Tan lejos, tan cerca

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Capítulo 23

Jared salió del baño cubierto tan solo con una toalla, Jensen le esperaba sentado en una butaca de lectura que tenía bajo la ventana. El Alpha también parecía recién duchado y Jared dedujo que lo habría hecho en el baño de su habitación. Se miraron de reojo sin atrever a contactar directamente con los ojos del otro. Jensen se levantó hasta la mesa y cogió un montón de ropa acercándola al castaño.

—Te traje tu ropa —. Jared se fijó en el montón y estiró los brazos para cogerlo.

—Gracias... —musitó y se encerró de nuevo en el baño para vestirse. Jared regresó completamente vestido y no pudo evitar sonrojarse cuando el rubio le dedicó una apreciativa y fugaz mirada. Jensen sonrió avergonzado y luego señaló la mesa con un gesto de cabeza.

—Debes de tener hambre... —. Jared se fijó en la comida y justo en ese instante se dio cuenta de que estaba realmente hambriento, de que no habían tomado nada en días.

—¡Oh Dios! —gimió— ¿Cómo...? —. Jensen enrojeció hasta las orejas comprendiendo la pregunta del castaño. Habían perdido la noción de todo.

Se sentaron y comieron en silencio y ambos volvían a ser conscientes de la tensión que había entre ellos, pero ninguno de los dos era capaz de decir nada. Habían pasado muchas cosas, tenían mucho de que hablar, cuestiones que resolver, todas y cada una importantes, tantas que no sabían por dónde empezar. Jensen decidió que debía tomar las riendas y lo primero era intentar aclarar lo que había pasado. Carraspeó nervioso antes de empezar a hablar.

—Jared..., ¿por qué entraste en celo? —. El cuerpo del Omega se tensó frente a él, Jared levantó la mirada de la comida para observarlo con el ceño fruncido y los ojos llenos de recelo.

—¿Acaso crees que lo hice a propósito? —preguntó molesto. Jensen se sorprendió por el tono, pero aun así continuo adelante.

—No, claro que no. Pero te di los supresores. No puedes olvidar tomarlos...

—¿Acaso crees que soy estúpido? —cortó el castaño levantando la voz. —¿Qué como soy un Omega soy un inútil?, ¿qué necesito que me recuerden las cosas? —. Jensen no se movió, pero un gruñido de advertencia escapó de su garganta y el castaño se hundió de nuevo en su asiento, pero sin disminuir un ápice la molestia de su mirada.

—Yo no creo que seas estúpido —dijo bajando la voz para marcar el tono de la conversación. —Solo quiero saber que ha pasado.

—Alguien cambió mis pastillas... —contestó. Los ojos del Alpha se abrieron sorprendidos y Jared pudo ver las dudas en su rostro. —Mark me lo dijo..., mientras me tenía atado, antes de la paliza. Dijo que había conseguido a alguien para que las cambiara y que habían planeado el secuestro para unos días antes de la luna llena...

—¿Quién? —preguntó el Alpha cortando la explicación de su pareja. Jared pudo ver la misma furia en esos ojos verdes que el día que apareció en aquel granero para rescatarle.

Pensó en contestarle, pensó en decirle que había sido Matt, pero no tenía pruebas, pensó que el beta podría acusarle de resentimiento por la relación que había tenido con Jensen. Decidió que era mejor esperar, investigar y cuando tuviera todo atado, decirle a Jensen lo que sabía.

—No lo sé... —contestó en un murmullo. Podía sentir que el Alpha no estaba satisfecho con la respuesta pero, aun así, no dijo nada. El silencio se abrió paso de nuevo entre ellos.

—Pediré al Dr. Beaver que te haga unas recetas nuevas —señaló Jensen unos minutos después. Jared abrió la boca para decir algo, pero declinó la idea cambiándola por un resoplido seguido de un movimiento de negación con la cabeza. —¿Qué? —preguntó el Alpha empezando a molestarse con la actitud del castaño.

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