El secreto.

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   Le abrí la puerta a Valeria, estaba vestida totalmente de negro, un maquillaje gótico que a mí parecer le quedaba de maravilla. Mis padres no se encontraban en casa desde la tarde, al entrar, ella pasó por delante de mí y caminó por el gran pasillo a oscuras, ni siquiera se dignó a encender una luz, hasta que finalmente llegó a mi habitación, aún dentro no prendió nada, seguíamos a oscuras, tomó una vela de mi mueble y con fósforos la prendió.

— ¿Qué significa esto?—le pregunté.

— Sólo quería darte un sustito. Sopló apagando la vela, caminó hasta el interruptor de la pieza y encendió la luz, volvió a sentarse en la cama, me miró, profundamente, que bellos ojos tenía, cómo me perdía en ella.

— ¿Sabes?, es fácil que me logre perder en tu mirada—le dije.

—Aaay, que ternura eres, por eso te
quiero tanto—me tiró un beso con su mano derecha—pero, no estoy aquí para una charla normal, ¿te gustaría saber quién eres?

—Por supuesto—le respondí— ¡dímelo!

—Tranquilo, ten paciencia, primero te explicaré quien soy yo, pero debes creerme en todo momento, y una cosa más, no te asustes, por favor, ¿vale?— suspiró profundamente y luego continuó—mira ese libro de tu estante—apuntó a uno de los tanto que tenía guardado.

— ¿Drácula? , ¿Qué ocurre con esa historia?

— ¿Crees en los vampiros, primor?

—Esa pregunta me es difícil de contestar, alienígenas es más fácil creer, ya que no podemos estar solos en este mundo, pero vampiros, un ser ficticio, mmmh, me es mucho más difícil.

—Te pregunto por la simple razón que estás frente a uno, yo soy una vampiro, pero antes, hahaha hago muchas pausas, pero tranquilo, tenemos mucho tiempo para hablar, te explicaré, soy hija de dos seres vampíricos, no necesité que me mordieran para convertirme, nunca fui totalmente humana, digamos que de mi especie, soy de raza pura— hubo un pequeñísimo silencio—te preguntarás el por qué me convertí en tu novia, ¿no es así? , alguien importante en tu vida, quiero que sepas que tú me has salvado, te lo agradezco demasiado, pude haber estado encerrada por mucho, muuuucho tiempo, pero llegaste tú y me sorprendió el amor que había... okey me estoy emocionando, esas canción es buenísima... y, y, y, me liberaste— hubo un silencio, pero esta vez más largo— ahora hay una única forma en la que puedas recordar lo sucedido, mi amor.

Me miró fijamente, diablos, aquella mirada, irradia ternura y pasión desde sus ojos, sonrió, wooow, lo noté y, se abalanzó contra mí. Quedamos tirados sobre la cama, ella encima mío, sonrió nuevamente y esta vez mostró sus dientes, y los ví, sus largos y afilados colmillos, miedo es lo que siento en estos momentos, ¿qué me ocurrirá ahora?, me tomó la cara con su mano izquierda y dejó mi cuello libre mientras giraba mi cabeza, me miraba. No. Miraba mi cuello, se acercó lentamente a él y lo mordió, fue muy doloroso y excitante a la vez, que maravilla y a la vez agonía, había recibido el beso de un vampiro. Cerré los ojos.

Sentí sus manos, estaban tibias, traté de abrir a la fuerza mis párpados, salió de su lugar, era muy liviana, su peso casi ni se sentía, se dio cuenta que aún seguía consciente, me miró y exclamó.

—Maldición, ¿qué tanto puedes soportar?, claro, por algo me salvaste, es increíble, de todos modos, eso debió dejarte inconsciente, no me dejas más remedio—me acostó bajo las sábanas, yo ya ni tenía fuerza, la miré, sus ojos, sus hermosos ojos, se hizo un pequeño corte en la muñeca y me hizo beber contra mi voluntad.
Escuché un "ahora recordarás todo, suerte en tu travesía", se acercó a mi labios, me besó y golpeó fuertemente para que me durmiera.

El camino de un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora