Capítulo 18

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La fiesta de Halloween se acercaba cada vez más, Franco y Eusebio habían mantenido el TGW cerrado las dos semanas antes de Halloween debido a que debían preparar absolutamente todo.
Ya casi todo estaba preparado.

—¿Comida?—preguntó Eusebio.

—Listo—tildó Franco.

—¿Decorativos?

—Listo.

—Música.

—Casi listo.

—¿Cómo que casi listo?

—Robbin está haciendo una lista de las mejores canciones del momento para reproducirlas en la fiesta—aclaró.

—Ok ok. ¿Y Morgan?

—Oh, ella llegará pronto.

—Excelente.

—Faltan inflar los globos de calabazas y cortar verdaderas calabazas para las entradas—recordó Franco.

—Yo cortaré las calabazas y tú inflarás los globos.—concluyó Eusebio.

—¡Quiero ponerle las luces a las calabazas!

Eusebio rió.

—Lo harás, muchacho, lo harás.

—¡Sí!—festejó.

Ambos hombres se sentaron en una mesa a hacer las cosas restantes, cuando de repente llegó Morgan acompañada de Pierre y Francesca.

—¡Morgan!—se emocionó el anciano.

Ella sonrió.

—Los empleados aún no están, llegarán pronto, si quieres puedes inflar globos y así me ayudas.—sugirió Franco.

Ella asintió, sentándose en la mesa e inflando más globos.
Francesca los colgaba por los techos con ayuda de Pierre.

—Hey, Fran—la llamó Pierre.

—¿Qué?—preguntó concentrada.

—¿Irás con alguien a la fiesta?—soltó él.

—Claro que iré contigo—sonrió ella.

—Genial... Creí que irías con Robbin.

—Robbin de seguro ya tiene pareja, y sé quien podría ir perfectamente con él. Si es que no tiene pareja—pensó la pelirroja.

—Como digas...

Unos adolescente de unos diecisiete o dieciocho años entraron al bar entre risas.

—¡Bienvenidos!—saludó Franco—Pasen allá al fondo, que la maquilladora los está esperando—señaló el rubio.

Los tres muchachos y una mujer, fueron hasta Morgan y a su lado estaba Francesca.

—Ella es Morgan, ella los maquillará, si tienen alguna pregunta me la dicen a mi porque ella no es de hablar mucho.

Al cabo de unos minutos, todos los empleados estaban maquillados terroríficamente para la fiesta.

Robbin entró al TGW cantando canciones y haciendo bailes raros.

Sin preguntar, prendió un celular y lo conectó a un gran parlante, después de varios minutos de pensar puso una canción.

—I need ya, I need ya, I need you right now, so I need you right now—cantaba Robbin alrededor de Morgan y ella reía divertida.

—¡Hey Robbin!—exclamó Francesca al verlo.

Sweet AutumnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora