Instinto

En el lugar correcto

Capítulo 28

—Cierra la puerta... —ordenó el Alpha en un tono bajo. Jared obedeció manteniendo la mirada baja, sin querer enfrentarse al enfado del capataz. –¿Qué pasa contigo Jared? Te vas..., desapareces sin decir nada, vuelves y no das ninguna explicación y ¿ahora se te ocurre esto? ¿En qué estabas pensando?? ¡¡Mírame cuando te hablo, joder!! —terminó gritando. El omega levantó la cabeza y a pesar de que pudiera parecer avergonzado y algo arrepentido, Christian se dio cuenta de que en el fondo de sus ojos brillaban con la seguridad de haber hecho lo correcto.

—Lo siento Chris. No vi otra salida..., necesitaba contactar con él.

—¿Otra salida? ¡Solo un Alpha puede crear un vínculo Jared! ¡¡Deberías haber aprendido eso en esa escuela de Omegas a la que fuiste!! —. Los ojos del castaño se llenaron de rabia.

—¡Tú no tienes ni puta idea de lo que nos enseñan en esas malditas escuelas! —grita enfadado empujando al Alpha.

—Está claro que no lo suficiente —gruñe Christian recuperando su posición. Jared inspira con fuerza, su pecho sube y baja agitado alimentando la tensión acumulada. Su puño se cierra y antes de que le dé tiempo siquiera a pensarlo, este se estampa contra la nariz del Alpha que retrocede maldiciendo en hebreo. Jared se arrepiente en el mismo momento en el que lo está haciendo, pero ya es tarde.

—No voy a explicarme más —sentencia— Intentaré lo que sea con tal de traerle de vuelta, ¡lo que sea! En ese momento me pareció una buena idea, no ha funcionado, pero lo intenté. No pienso quedarme de brazos cruzados mientras él se consume en esa cama. ¡No pienso hacerlo!

Christian le miraba con fiereza mientras recogía la sangre que manaba de su nariz. —Podrían matarte por eso. Maldito estúpido. Deberían hacerlo. ¡Se lo dije! Sabía que no le traerías nada bueno. No debí dejarle acercarse a ti —gruñó estampando al Omega contra la pared y manteniéndolo aprisionado con su cuerpo. Jared bufó con suficiencia sin intentar defenderse.

—No hubieras podido hacer nada...

—¡Debí hacerlo! ¡Míralo! —gritó girando la cabeza hacia la cama. —¡Es mi amigo! Debí cuidarlo..., eso es lo que hacen los amigos, se cuidan... —la voz del Alpha se iba rompiendo poco a poco.

—Es mi pareja..., mi compañero de vida..., no puedes hacer nada contra eso.

—¡No! —gimió el Alpha

—Chris...

—Yo debo cuidarlo —insistió el capataz— debo cuidarlo... y debo cuidar todo lo suyo. Él es mi amigo, mi Alpha y yo..., he fallado en todo. No pude cuidar de él y no he podido cuidar de ti. Cómo voy a explicarle eso, ¿eh? ¿Dime? —exige con los ojos llenos de lágrimas. —No querrá volver a verme si a ti te pasa algo. ¿Por qué no puedes dejar de hacer estupideces sin pensar? ¡¡¿Por qué?!! —grita frente a su cara. Jared lo mira con tristeza, y está a punto de disculparse de nuevo cuando las alarmas de los monitores empiezan a sonar haciendo que ambos se giren preocupados.

—¡Jen! —exclaman a la vez, soltándose y corriendo a ambos lados de la cama del Alpha que tiene los ojos abiertos y parece congestionado. Christian corre a pedir ayuda mientras que Jared trata de llamar la atención de su pareja, intentando calmarla.

—¡Jen!, Jen..., ¡mírame!, ¡mírame! Estoy aquí..., estás conmigo —repite una y otra vez hasta que por fin los confundidos ojos verdes se centran en él y parecen calmarse. Jared le dedica una amplia sonrisa. —Estas bien..., lo has conseguido..., has vuelto... —dice acariciando su mejilla.

Unas manos firmes se cierran sobre su brazo y le instan a apartarse, el equipo médico ha llegado a la habitación para hacer su trabajo. Jensen le mira asustado al ver como se aleja, pero él se escapa un instante para tranquilizarle.