Explicaciones y Reconocimientos

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Después de comer y una serie de besos, Harry y Ginny se dirigieron hacia el castillo, donde los demás Weasley se encontraban comiendo aún, o mas bien, Ron se encontraba comiendo aún, porque los demás miembros de la familia, estaban platicando en voz baja.

El Sr. Weasley con Kingsley, la Sra. Weasley con Percy y Bill con la profesora McGonagall. El único que estaba distanciado era George, manteniendo la vista en el plato lleno de comida, pero sin probar bocado, parecía muerto en vida y quizá esta sería la descripción mas cercana a como el se sentía.

Harry decidió no entrar al Gran Comedor, donde seguro habría mucha gente, en lugar de eso, decidió enviar un mensaje por medio de un patronus.

- Expecto Patronum - Dijo Harry, y un robusto ciervo plateado salió de la varita. Dio una vuelta y al ver que no había que embestir, regresó a su amo. Harry nunca había visto a su patronus tan grande y no dudo en saber cual era la razón, la felicidad que lo embriagaba en ese momento por estar con Ginny era simplemente indescriptible, al principio no sabía que hacer, pero dijo con voz clara hacia el patronus. - Kingsley los veo a ti a los Weasley, a Hermione y a la profesora McGonagall en el despacho del director en 20 minutos.

El patronus dio con la pezuña en la tierra y salió hacia el castillo, Harry acompañado por Ginny quien no le soltaba la mano se dirigió de una forma muy lenta para poder disfrutar de la compañía hacia la oficina del director. Veinte minutos más tarde, el y Ginny se encontraban esperando a la comitiva, cuando un grito los alertó.

- ¡Harry, Ginny! - La señora Weasley corrió hacia ellos - ¿Cómo se les ocurre escapar así? Aún hay mortífagos sueltos. ¿Y si les pasara algo?

- Ya, ya, Molly. No te preocupes. Están bien, ¿lo ves? - Comenzó el Sr. Weasley - además, si alguien los atacara, estoy seguro que Harry y mi huroncito los harían correr antes de pronunciar cualquier hechizo - Dijo el Sr. Weasley con orgullo.

Harry y Ginny ruborizados no sabían que responder ante los halagos del Sr. Weasley. Harry solo atinó a decir:

- Eh... bien. Si. Los he reunido a todos, porque decidí contarles lo que Ron, Hermione y yo hicimos todo este año que pasó. Dijo Harry recobrando la compostura. Solo quiero que se mantenga exclusivamente entre nosotros. Ustedes sabrán por qué.

- Muy bien Potter, si dices la contraseña, podremos entrar para escuchar lo que tengas que decir.

Dijo la profesora McGonagall con su voz severa recuperada, después del grito que dio cuando pensó que Voldemort había matado a Harry la noche anterior.

Harry miró hacia la estatua - ¿Podemos Pasar? - preguntó

Paso libre respondió la estatua dando paso a una escalera de caracol que llevaba al despacho del director.

Cuando Harry abrió la puerta, lo primero que vio fue el retrato de Dumbledore junto a uno nuevo que no había estado en su primer visita el día anterior. Ahí se encontraba Snape mirando fijamente hacia Harry.

Harry tenia sentimientos encontrados. Por un lado, aún odiaba todo lo que le hizo pasar Snape durante seis años. Pero por otro, sin su ayuda, no habría podido derrotar al Voldemort ademas ya no podía odiar a una persona que fuera capaz de albergar tanto amor en su corazón como lo había demostrado el profesor hacia su madre. Decidió acercarse a su retrato a agradecerle.

- Profesor Snape, gracias por toda su ayuda. Estoy seguro que mamá estaría orgullosa de usted.

Esto tomó a Snape por sorpresa. - Muy bien Potter, de nada. - Respondió un tanto incómodo. Pero Harry lo seguía mirando fijamente asintiendo.

Harry Potter, viviendo tras la guerra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora