hora de pedir deseos, ella sólo pensaba en él, había dudado sobre su aspecto, sobre su personalidad y hasta había planteado dejar el mundo.

Había entrado en depresión miles de veces por él.

Había deseado no existir cientas de veces por él.

Había llorado y sufrido  incontables veces por él.

Se había odiado millones de veces por él.

Los seis años que ellos habían permanecido siendo "amigos" ella había sufrido como nunca en su vida lo haría.

A pesar de eso, con él paso los momentos más lindos de su vida, él la hizo reír, la hizo sentirse especial.

Estuvo él allí cuando ella lo necesitaba la mayoría de las veces, él la había contenido muchas veces.

Fueron creciendo y ella aún sufría, él ya no soportaba escucharla hablar a cada segundo sobre ellos, estaba harto de oirla "coquetear".

No soportó más y a los dieciocho se mudó a Sweet Autumn a escondidas de sus padres, de sus hermanos y hasta de ella.

Escapó.

Vivió tres años en Sweet Autumn junto a su abuelo, no más voces chillonas, ni intentos de coqueteo. No más Corine.

Corine esperó verlo volver, luego lo busco por meses y cuando lo encontró pensó en el como nunca había pensado.

No se atrevía a llamarlo...

Hasta que un día afrontó su miedo y lo llamó.

Y hasta aquí llegamos.

En este momento, Franco permanecía encerrado en un baño mirándose al espejo.

—Soy un monstruo—susurraba.

Él la había hecho sufrir, llorar, y ahora la había destruido.

Él la había derrotado cuando ni siquiera habían comenzado batalla.

Corine estaba harta.

Años desperdiciados, sonrisas falsas, momentos vergonzosos.
Todo el dolor que se fue formando dentro de su alma hoy se convertía en una de las rabias mas poderosas de todo el vecindario.

Ésta chica que había sido derrotada no pensaba quedarse de brazos cruzados, ese idiota iba a pagar por todo.

Por su depresión, por sus llantos, por sus cortes, por su insomnio, por sus gritos, por sus ahogos, por sus intentos de suicidio, por su tiempo perdido y obviamente, por arruinar su adolescencia.

Corine se secó las lágrimas, buscó ropa para la fiesta y empezó a crear su venganza.

Él había arruinado su adolescencia, ella iba a arruinar su vida.

¿Qué va a hacer?
Se estarán preguntando...

Ella iba a dar justo en el blanco.

Tantos años de obsesión ahora le daban ventaja...

—Para Franco Hood, ¿qué es lo más importante?—hablaba ella mientras limpiaba su propia sangre de una fina navaja, ahora ésta navaja afilada cortaría la felicidad de Franco.

Sweet AutumnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora