Capítulo 19.

18 1 1
                                    

Narra Jimin:

Después de que aquello sucediera, me sentí impotente por no poder reaccionar ante aquello que se daba y que hacía que se me hinchara la vena del cuello. Intenté sacarme todo aquello de la cabeza y pasármelo bien pero no obtuve éxito alguno así que mi decisión fue darme a la bebida, no solía beber y posiblemente con dos copas se me subiera el alcohol a la cabeza demasiado rápido.

Luego de más de dos copas sentía como todo me daba vueltas. No sabía como ni cuando pero cuando me conseguí darme cuenta de lo que estaba sucediendo tenía a Seulgi sentada sobre mi mientras me besaba desesperadamente haciendo ventosa con sus labios sobre los míos. Volví en mi y al abrir los ojos, me sorprendí que la primera persona que viera allí parado delante de nosotros fuera Suga. No sé si fue bajo los efectos del alcohol pero por un momento pasé a verle a él, todas las personas a mi alrededor se habían esfumado y ya no aparecían dentro de mi campo de visión. Por un momento di rienda suelta a mi imaginación pensando en Suga mientras aquella persona me besaba haciendo que mi corazón latiera más rápido y fuerte de solo imaginarme aquello.

De repente él desapareció de mi vista y entonces todo volvió a ser lo que era, salí de mi ensoñación y me di cuenta de lo que estaba haciendo aunque aun no supiera como había llegado hasta aquella situación así que, me separé bruscamente de Seulgi y con la poca consciencia que me quedaba me levanté de allí tropezándome con todo el mundo pero con único objetivo: saber el porque de la cara que tenía Suga cuando apareció delante de mí.

Antes de nada, me fui hacia el baño el cual encontré gracias a las indicaciones de las personas a las que pregunté por el camino, y me eché agua fresca en la cara cosa que me ayudó a despertarme un poco y con la cara mojada, salí corriendo como pude hacia fuera.

Cuando logré encontrar la salida y salir por la puerta de la fraternidad, un coche que reconocí al instante pasó por delante de mí. El vehículo pertenecía a Jin e iba manejado por él mientras que Suga le acompañaba sentado en el asiento del copiloto con la cabeza apoyada en la ventanilla y una expresión de tristeza en el rostro.

Seguí con la mirada el recorrido del coche hasta la carretera y me quedé allí parado aun confuso sin saber lo que estaba pasando.

- Jimin... ¿por qué te has ido? -preguntó una voz a mis espaldas.

Sin hacerle caso bajé los escalones como pude pero me paré en el último haciendo un esfuerzo e intentando recordar el sitio donde había dejado aparcado el coche y cuando me vinieron lagunas acerca de su localización me dirigí hacia allí dispuesto a conducir aún bebido con tal de saber lo que estaba pasando.

- Jimin, te he hablado. ¿Dónde vas ahora? -me preguntó ella cuando llego a mi lado.

Me sorprendió la rapidez con la que ésta me había alcanzado y lo poco que le afectaba el alcohol a pesar de haber bebido la misma cantidad que yo. Por mucho que ella estuviera acostumbrada, habíamos bebido mucho y era imposible que ella no estuviera ebria.

- Ahora no Seulgi, ahora no. -dije arrastrando las palabras.

- ¿Primero me besas y ahora te largas como si nada? ¿A qué estás jugando Jimin? Me gustaría saberlo, así también podré divertirme.

Suspiré con fuerza y seguí andando dejándola sin respuesta alguna.

- ¡Jimin! Párate joder, te estoy hablando.

- Me duele la cabeza, cállate un poquito por favor.

- ¿Dónde vas? -insistió bajando la voz.

- A por Suga. -dije rotundamente antes de palparme los bolsillos para coger mi llaves cuando vi el coche cerca.

- ¿Quién?

- Nos vemos el lunes. -dije abriendo la puerta del conductor y adentrándome en el vehículo.

- ¿Estás loco? ¿Vas a conducir con lo borracho que estás? -le oí gritar aún dentro del coche.

Haciendo caso omiso a sus estridentes gritos encendí el motor del coche y salí a la carretera rumbo hacia la casa de Suga. Aunque la carretera se moviese y la vista se me nublara, juré que llegaría allí y así lo hice.

***

No sé ni como no me choqué contra el coche que apareció de repente con los faros del coche apagados en medio de la oscura carretera, suerte que los reflejos me funcionaron en el momento más oportuno y pude esquivarlo a tiempo. Estuve alrededor de media hora aproximadamente dando vueltas a una misma manzana antes de encontrar el portal del piso donde Suga vivía, había estado pasando por delante todo el rato pero la lucidez, aún dormida bajo los efectos del alcohol, no había acudido a mi. 

Me bajé del vehículo tambaleándome a cada paso que daba y llegué hasta su portal y sin remordimiento alguno, toqué en el telefonillo repetidas veces. Repetí esa misma acción varias veces pero no contestaba nadie así que me senté en el suelo a esperar a que regresara pero poco a poco mis párpados se fueron cerrando por el cansancio y me quede dormido en medio del portal.

***

Narra Jungkook:

Cerré los ojos y saboreé una vez más en aquella noche esos labios que me atraían como si de un imán se trataran.

No pensé en nada más ni tampoco en nadie. Éramos solo él y yo, rodeados por una burbuja creada por nosotros que nos aislaba del mundo. Ya no oía a la gente ni la música, tan solo escuchaba aquél ruido proveniente de su palpitante corazón que se juntaba con el mío creando una hermosa melodía.

En aquél punto ya no sentí el dolor que experimenté al principio al saber la traición que estaba cometiendo a la persona que había querido durante mucho tiempo, ahora me dejaba llevar por las emociones que crecían dentro de mi cada vez que su boca se aferraba más a la mía.

Porque no éramos nada, pero bien es sabido que después de una disputa lo mejor son las reconciliaciones y después de esas semanas hablando con él y esa confesión que mi corazón, inconscientemente, tanto ansiaba ya no me reprimí más y acepté que aquél sentimiento que albergaba en mi pecho no era un simple capricho o atracción era algo mucho más fuerte que se hacía cada vez más grande.

When your eyes meet mine. (Yoonmin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora