A por ella.

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   Un paisaje desgarrador, había llamas por todos lados, no era el mismo sitio por el cual "Chris" estuvo, se hizo pronto de noche ahí abajo y Skath notó un gran cambio en el ambiente, el fuego se volvió tenue por un momento, la temperatura comenzó a bajar. Pasado unos minutos las flamas volvieron a agrandarse y se tornaron de un color púrpura, la noche era insoportablemente fría. Lucifer se dirigió a mí.

—El bien y el mal, no son más que palabras, nosotros no somos malvados como piensan la mayoría de los humanos, solo queríamos libertad, éramos débiles ante Dios en ese entonces, y como ya sabes, los ganadores escriben la historia, el cielo y el infierno no son más que una separación, es algo tan tonto como elegir entre tangananica o tangananá, no sabes lo que realmente son cada una, si te das cuenta, todos aquí viven bien, en verdad damos un hogar a las almas después de la muerte, la única diferencia es que aquí llegan personas realmente malvadas y al cielo las buenas, no les hacemos sufrir, sabemos lo que es todo eso, solo le damos hospitalidad, a quien lo quiera obviamente.

— ¿Por qué me dices eso?

—La Biblia nos tacha como seres malévolos, pero no lo somos en realidad, tanto el paraíso y el averno cuidan del mundo humano.

—Entonces, la biblia, ¿miente?

—Así es, nos hace ver como los malos de la película cuando en verdad veíamos las cosas de otro punto.

—Cambiando de tema, ¿qué haremos con lo de Valeria?, por ahora, ella es la que me importa, luego de eso, me preocuparé de la historia.

—Mefisto, ubica a las hermanas y Bael, abre el portal.

Mefisto creó un globo terráqueo acompañado de un reloj de arena.

—Las encontré, al parecer viajaron por el tiempo, están en medio de una batalla que al parecer es importante para los humanos de aquella época. Dijo Mefisto.

Bael recitó en un antiguo idioma unas palabras e hizo movimientos extraños con las manos. Se abrió un portal sobre mí.

— ¿Me harías el favor Skath?, jala a aquellas dos por favor, no deberían estar ahí en primer lugar.

Del otro lado se podía ver a dos chicas, estaban discutiendo entre ellas, gritaban. Me coloqué tras ellas dos y las tomé de los hombros.

— ¡Suéltanos! —Gritaron al unísono.

Las arrastré conmigo y unas llamas azules rodearon el portal. Dos chicos observaban intrigados todo esto.

— ¡No volveremos al infierno aún!, les ganaremos, ¡en serio!— dijo una.

— ¡Solo una oportunidad más!— dijo la otra.

El portal se cerró y estas chicas seguían gritando y pidiendo ayuda. Nos presentamos ante Lucifer.

—Así que no pudieron contra ellos dos, ¿eran fuertes?

— ¡No es que no pudiéramos, nos sacaron antes!—dijeron las dos.

—Miren sus heridas, están muy gravemente herida ambas, ¿no se les ocurrió transformarse?

—Lo hicimos, pero no funcio...— la risa de Lucifer les interrumpió.

—Y aún así no pudieron, hahaha, entonces Jack y Finni eran de verdad muy fuertes, pero díganme, ¿quién les permitió jugar en otra época?

— No fue que quisiéramos, fuimos invocadas por una extraña hechicera, estos últimos años, lo hacía seguido.

—Bueno ese no es el tema, tengo una misión para ustedes— las volteó— él es Skath, le ayudarán a rescatar a alguien en una catedral.

Ellas eran muy parecidas, su pelo era largo, liso y de un color castaño, aunque con la iluminación de este lugar parecía ser negro azulado, sus ojos rojizos penetraban al mirar y la piel muy blanquísima, sus bocas eran de un color rojo, como si sus labios fuesen pintados por la sangre de sus adversarios, su lengua era larga, o más bien se habían cortado el frenulum linguae.

—Harán lo que él diga. Agregó finalmente Lucifer.

Se prepararon y salieron del averno, los tres demonios, Skath, Aktola y Katza.

El Arcángel volvió al cielo, sus ojos se tornaron normales.

— ¿Dónde estabas?—preguntó Dios.

—Con el sacerdote, nos vamos a deshacer de esos dos problemas, tanto el demonio y la vampiro.

—Rafa, no podemos, desatarás una guerra con lo que hiciste.

Rafael volteó y se puso la mano en la cara, se había dado cuenta del error que cometió. Dios notó una extraña marca en sus alas.

— ¿Qué tienes ahí?

— ¿En dónde?

—Tus alas, estás hechizado, fuiste controlado... Rafael, el único que puede hacer esto es...

—El anticristo.

— ¡Vamos rápidamente con Diablo!

— ¿Lucifer?

—Necesitamos de él, bueno de su recluta.

Ambos dejaron el cielo y bajaron al inframundo.

El camino de un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora