Querido diario, el 28 de octubre fue un día que se me pasó volando. Como ya te he escrito, durante ese mes prácticamente no supe nada de él, pero mi suerte dio un giro inesperado justamente ese día. No tenía ninguna ilusión entonces, estaba ¿decepcionada? No lo sé, no lo recuerdo muy bien, solo sé que tomé la decisión de no hacer absolutamente nada a lo largo del día, o al menos ese era mi plan.
Era viernes así que me venía de perlas porque normalmente no había nadie en casa hasta la hora de la cena, o más tarde. Había llegado de clase y mi madre me había dejado una nota con lo que había para comer y otra diciéndome que ella se encargaba de ir a buscar a mi hermana a clase y que no volverían hasta la cena. Para mí era perfecto, últimamente los "28" los pasaba deprimida y viendo películas de esas que te hacen llorar.
Y, ya que estaba sola, sola, solísima me puse cómoda en el salón, puse una película que me había descargado el otro día y el portátil en la mesita que estaba al lado del sillón. Recuerdo la película que vi, se titulaba "One day: Siempre el mismo día" y creo que es una de las películas de amor más tristes que he visto, pero vale bastante la pena verla, aunque yo tuve que verla dos veces para enterarme bien de todo porque aquella primera vez no le terminé de prestar mucha atención.
Estaba concentrada en la película, como comenzaba, unos estudiantes que acababan de graduarse y los protagonistas empiezan a conocerse. Fue a los 30 o 35 minutos de película que le empecé a dejar de prestar atención. No me había dado cuenta ni nada, ni me enteré, solo sé que me dio por mirar el portátil y vi que Ángel se había conectado y habían pasado unos 15 minutos desde que me saludó, supongo que fue porque estaba tan sumergida en la historia que no le podía ni quitar el ojo de encima.
Cuando vi que me saludó me brincó tanto el corazón que pensé que se me iba salir del pecho. Me dio una alegría bastante grande ver que aún no se había olvidado de mí. Me había quedado congelada, ni parpadeaba ni escribía ni reaccionaba. Estaba temblando por dentro, aunque él solo me había escrito "hola", yo estaba demasiado nerviosa, y ya cuando definitivamente reaccioné le respondí.
Sé que no me he parado hasta ahora a escribir sobre de qué hablaba con él, o qué me pasaba mientras hablaba con él, o simplemente describirlo, pero normal, las dos últimas veces había parecido ser una estrella fugaz, un visto y no visto tan rápido que no valía la pena ni nombrar. Pero aquella vez fue distinto, se quedó conectado todo el día. Nunca supe y nunca sabré por qué fue. A lo mejor lo hizo porque era 28 y era su manera de decirme "aún me acuerdo de ti, de todo", pero claro está que eso era lo que a mí me hubiese gustado.
Recuerdo que la película se acabó convirtiendo en un simple sonido de fondo al que ya no le prestaba ni la más mínima atención.
Al principio se estuvo disculpando por no haberse conectado en todo el mes. Decía que había tenido un problema que no me podía comentar y que eso le había mantenido ocupado. Nunca supe qué problema era, solo tuve mi hipótesis: otra chica con la que no le fueron bien las cosas; pero a pesar de pensar que su problema había sido ese, ignoré esa idea para no ponerme antipática. Y no, no éramos nada en ese momento, pero yo quería que fuese mío, y la mera idea de imaginarlo con otra me convertía en la persona más celosa del mundo.
Y como ya he dicho, a pesar de no ser nada por ese entonces, ese día parecía que entre él y yo no había pasado ni un segundo desde el momento anterior al que decidimos dejar de intentarlo porque sabíamos que ya no valía la pena. No me quejé, no dije nada, dejaba que me volviese a enamorar con sus palabras, que me llamara "princesa", "amor", que me contara como me había extrañado. Supongo que por el mismo motivo dejé que me tratara así, yo también le había extrañado, demasiado; aunque alguna que otra vez hablara con él no era lo mismo, era distinto.
Acabé subiendo a mi cuarto cuando terminó la película, ya intentaría volver a verla en otro momento. Estuvimos hablando de lo que habíamos hecho en los últimos días, a donde habíamos ido, qué películas nuevas habíamos visto, como nos iban los estudios, como estaba el tiempo últimamente. Cualquier tema de conversación con tal de no terminar nunca de hablar.
Se notaba a kilómetros que le pasaba algo, pero nunca me atreví a preguntarle, fuese lo que fuera él sabía que cualquier cosa me la podía contar, que siempre estaba ahí para todo lo que él necesitara, tanto para lo bueno como para lo malo. No entendía por qué aquella vez no me lo quería contar, pero me daba igual, si su consuelo era hablar conmigo para mi él era bienvenido, yo también le necesitaba.
Cuando escuché a mi madre llegar con mi hermana me di cuenta de que ya era de noche, ya había anochecido. Si mal no recuerdo eran más de las nueve y media y no me había dado ni cuenta. Cené en el cuarto para poder aprovechar aquel preciado día que él había decidido "pasar" conmigo. Según iban pasando los minutos me iba sintiendo más y más cansada, los ojos se me estaban cayendo y me tomé hasta una taza de café a pesar de que me parecía la bebida más asquerosa que podía existir.
Las horas pasaron, seguíamos hablando de cualquier bobada hasta acabar delirando con "te quiero", "te amo", "te necesito a mi lado"... Así hasta terminar rendida y quedándome dormida hablando con él.
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Trailer de la película en la cabecera, la recomiendo al 100% ♥
PD: Sigan leyendo y voten porfiis ;)
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Solo quería un final feliz
Ficção AdolescenteEse pequeño momento en donde tienes la extraña y enorme necesidad de contar algo, de encontrar un confidente lo antes posible, de encontrar a alguien a quien se lo puedas contar todo y que no se queje, que se quede ahí contigo... hasta que llegues a...