Capítulo 21

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Pierre se sentó junto a Dustin en la barra.

—¿Qué miras Dustin?—preguntó él, para sacar algún tema.

—A una chica que parece misteriosa, creo que trama algo...

—¿Y Morgan?

—Ella...

—¿Sucedió algo?

—Ella sucede, intenté acercarme de cualquier manera pero ella sólo se aleja, cuando quiero ver estoy en la misma distancia que cuando la conocí. Nunca me habla...

—Ella es así, Francesca me contó que pasó algo en la familia y quedó en shock.

—¿Espera qué?

—Vivían todos juntos, su madre, su padre y las dos chicas. Francesca terminó el secundario y Morgan lo comenzaba. Sus padres no solían discutir... Pero todo comenzó con el secundario de Morgan.
Francesca trabajaba en un pequeño comercio, ganaba muy bien y casi todo lo mantenía ella. Francesca dejó el trabajo para estudiar y allí comenzaron los problemas, el dinero que producía Fran escaseaba y los padres discutían por falta de él. No podían pagar el colegio de Morgan. Los padres discutían cada vez más y Francesca decidió vivir aquí conmigo, Morgan quedó atrapada allí. Un día de invierno, los padres y Morgan salieron en el auto, discutieron, chocaron,  murieron y Morgan quedó gravemente lastimada. Estuvo en coma por algunas días. Al despertar le comunicaron que sus padres habían muerto. No lloró, no rió, no sonrió, ni siquiera expresó algo con el rostro. Sólo parpadeó. Se fue a vivir a la casa de su tía y tiempo después se decidió que viviera con Francesca y conmigo aquí.—contó Pierre.

Dustin se sintió culpable, la había obligado a hablar cuando ella aún no estaba lista.

—Dejáme decirte que desde que llego aquí a sonreído y reído, a pesar de que no habla al menos hace gestos y parece estar de muy buen humor. Y no es gracias a mí, querido.

—Wow...

Pierre se fue, sabiendo que Dustin necesitaba un tiempo para analizar la historia detrás de aquella niña talentosa y callada.

Dustin se refregó los ojos. ¿Cómo había sido tan idiota?

Suspiró, ahora ya era tarde. Debía hacer cosas más importantes.

La chica misteriosa había desaparecido.

—Una coca cola—escuchó a espaldas de él.

Al voltearse la vio, no parecía ser Corine, pero si era misteriosa.

El abuelo estaba atendiendo en la barra.

—Dustin, bajale a la música, me dejarán sordo—se quejó Eusebio.

Dustin se alejó de la barra mirando como esa chica y Eusebio hablaban.

No despegó un ojo de ella.

—¡Oh por dios!—gritó al ver un arma escondida entre su falda y su top.

Su mano iba lentamente hacía el arma, Dustin corrió entre la gente, recibiendo quejas.

"Chupenla" pensó.

Ellos continuaban hablando seriamente hasta que ella se levantó.

Lo apuntó.

Y disparó.

Dustin se puso enfrente a Eusebio.

La bala se incrustó en su clavícula.

—¿¡Qué le has hecho!?

La mujer corrió, camuflándose entre la gente y escapando por la puerta trasera.

Sweet AutumnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora