Epílogo

961 58 61
                                    


Era increíble como el tiempo pasa y no espera. Como el tiempo logra cambiar a las personas.
No hacía mucho desde que me he tocado con Mike Schmidt. Desde esa vez en la casa de Saya que me dijo que se iba a mudar, las cosas se tornaron totalmente diferentes.

No hubo manera de hacer que Scott se diera cuenta de que tenía una hija con Doll. Él no la quiso aceptar nunca, aclaró que lo que pasó con ella fue un accidente. Ahora Doll está tratando de vivir una vida de madre soltera, sin embargo, por lo que dijo, está hablándose con alguien en secreto, obviamente tratando de olvidar a su ex-esposo, quien ahora mismo está viviendo conmigo.

La boda estaría programada para el año que viene, ya que la mudanza ocupó la mayoría del tiempo, pues luego de haberme enterado que Mike se iría, decidí dejar todo aquí e irme con él. No podía quedarme de brazos cruzados y ver como mi vida entera pasaba por delante mío. No iba a soportar perderlo otra vez. Nunca más.

El momento más feliz fue cuando me propuso matrimonio, fue lo suficientemente cursi para decirle que si. El simple hecho de imaginarme tener una vida juntos hace que mi estómago se revuelva de felicidad. Era algo inevitable.

Finalmente todo acabó. El rencor que guardaba hacia Vincent y Saya había acabado, aunque lamentablemente hace pocos días nos enteramos de que Saya padece de problemas mentales y de un instinto suicida. Nadie sabe por qué o cuáles son, pero eso fue lo único que se supo de ella, luego de haber desaparecido sin dejar rastros. La policía la intentó buscar, pero no lograron encontrarla, al igual que a Penélope, quien desapareció un mes después.

Vincent ya no salía de su casa, y cuando lo hacía era con Scott. Se sabe que viven juntos y felices.

Él ahora está en terapia, tratando de mejorar y ser la persona que fue hace muchos años.

A Vincent no le gusta hablar de temas personales o propios, pero Scott, por otro lado, nos cuenta de cada detalle, sin revelar información personal, aclara que todo está yendo bien.

Fritz está viviendo feliz, aún es soltero, pero es bisexual, por lo tanto, en algún momento llegará su "media naranja", aunque ahora no está en busca de nadie. Me dijo que me supero por completo, ya no tenía ninguna intención hacia mi ni hacia Mike, lo cual era bueno.

Scott sigue su vida, viviendo feliz con Vincent. Nada más que decir de él.

Aleksander si ha cambiado, me enteré que cuando Mike se juntaba con él, era para hablar sobre mi y mi relación. Además que hablaron sobre cómo castigarme durante tantos años de ser un "niño malo", quién sabe si eso es verdad o mentira. Me lo dijo cuando estaba borracho. Sus neuronas no funcionan del todo bien cuando su cuerpo no reacciona.

Después de todo, él tiene novia y vive ahora en mi anterior casa, vendió la suya apenas tuvo la oportunidad. A veces él viene a visitarme cuando tiene tiempo, con un ramo de rosas o peluches con tarjetas de "te amo" para celebrar mi relación con Mike. Lo cual es bastante extraño viniendo de él. Por lo menos es un acto dulce, y me alegra que me haya entendido y apoyado en mi selección de género. Soy polisexual*, y no me avergüenzo de decirlo.

-Vas a llegar tarde. -escuche la voz de mi hermano detrás mío, quien me saco del mundo de los pensamientos. Me di la vuelta y asentí dos veces.

-Creo que me perdí e-entre todos mis pensamientos. -reí sin gracia y Aleksander asintió en respuesta. Sonreí forzado antes de girar mis pies y obligarlos a caminar hacia la puerta, aunque mi cuerpo estaba gritando por un descanso, mis pies pedían con dolor despegarse del suelo.

Abrí la puerta y entre al auto, el cual por cierto, es nuevo, y me senté, dejando salir un gran suspiro de alivio. Por fin, luego de tantas horas dejando que mis pies soportaran todo mi peso por tanto tiempo. Sonreí de lado y comencé a conducir.

Your fucking Doll ~ JeremikeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora