Métete eso

3.5K 209 46
                                    


Después que de fuera Kiba llegó Sasuke y nos fuimos. Al tomar su camino me dijo que él también iría a la fiesta. Vaya, qué sorpresa.

Al llegar a casa me duché. Me puse unos jeans negros, algo ajustados, una playera blanca. Mis botas y obvio mi chaqueta. Ya no me preocupo por mi cabello, de todas maneras va a tomar la forma que le plazca.

Bajé y ya estaban mis padres, al parecer iban a salir pues estaban vestidos de manera formal, cosa que siempre hacen cuando van a reuniones y esas cosas.

—Nene, no te importa quedarte solo esta noche ¿verdad?

—No, mamá pero yo también pienso salir.

—Ya decía yo que estás más guapo de lo normal.

—Claro que es guapo— dijo papá— es idéntico a mí.

—Pero es tan alegre y vivaz como yo— parece que para mamá la afirmación de mi papá sonó a reto.

—Igual es un Namikaze, es irresistible.

—También es un Uzumaki, es especial.

—Ma, pa, por favor— me ignoraron.

—Su persona enamora— dijo mi madre.

—Pero su apariencia cautiva— contrarrestó papá.

Era mejor hacer algo, a pesar de que se aman son muy competitivos, en especial mi mamá. Por otra parte mi papá al sentir un desafío siempre corresponde. Si esto seguía así, se saldría de control.

—¡Ya basta!— me puse entre ellos— Soy súper por ser su hijo— miré a mamá y luego a papá— ¿De acuerdo?— lo dije más como afirmación que como pregunta.

—Lo sentimos hijo— se disculpó mamá.

—No pasará otra vez— aclaró mi papá regresando a su personalidad neutra y madura.

—Bueno eso espero— los seguí mirando con ojos entrecerrados, mostrando la advertencia.

—Entonces ya nos vamos, hijo— papá hablo primero.

—¿Y a dónde van?— mi curiosidad era más fuerte.

—Tenemos una cena con los Uchiha y otros más— respondió mamá — te llevaríamos pero no creo que quieras estar en charlas de 'viejitos'— reí ante el comentario— además ya también te vas— recriminó.

—Ah, sí. No llegaré muy tarde— les hice saber, de todos modos iban a preguntar — sólo es una pequeña reunión, quiero un descanso. He estado un poco estresado estos últimos días — expliqué mientras sobaba mi cuello.

—Ya veo— papá me dijo mientras mamá acomodaba su corbatín — recuerda que mañana tienes actividades de rango.

—Sí, papá. Lo sé, no se preocupen.

Después de esa plática y pelea, nos despedimos y salimos. Ellos en el auto y yo en la moto.

Ya había visto el mensaje que me mandó Kiba, sé dónde es el lugar, está un poco lejos, al norte de la cuidad. Me permití sentir la adrenalina que me provocaba la velocidad. Es grato sentir esa emoción, es casi la misma que me recorre al ver a miss Hinata, pero diferente, se asemeja más a cuando subo al ring o participo en alguna competencia. Es una alegría que me inunda, hace que mi corazón lata a mil y tenga ganas de reír de manera incontrolable.

Llegué al destino. Es una casa grande y bonita, que se ve con un auge moderno y lujoso. Su jardín es muy bonito. Me pregunto quién vivirá aquí. Bueno eso no tiene demasiada importancia, estoy aquí para divertirme no para pensar.

Miss HyugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora