Abrí los ojos. No podía ver bien aún, todo era un tanto borroso, me froté los ojos y me di cuenta que estaba recostado sobre una cama, al parecer era mía, me encontraba algo cansado y agobiado, por alguna razón no podía lograba recordar nada, reconocía todo a mi alrededor, pero respecto a mi vida no lograba acordarme de absolutamente nada, me recosté por un rato mientras miraba el techo, que era de un color crema, pensando en qué podría hacer, no lograría empezar una vida desde cero, claro que no, ¿era acaso yo capaz de aquello?. No se me hizo posible recordar. Me levanté bruscamente de la cama, eso sí, sin hacer algún ruido, por el mínimo que sea, la casa estaba totalmente en silencio, lo más probable es que todos allí estuvieran dormidos, no quería despertar a nadie, me vestí y recorrí el largo pasillo para llegar a las demás habitaciones, pero no encontraba ninguna, ¿acaso la mía era la única que estaba en el piso de abajo?, hay una escalera que lleva al otro piso de la casa, uno superior, me detuve al final del pasillo, ¿cómo podría mostrarme ante una posible familia sin saber nada de mí existencia al respecto?. Di media vuelta y justo en la pared que estaba a mi izquierda, ¡vaya conveniente sorpresa!, había colgado un cuadro con un papel dentro que decía, "se otorga el presente diploma al señor Chris Relid por cursar con un buen promedio sus años de estudio en este establecimiento".
Di unos pasos camino a mi supuesta habitación, entré y en un rincón había una caja, la tomé y abrí, dentro habían muuuuchos papeles, todos tenían algo escrito, abrí uno que estaba doblado en cuatro y leí:
"Felicidades, que rápido pasa el tiempo, ¿no?, aún no puedo creer que ya tengas quince años, he escrito esto para saludarte, aún así iré a visitarte pronto, nos vemos y pásalo excelente.
Atte. Valeria Velázquez 10/08/2016"
Ni idea de lo que estaba ocurriendo, creo que leer eso me confundió un poco más.
En mi propia habitación había una puerta, un baño, para mi solito, me lavé la cara y me miré al espejo, ojos café, pelo castaño oscuro y de piel pálida. Me dio hambre en ese momento, así que me dirigí a la cocina, por suerte, esta estaba en el primer piso.Sobre la mesa de la cocina había un celular, tenía carga de veintiséis por ciento en la batería, lo desbloqueé y vi el reloj junto al calendario, eran apenas las ocho con treinta y dos de la mañana, temprano a mi parecer, y estábamos a...miré la fecha impactado. ¿Lunes quince de Agosto?, el papel que leí en mi pieza era de hace unos días, fue muy reciente. Después de unos segundos alguien gritó desde el piso de arriba, alzando la voz me regañó:
— ¿Qué haces tan temprano despierto?, deberías dormir un poco más, o si quieres hazte el desayuno, pero no hagas demasiado ruido, ¿de acuerdo?, es importante comer siempre las tres comidas del día.
Hice caso, y tal como dijo aquella voz, hice todo de forma silenciosa. Prendí la televisión, claro, con un bajo volumen y luego, viéndola, me hice un café junto a unas tostadas, y que mejor acompañante que mermelada para estas. Al terminar, subí al segundo piso muy callado, pasito a pasito, suave suavecito.
—Buenos días—saludé alegremente a mis supuestos padres, sí, sí, deberían serlo, si vivimos bajo el mismo techo— ¿cómo se encuentran el día de hoy?
—Muy bien y ¿tú?—Me respondieron al unísono.
—Bien, creo, solo que no puedo recordar nada de lo que ha pasado, nada de nada.
— Creo que el golpe de ayer te ha afectado mucho—dijo mi supuesto padre.
— ¿Qué golpe?—pregunté rápidamente.
—Ayer caíste de las escaleras, fue un golpe muy duro, eso debió afectar a tu memoria, después de todo, aterrizaste con la cabeza, pero ¿tanto afectó?— agregó mi madre.
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El camino de un demonio
Mystery / ThrillerLa historia comienza luego de un "accidente" que le ocurre a Chris, intenta recordar las cosas o quien era al menos, no es divertido estar confundido por falta de conocimiento, con la ayuda de una amiga, logrará descubrir su pasado.