Narra Jimin:
Seguí a Suga con la mirada mientras Seulgi seguía encima de mí. Cuidadosamente la aparté y subí a la habitación seguida por ésta.
Lo había pasado genial ese día y quería descansar, pero algo dentro de mí me decía que tenía que pasar algo de tiempo con ella, después de todo, ella era mi novia. Decidí dejar que viniera a mi habitación a pasar el rato.
Nada más entrar, me senté en la cama y ella hizo lo mismo. Puse música, cogí mi móvil y me dispuse a mirarlo pero de pronto, Seulgi se apegó más a mi y empezó a acariciar mi cuello de arriba a abajo. La miré y ésta sin previo aviso se apoderó de mis labios y los besó con fuerza. Seulgi me arrebató el móvil de la mano y lo apartó para acto seguido subirse encima de mi y atrapar mi rostro entre sus manos evitando así que me pudiera escapar.
- Jimin quería preg-
Me asusté al escuchar aquella voz de repente. Ambos miramos en dirección a la puerta donde aquella persona seguía estática con el rostro sonrojado, al igual que yo después de dejar que cualquiera pudiera ver tal escena.
- L-lo siento... no sabía... lo siento. -se disculpó antes de girarse y salir de la habitación.
¡Mierda! Apoyé la cabeza contra el cabecero de la cama y Seulgi me miró con el rostro sonrojado mientras se lo cubría con las manos.
- Lo siento Jimin... y-yo no escuché nad-
- No te preocupes. -respondí esbozando una falsa sonrisa.
Ésta se quitó de encima y aproveché para tumbarme en la cama, se acomodó a mi lado de nuevo y apoyó su cabeza en mi pecho. Miré hacia el techo y me detuve a pensar en lo que tenía que hacer. Él había visto lo que estaba sucediendo y aquella idea no me agradaba en absoluto pues se podría hacer una idea de algo que no iba a suceder, al menos no de mi parte. Cerré los ojos y maldije interiormente mi mala suerte.
Mañana sería mi último día, mi última oportunidad.
Ni siquiera sabía como ni cuando iba a hacerlo pero no tenía intención de aplazar más días aquel sentimiento que me carcomía por dentro y que me pedía a gritos salir.
***
Me había pasado el día de aquí para allá pensando en el maldito discurso y aún no había logrado encontrar ninguno lo suficientemente bueno. Ya quedaba poco para que oscureciera y yo no había hecho nada, ¿era eso posible?
Frustrado salí de la casa y miré hacia ambos lados. Me dirigí hacia la derecha con el corazón palpitándome muy fuerte en el pecho y llegado a un punto me senté. Ahí fue mi mundo se paró y ya no había nada más. Cuando todo a nuestro alrededor se difuminó y mi visión no veía nada más, tan solo a él.
- Bonito ¿eh? -dije de repente haciendo que el pequeño pegara un bote.
- ¡Oh! Eh... Si. -respondió. Y volvió a fijar su visión al horizonte.
- Suga yo... Eh... Tenía que decirte algo... Bueno, esto y-yo quería haberlo hecho hace mucho tiempo pero n-
- ¡JIMIN! -gritó una voz femenina de repente.
Seulgi vino apresuradamente hacia nosotros y cuando llegó a nuestra altura se sentó a mi lado.
- Bueno yo me voy. -dijo Suga levantándose.
¡Mierda!
Me levanté minutos más tarde y, sin pensármelo, fui tras él dejando a Seulgi en la arena perpleja por mis actos. Pero poco me importó. Caminé lo más rápido que pude pero justo cuando estaba a punto de alcanzarle, una mano sujetó fuertemente mi muñeca. Seulgi se tiró encima de mi rodeando mi cintura con sus brazos y haciendo que me detuviera y que la última oportunidad que tenía se esfumara a tan solo unos centímetros de mi. Bajé el brazo y vi como sin darse cuenta se alejaba cada vez más mientras yo seguía allí parado viendo como éste se iba y yo no podía hacer nada.
***
El día después de la vuelta, dos días antes de volver a la universidad, mi estado de ánimo era nulo. Apenas había salido de la cama pues no tenía ganas de hacer nada.
Volví a pensar en cómo, como un idiota, desperdicié aquello que había planeado y volví a maldecir mi suerte otra vez. De repente mi móvil sonó y fui a mirarlo esperanzado de que fuera él pero, en su lugar, era un mensaje de invitación a una fiesta. Tonto de mí... ¿por qué iba Suga a mandarme algo?
Volví a taparme hasta la cabeza con las mantas pero de pronto, una idea cruzó mi mente y lo vi claro.
Enviado hoy a las 13:06
Esta noche hay una fiesta, ¿te apuntas?No dudé un segundo en enviarlo y sostuve el móvil en las manos esperando a que me contestara.
Minutos más tarde el mensaje no llegaba y yo había tirado la toalla.Justo cuando iba a dejar el móvil a un lado y volver a taparme con las mantas, el móvil vibró y corriendo lo desbloqueé pensando que podría ser él pero una vez más, no lo era.
Recibido a las 13:48
Gracias por este finde tan genial. Te quiero. ♡Dejé el móvil a un lado y suspiré. No tenía ganas de responder a ese mensaje porque, ¿qué le podría decir? ¿que yo no sentía nada por ella? ¿que me había enamorado de alguien que apenas parecía verme?
Y si, enamorado. De él, de su sonrisa, de sus muecas cuando se enfada y sus contestaciones bordes, de sus ojos cuando se emociona, de su fría forma de ser y de todas esas pequeñas cosas que hacen que uno se enganche. Me gustaba Min Yoongi, me encantaba más bien. Yo me siento bien cuando el está a mi lado, todo parece pesarme menos y cuando estoy con él, el tiempo no es más que solo números cambiantes.
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When your eyes meet mine. (Yoonmin)
FanfictionComo iba a esperar que acabaría así, dejando que un desconocido que entró en mi vida por casualidad, acabara haciendo que dependiera de él de tal forma que si faltaba, la vida carecía de significado para mí.