4- ¿Dulce?.

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¿Any?- Amanda me abrazaba mientras yo lloraba en sus brazos- Te prometo que tu dolor va a pasar, todo volverá a estar bien- ella besa mi cabeza y toma mi rostro para que la mire- Se que estas muy molesta con Dulce, que la odias, que te duele, pero... ¿no crees que debes hablar con ella?.

-¿Para que Amanda?, para que me confirme lo que yo ya se- muerdo mi labio- ¿Que tiene a otra mas?.

Imaginarlo era una cosa, saberlo era insoportable, pero ni siquiera puedo encontrar una palabra para definir lo que fue tener la prueba allí, ver justo frente a mí su marca en el cuello, frente mis ojos. Estoy furiosa, estoy llena de rencor, uno que se a estado alimentando durante todos estos días.

Un mes había pasado de mi separación con Dulce, un mes donde no quise saber de ella, un mes donde no había un solo día que ella no me llamara, no me buscara. Un mes en el que estuve con el apoyo de mi familia y el de Amanda.

Me había alejado de toda la familia de Dulce, de Marta, excepto de Nina quien me contaba cómo marchaban las cosas por ahí.

Mi dolor en un principio había sido el mas grande que sentí jamás, la llamada de su amante había hecho que algo en mi se terminara de romper, algo llamado "amor puro".

¿A que me refiero con esto?, me refiero que ese amor ciego, estúpido, ese amor que no conoce verdades, ni mentiras, ya no existía, mas que un corazón roto, no era mas que una mujer enamorada y destruida.

Pase semanas, días, sin prender la televisión, la radio, no quería saber nada de ella. Mis padres me recuerdan todos los días que debo darle la cara, que Dulce llama todos los días y platica con ellos, y mi hermana.

Tengo una semana de tener náuseas, vómitos, mareos totalmente horribles, a causa de mi embarazo. Ya tenía dos meses y una semana. Las ecografías habían salido bien, y eso me animaba realmente. Quiero que mi hermoso bebé nazca saludable.

En este momento estoy algo pálida, ya que estos días enferma no habían sido nada buenos, aparte de las malas noches sin dormir, por pensar en ella, imaginandome una familia que no llegaremos a ser jamás.

Me encontraba saliendo de casa de mis padres rumbo a buscar un departamento para mi, hasta que la figura de ella, de Dulce me detuvo en seco. Estaba mirándome recostada a un auto que no le conocía.

¿Que que siento?, siento que muero por correr a ella, siento como todo mi interior se derrite ante esa figura que tanto daño me a hecho, mis piernas, mis brazos, absolutamente todo mi cuerpo se tenso, no podía caminar, no podía articular palabra alguna.

Su cabello estaba despeinado, estaba sin una gota de maquillaje, vestida con un short negro, blusa tirantes blanca y unas tenis. Estaba totalmente como una persona normal, sin tanto brillo, sin atuendos de gala, esa fue la mujer que siempre me gusto ver en ella, la Dulce de carne y hueso, no una de plástico, engreída, pretenciosa en la que se había convertido.

En su mano izquierda llevaba una botella de algo que no reconozco, pero por su forma de tambalear, se nota que está ebria. En su otra mano sostenía un cigarrillo, en la vida la había visto con uno. Y en su rostro que se veía hermoso sin tanto maquillaje, caían gotas de lágrimas que salían de sus ojos.

Me partió el corazón, la amo, me duele verla de esa manera. Fue inevitable no llevar mi mano a mi vientre que ya se encontraba un poquito grande, se empezaba a notar mi embarazo. Quería correr a ella, y auxiliarla pero algo me lo impedía. ¿Orgullo tal vez?.

Bajo la cabeza y se dio la vuelta comenzando a caminar en dirección contraria de la casa de mis padres, esta sin guarda espalda, sin chofer, ebria, en mal estado. Es famosa, la ama todo el mundo, ¿y si le hacían algo?.

¿Y si nunca te hubiera conocido?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora