Querido diario, ya sabes cómo fue nuestro primer intento de relación a distancia, y el segundo intento fue exactamente más de lo mismo: mismo tipo de conversaciones, mismo tipo de llamadas, mismo tipo de promesas sin cumplir. Solo hubo una diferencia en comparación con el primer intento: no se terminó por no volver a vernos, sino porque él vio a otra.
Llegó la semana santa, él se fue de apartamento con unos amigos, yo fui de playa en playa con mis amigas. Durante esa semana hablamos muy poco: o él estaba ocupado o lo estaba yo. Solo recuerdo que pasó muy rápida, en menos de un suspiro ya era domingo. Estaba tranquila, viendo la tele con mi hermana pequeña cuando me sonó el móvil y subí al cuarto para hablar con él.
En un comienzo estábamos hablando con normalidad, luego se puso serio. Empezó a llorar, yo no sabía cuál era el motivo, me puse a consolarlo, intentando que se calmara para que me explicara qué le pasaba. Empezó a decirme que lo sentía, que lo sentía mucho, pero no me decía el qué. Yo también comencé a llorar ¿me iba a dejar o había hecho algo de lo que se sentía arrepentido?
Me colgó. Le llamé varias veces, pero no me lo cogía, por lo que desistí.
A la hora me volvió a llamar, me pidió perdón por colgarme, que era porque no podía parar de llorar, porque no le salían las palabras. Me confesó que a lo largo de la semana me había sido infiel, que estaba de fiesta y que una chica se le acercó, que él estaba borracho y no era consciente de lo que hacía, que no recordó lo que pasó, solo que se despertó a la mañana siguiente con ella.
Me suplicó perdón de todas las maneras posibles, decía que no lo volvería a hacer, que controlaría más, que no habría una segunda vez, que lo prometía. Yo simplemente le colgué, apagué el móvil y me intenté dormir mientras ahogaba mi llanto con la almohada.
Al día siguiente fui a clase y a la salida fui directa a casa de Natalia.
Ella se sorprendió al verme, normalmente la avisaba si me iba a pasar para que ella avisara a sus padres. Le conté lo que Ángel había hecho y como no había sido capaz de decirle nada. Ella me abrazó, me consoló y me dijo que le olvidara... Ese día fue el primero en el que me dijo esa frase, que me dijo: "Olvídale". A parte de eso, también me dijo muchas cosas más, entre ellas que no tenía que volver a hablar con él, que con colgarle se sobre entendía que todo había terminado, que le había dejado, que no quería saber nada más de él.
Ese día no tenía ganas de nada. Natalia me obligó a comer y a pasar el día con ella y habló tanto con su madre como con la mía para que me pudiera quedar a dormir. Me puse un pijama suyo y la obligué a ver todas las películas románticas que me apetecían. Vimos clásicos como Titanic, Ghost o Pretty woman, pero también algunas más modernas como El diario de Noa, P.D. Te quiero o Cartas a Julieta. La cosa era ver historias de amor con las que yo me deprimiera más y soltara las lágrimas que me quedaban. Natalia solo me dijo que le debía una muy grande por hacerle tragar todas esas películas tan ñoñas. Ella tan comprensiva y cariñosa como siempre.
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¡Qué fuerte! :(
Solo diré que tres capítulo y c'est fini...
Besos
CelyLove
PD: Sobra decir que recomiendo al 100% todas las películas que menciono en este capítulo♥
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Solo quería un final feliz
Novela JuvenilEse pequeño momento en donde tienes la extraña y enorme necesidad de contar algo, de encontrar un confidente lo antes posible, de encontrar a alguien a quien se lo puedas contar todo y que no se queje, que se quede ahí contigo... hasta que llegues a...