3- ¿Esta con ella?

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Le di cinco años, cinco años de mi vida como su esposa y de la peor manera posible me paga. Me dolió, sentía como me desgarraron el corazón en cuanto me di cuenta de todas sus bajezas. Tener a una persona idealizada durante toda tu vida, porque era así desde que solo era su fan. Y que de pronto todo lo que pensabas, todos los sentimientos hacia esa persona se ven afectados, por el odio, por la decepción, por el coraje de no salir de allí cuando podía.

Tengo que aceptar que los primeros años juntas, eran lindos, perfectos, eramos tan unidas, que probablemente esté completamente aburrida de mi. ¿Porque me busca?, ¿porque tiene el descaro de decir que me ama?, ¿porque me dice que vuelva a la casa?, ¿sera para hacerme mas daño del ya provocado?, ¿sera que aun le falta algo mas?.

La extraño, necesito su voz aún mas que antes, pero no, no puedo seguir permitiendo que le sigas haciendo mas daño a mi vida. La odio, pero a la vez la amo. No se si tiene sentido o no, la odio por razones obvias, y la amo porque me dio los mejores momentos de mi vida llenos de felicidad.

Iba conduciendo en mi auto a casa de Zoraida, necesitaba hablar con ella, tenía que contarle lo sucedido, porque estoy segura que la cobarde de Dulce, no ha hablado con nadie mas que quizas con sus padres, y hermana, y lo pongo en tela de duda. Ella es de las personas que odian fallar, y versen descubiertas, esa es Dulce.

El día se tornaba soleado, la brisa caliente me hacía sudar un poco en la frente , necesitaba ambientar mi tristeza con algo de la radio. Sin esperar a mas, la enciendo y sintonizo una emisora.

"Seguimos con el nuevo exito de Dulce María, ¡Un día mas!".

-¡No puede ser!- grite molesta, al escucharla nombrar- ¿Acaso lo hacen al propio?.

Molesta apague la radio y decidí que no volvería a encenderla mas, las nuevas canciones de su mas reciente álbum se escuchaban por todas partes. 

En un silencio total segui mi camino hacia donde Zoraida. Cuando llegue a su casa, el jardinero me abrió dejándome  pasar, lo salude con la mano al pasar a su lado.

-¡Zora!- grite algo ronca ya que hace unos días había enfermado de un resfriado y la garganta, se me había lastimado bastante.

De pronto, saca un poco su cabeza y sonríe saliendo por completo de su escondite que era detrás de la puerta.

-¡Any!- me abraza y besa mi mejilla- ¡Pasa!- sonríe y entre a la casa.

-¿Haz hablado con Dulce?- le preguntó tomando asiento en la sala.

-No, de hecho ni siquiera se a pasado por aquí... ¿no estaba de gira?.

Sonreí y saqué mis anillos de mi dedo, el de compromiso y el casadas. Zoraida frunció el ceño y se recostó contra el sofá.

-Toma, quiero que se los entregues a Dulce, necesito un tiempo y si la veo no ayudara de mucho.

-Pe..pe..pero, ¿me perdi de algo?.

-Me puso los cuernos con quien sabe quien, Zora.

-¡¿Que?!- abre su boca y sus ojos a la vez- ¡Dulce no puede ser capaz!, ¡¿que demonios le sucede?!, ¡carajo!.

-Le sucede que ya no me ama, que no soy suficiente para ella. 

-¿Pero ya hablaron bien?... Ella te perdono alguna vez, creo que no deben tirar un matrimonio de cinco años a la basura.

-Ella solita lo lanzó, y además no fue solo eso. Estoy embarazada, y ella me mintio....

Le había contado todo, absolutamente todo a Zoraida. Quien negaba con la cabeza sin creerse lo de mi embarazo y la bajeza de Dulce.

¿Y si nunca te hubiera conocido?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora