24-¿Creer o no creer?

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- ¿Me llevas al depa?, y te reviso de paso...- sabía que no debía de hacerlo pero le asentí. 

Subimos a la camioneta y nos dirigimos hacia su lugar,  un silencio incómodo y doloroso nos acompañó hasta su departamento. Solo se escuchaba el ruido del motor del auto. En cuanto entramos, Anahí busco gasas, alcohol y algodón.

Llego hasta el marco de la entrada de su habitación y se poya en el observandome, tenía en su mano un pedazo de algodón para calmar mi sangre.

-Déjame ver eso- me dice al fin y me acerco a ella. Me indica que me siente en una silla que esta justo a su cómoda, me siento en ella y seguido, aplica alcohol en el algodón causando pánico en mi- Respira profundo mi vida, esto te va dolor- le hago caso y respiro, en cuanto lo hago siento el ardor del algodón en mi nariz, me limpia, pero la sangre no acaba del todo. Tira el algodón usado y saca otro nuevo.

Examina mi herida, mis ojos no dejan de mirarla mientras lo hace, seguido mueve mi cabeza hacia atrás y limpia con alcohol las manchas de sangre seca que tenía, me coloca el algodón en mi nariz para que la sangre al bajar se absorbiera ahí y termina con lo suyo.

-Vas a estas bien, procura que no te vean de esta manera- sonríe con ternura.

Me mira- Eso no lo se- miro al suelo.

-¿Me vas a escuchar?.

-Te lo prometí- no levanto la mirada. Me levanto de la silla y ella se acerca a mi, hace que la mire y nuestros ojos se encuentran. Luego de unos segundos sin decir nada, comienza a hablar.

-Para empezar, me equivoque, fui una maldita perra, zorra.... si lo se, me equivoque.

-No hace falta que te trates así.

-Estoy molesta conmigo misma, me siento mal, estoy avergonzada... tenía mucho tiempo de no verte, casi no me llamabas, me sentía sola, triste, miserable, comencé a dudar si lo que teníamos era sano, en cierto modo me arrepentí de venir aquí contigo, porque sentí que lo había dejado todo por alguien que...

-Que no daba nada por ti- le dije encogiendome de hombros.

-Si, Dul, casi dos meses de martirio, fui una imbécil y lo se, no debí actuar como lo hice, ese día Marta y Marty me convencieron de ir al parque de diversiones y ahí fue donde la vi, hablamos, reímos, conocí a su nuevo novio- me mira esperando algo de mi, y al no obtener ni un asentamiento prosigue- Después de que hablamos, salí casi corriendo a la casa, me sentía mal, realmente te necesitaba, y cuando llegue a casa, nuevamente me sentí sola, abandonada, decidí ir a buscarla, pero te juro que no llevaba esas intenciones, solo quería la compañía de mi mejor amiga, cuando llegue a su departamento reímos, empezamos a ver una película entre, risas y.... juegos- suspira apenada- Esos juegos, llevaron a besarnos, no se si deba seguir, tu querías la verdad y bueno no se si quieres que pare.

-Sigue- respondo seria.

-Nos besamos y bueno, no te diré con detalles porque tampoco lo puedo hacer, solo te dire que fue la estupidez mas grande que he hecho en mi vida y estoy totalmente arrepentida, mi vida es miserable sin ti.

Sin darme cuenta las lágrimas comienzan a salir de mis ojos, es inevitable no llorar, al saber que estuvo con Amanda revolcándose sin ningún tipo de remordimiento, ella seca mis lágrimas adolorida.

-Cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo, cuando salí de ese edificio, me asuste por ti, por nosotras, me sentí la peor de las mujeres y preciosa mi mundo se vino abajo cuando te vi llorando, destrozada después de la cena.

Me alejo de ella y me siento en una silla, mi mente estaba abrumada. Tenía que asimilar todo lo que había escuchado.

-Este tiempo sin ti, han sido los peores días de mi vida, despertar sin ti en las mañanas, no poder ver tu sonrisa, no poder escuchar tu risa, no poder abrazarte... besarte... es un dolor nuevo para mi. Un dolor de mierda- me mira- Mi vida no significa nada sin ti, Dulce. Yo no soy nada cuando tu eres mi todo, y si te pierdo por completo... no sabría como seguir.

¿Y si nunca te hubiera conocido?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora