15-¿Una sorpresa?

519 28 15
                                    

Sentirme entre la espada y la pared no es sano, y no se siente para nada lindo. Cuando soñaba en enamorarme jamás pensé que me costaría tanto, pensé que todo sería color de rosa, arcoiris por doquier, unicornios voladores, ¡pero no!, esto es demasiado complicado.

Era mas fácil cuando salía con chicos, tenía novios, incluso era mas fácil cuando me encariñaba con alguno de ellos y después me dejan ahí con el sentimiento. Es obvia la respuesta, era mas fácil porque nunca me había enamorado.

Pero de repente llega ella, esa chica la cual había admirado toda mi vida y aparece de la nada, rompiendo mis esquemas y haciéndome hacer locuras, como esta que estoy apunto de hacer, irme de mi casa, lastimando a mi mejor amiga que segun Dulce, esta enamorada de mi.

Cerré los ojos resignada a esa idea que aun no esta muy clara en mi cabeza, caminé hasta la habitación de Amanda y me senté en su cama, conteniendo mis ganas de llorar.

-¿Que diablos sucede contigo, Amanda?- le pregunté a una arrugada foto de nosotras juntas en el suelo- ¿Porque rompes nuestras fotos juntas?.

-Duele demasiado que la única persona que ha estado conmigo en todo lo malo que me a pasado, no quiera ser parte de lo mejor que me a pasado en la vida, a pesar de los obstáculos que el estar con Dulce representa.

Junte tres fotos en el suelo, una donde Amanda y yo tenemos la cara llena de helado, otra en una montaña rusa, donde salgo abrazándola buscando protección y por último la que nos tomamos en la navidad pasada, sentadas en el sofá enseñando nuestros regalos.

-¿Porque me haces esto?- pregunté nuevamente a las fotos.

-Que yo sepa, no te estoy haciendo nada, Anahí- al escuchar la voz de mi amiga levante rápidamente la mirada encontrándome con la de ella, que estaba totalmente cristalizada.

-¿Estabas llorando?- pregunté poniéndome de pie y caminando hasta ella- Las cosas no tienen que ser así- pase mi mano por su mejilla secando una lágrima que le salió sin permiso. Cosa que probablemente este haciendo que se maldiga silenciosamente.

-No me toques- tomo mi mano y la lanzó al aire, su ceño se frunció ligeramente- ¿No deberías de estar empacando tus cosas?.

-Amanda, entiende... yo no me puedo ir mal contigo.

-Sal de mi habitación, espero que para cuando yo salga de acá ya te hayas ido.

Mis manos subieron a mi cabeza demostrando frustración.

-Tu ya escogiste, a esa- señalo un único póster que tenía en la puerta del closet, llevó su mano a él y lo rompió- Toma, yo ya no lo quiero.

-¿Me estas castigando por haberme enamorado de ella?, es eso- me acerque nuevamente a Amanda encarando la- ¿Te enamoraste de mi?- pregunte tratando de sonar lo mas tranquila posible- Dimelo, porque es lo único que me puede explicar por qué te estás comportando de esta manera.

-¡Yo no estoy enamorada de ti!- me grito muy molesta, pero justo cuando lo grito cientos de lágrimas salieron nuevamente sin permiso de sus ojos- ¡Vete!.

-No, no me voy... hasta que no me digas lo que sientes por mi- camine a su cama nuevamente y me senté esperando su respuesta- No me iré peleada contigo.

En ese momento, ella se giro, me miro de la manera mas cruel posible, su mandíbula temblaba de la molestia y sus manos las cerró dejando unos enfadados puños. 

-¡Tu tienes la culpa!- grito, solo que esta vez paso su mano por su rostro secando sus lagrimas- ¡Tu tienes la culpa que me enamorara de ti!.

Al escuchar esto por fin salir de su boca, hizo que mis nervios se libraran un poco, pero sinceramente no puedo evitar sentirme, mierda.

¿Y si nunca te hubiera conocido?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora