Capítulo 14
Jared daba vueltas en la cama sin conseguir dormir. Por más vueltas que le daba, no conseguía encontrar una lógica a todo lo que había vivido desde la reclamación, bueno, más bien no encontraba lógica a lo que había pasado desde que despertó en el hospital y mucho menos para lo que había pasado en su primer día en este nuevo lugar. Las palabras del Alpha resonaban en su cabeza sin ningún sentido para él. "No soy tu dueño. Eres libre de hacer y decir. No quiero un esclavo...". Le dieron ganas de reír, seguro de que ese hombre solo pretendía burlarse de él. Tiernas y sentidas palabras para algo que no tenía ni un ápice de verdad. ¿Qué no era su dueño?, por supuesto que lo era, él era un simple Omega, inútil ante todos para mantenerse solo, podía hacer con él lo que quisiera, eso da poca sensación de libertad francamente. A lo mejor las cosas fueran mejor que con Mark, pero él seguía sin tener ningún tipo de poder de decisión sobre sí mismo, que no le viniera con cuentos.
"Quiero un compañero...". Se revolvió entre las sabanas hasta quedar bocarriba, exhalando un suspiro desesperado mientras miraba con atención el techo como si allí fuera a encontrar alguna respuesta. Se llevó la mano a los ojos, frotándolos con sus dedos con gesto cansado. "Dime que tú también lo sientes..." La angustia y la ansiedad tornadas en verde le golpearon con fuerza. Aquella mirada le había agitado de muchas maneras diferentes, lo que sintió cuando la frente de Jensen se apoyó en la suya, esos momentos en los que el aliento cálido del Alpha se derramaba tan cerca de su nariz y su boca. Todo lo que había sentido en cada mínimo contacto con él desde aquella noche en casa de Mark, su lobo inquieto y agitado cada vez que la esencia del rubio se abría paso a través de él.
—¡Joder! ¿Por qué es todo tan confuso? —gimió. Reglas, formas, ordenes, antes sabía. Sabía que tenía que hacer, que se esperaba de él, no le gustaba, pero era fácil. Ahora..., ahora estaba perdido. Había bajado a cenar. No se había atrevido a desobedecer aquella orden (por qué fue una orden, ¿no?). Joder, quería gritar de frustración. Estaba nervioso, la sola idea de cruzar aquella puerta solo, ¿cuánto tiempo hacía que no se movía solo? Abandonar la "seguridad" de aquel cuarto era realmente difícil, pero debía hacerlo, porque seguro que había sido una orden, aunque él estaba seguro de que no iba a ser capaz de comer nada.
Se agarró a la barandilla de la escalera como si le fuera la vida en ello, sentía sus manos sudando mientras descendía por ella con paso vacilante. Al llegar abajo echó un rápido vistazo sin encontrar a nadie. Llegaban voces de algún punto a su derecha, creyó recordar que por allí estaba el comedor. Avanzó despacio dejándose llevar por el sonido de la conversación y el ruido de platos y cubiertos al uso. Todos parecían relajados, la conversación parecía girar en torno a los trabajos del rancho. Gimió inquieto al darse cuenta de la ausencia de su Alpha. No debería estar allí si él no estaba. Se estaba girando para volver a su cuarto cuando alguien se dio cuenta de su presencia llamando su atención.
—Eh, ¡Jared! —. No tuvo más remedio que darse la vuelta. Un hombre algo mayor, pelo canoso y ojos azules le miraba con atención. —¡Pasa! Estamos empezando, si tardas te quedarás sin nada —. Pudo sentir como todo su cuerpo se tensaba, buscó con inquietud a su Alpha sin atreverse a dar un solo paso. La conversación había cesado y todos lo miraban ahora en una mezcla de curiosidad y lástima que le irritó profundamente.
—Jensen no va a venir a cenar —dijo otro. Jared le reconoció como el Alpha que había ido a buscarle al hospital, pero no les habían presentado. —Aun así, me hizo asegurarme de que cenarías, así que pasa. Siéntate donde puedas. ¡Vamos tíos haced sitio al chico! —ordenó en tono cordial, todos se pegaron un poco entre ellos y señalaron a Jared unas sillas junto a la pared. —Coge una y acércate —dijo aquel Alpha. No le quedó más remedio que obedecer.
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Instinto
Hayran KurguLa vida de Jared se verá condicionada por un hecho que él no puede controlar, algo que nunca imaginó y que es intrínseco en su personalidad, algo que le llevará a recorrer un tortuoso camino sin esperanzas. Maravillosa portada a manos de @NicBarret