Trato y decepción

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Ay, ay, ay, la vida es maravillosa. ¿Qué porqué lo digo? Pues porque pronto será mi turno con ella. Hinata de verás me enloqueces, estoy seguro que no tardas en caer.

Una vez mas me dirigía al apartamento de la hermosa profesora de ojos grises. Un miércoles tan bonito, soleado y perfecto para una ¿cita?

Recordaba algunos sucesos. El lunes por la mañana la directora hizo una junta donde nos habló de la participación de la academia en un festival de arte. Es en las misma fechas que el campeonato de kickboxing y a esto también se suman algunas competencias de ciencias. Sí, esto se va a descontrolar. Tal vez debido a eso es que Tsunade nos maltrato de más el sábado. Aunque no sé de que se preocupa si siempre ganamos, bueno yo los hago ganar.

Ah, sí. Ayer miss Hinata dijo que del grupo de baile debe haber un representante, que claro ella elegirá, eso en la próxima sesión y que aquel elegido deberá practicar más con ella. Por lo que se verán luego de clases. Espero ser el afortunado.

Hoy en la clase me hizo participar en dos ocasiones y saben qué, respondí correctamente. Se veía satisfacción en su mirada. Por otra parte la entrenadora Terumi me acorraló en los casilleros, gracias a Shino, un tipo silencioso, que me salvé. Un poco mas y nos hubiera visto en el acto.Porque mi resistencia tiene un límite que ella ha estado rozando.

Bueno llegué a mi destino, la puerta estaba abierta. Anuncié mi entrada pero nadie contestó. Tiene un gato, ¿Cómo no lo vi antes? O es de algún vecino. Tal vez entró algún maleante, no importa lo pateare por irrumpir en la casa de mi chica. Aunque no había algo que delatara que así había sido. Me encaminé por el pasillo que lleva a la habitación de miss Hyuga, se escuchaba música muy bajito.

Me guíe por el sonido de ¿Strauss? Sí, era él. Entré en su recámara y todavía no lograba detectar el origen de la melodía, muy despacio abrí la puerta del baño.

Mi gran amigo al igual que yo dimos un salto. Mi bello ángel de cabello negro estaba saliendo de la bañera. Desnuda totalmente. Su blanca piel mojada se veía tan apetecible, aquellos botones mostraban que sintieron el cambio de temperatura. Tragué fuerte, me estaba volviendo loco, mi respiración empezaba a ser más densa. Ella tomó la toalla que estaba colgada. Antes de que se cubriera pude ver su bien formado trasero, bonito lunar y espera ¡¿qué?! Un tatuaje. No puede ser, una corona. Tan royal. Yo también tengo uno que casi nadie ha visto pero a diferencia de ella que lo tiene en la cadera, el mio es también una corona pero masculina y esta en mi muñeca izquierda, lo cubro con el reloj, o las mangas y en los entrenamientos con los guantes y la vendas. Mmmm y si voy y lo pruebo ¿Qué estoy diciendo? No, ya regresa, si te lanzas seguro te rechaza y todo se va a ir por el caño.

Le hice caso a esa fea conciencia mía y me quedé afuera en su habitación, vi un peluche de conejo, vaya qué lindo. Esto de recolectar información no esta tan difícil. Y seguía observando cada detalle para memorizarlo, sin embargo.

—¡Na-Na-Namikaze! —me descubrió.

—¡Hola!— la saludé haciendo una reverencia y de la manera más tranquila que pude.

—¿Qué...? ¿Cómo? — estaba bastante asombrada.
—Perdón por entrar hasta aquí— ella aún estaba perpleja y con una gran bata de baño, continué —verá, creí que había un ladrón porque la puerta de la entrada estaba abierta y cómo no respondió creí que pudo haberle pasado algo— hice una pausa para ser dramático y puse cara sería —estaba muy preocupado por usted.

—Oh, ya veo— reflexionó —creo que una de mis hermanas dejo la puerta abierta.

—Perdón si la asuste— seguía con mi semblante serio —no sé que haría si algo malo pudiera ocurrirle.— ahora su cara era realmente de sorpresa pero no sé como decirlo, es como si al mismo tiempo sufriera. Como no respondía, seguí —Creo que mejor salgo para que termine de vestirse, a menos que quiera que me quedé— maldición, otra vez lo arruiné.

Miss HyugaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora