En la solitaria pero acogedora casa ubicada al pie de la playa en Tinworth, Cornwall conocida como Shell Cottage, había una celebración sin precedentes, la familia Weasley en pleno, a excepción de Charlie que como siempre se encontraba en Rumania, Harry Potter, Hermione Granger, Rubeus Hagrid, Astoria Greengrass, Minerva McGonagall y el ministro de magia Kingsley Shacklebolt, estaban a punto de rendir homenaje de manera simbólica a un héroe silencioso de la guerra. La idea de ir hasta ese lugar había sido de Ron argumentando que la mejor forma de celebrar la aprobación de la LEY DOBBY era en la tumba del elfo que había prestado sin querer su nombre para la causa.
La votación para la aprobación de la ahora denominada oficialmente Ley Dobby, estuvo más apretada de lo que Hermione pensaba. Para que una ley que reforma las costumbres de los magos y las brujas del Reino Unido, se necesita que el cincuenta y uno por ciento de los habilitados para la votación, lo hagan de forma positiva, los magos y brujas que se abstengan de votar igual se cuentan como el pleno de los votantes por lo que sus voto de abstención es tenido en cuenta para determinar el total de votos. Para el caso de la Ley Dobby presentada por Hermione Granger y Astoria Greengrass había un total de 61 votantes, los cincuenta miembros del Wizengamot, el ministro, nueve directores de departamento incluido el de aurores y un representante del Colegio Hogwarts de magia y hechicería.
La votación al final fue de 36 votos a favor por 25 en contra sin abstenciones. Como era de esperarse, el ministro Kingsley; la directora de Hogwarts, la profesora McGonagall; el director del departamento de relaciones con los muggles, Arthur Weasley; el director del Departamento de Regulación y Control de Criaturas Mágicas, Amos Diggory; El director del Departamento de Aplicación de la Ley Mágica, Dedalus Diggle y el director del departamento de seguridad y aurores, Harry Potter votaron a favor de la iniciativa desnivelando la balanza a favor de la aprobación de la iniciativa.
Para sorpresa del trio de oro, la profesora McGonagall había llamado a Winky, la elfina domestica por la cual Hermione había decidido fundar la P.E.D.D.O cuando cursaba cuarto año, para que participara en la celebración. La elfina, había continuado trabajando para el colegio como un elfo libre después de la batalla de Hogwarts. Dumbledore había informado de la situación de la criatura a sus sucesores y estos se habían encargado de mantener el trato acordado. Durante más de un año, Winky había aprendido a trabajar libremente a cambio de un par de gorros al mes que usaba y combinaba en honor a su amigo Dobby. Minerva McGonagall que en algún momento entre quinto y sexto año se había unido a la P.E.D.D.O por insistencia de su estudiante modelo, conocía de primera mano la historia de la elfina y de la inspiración que había dado sin saber para cambiar para siempre la forma en que sus semejantes eran tratados por los magos.
- ¡Winky! No sabia que aun trabajabas para el colegio. Hermione al ver llegar a la elfina se lanzó a abrazarla con lagrimas en los ojos.
- El día de los homenajes, Winky se presentó en mi oficina solicitando una revisión de sus condiciones de trabajo querida Hermione, me pidió un pago como compensación por sus servicios, me pidió un par de gorros de colores al mes para su uso y yo amablemente acepte y le ofrecí galeones pero como era de esperarse, la pequeña se negó. Me dijo que ver a Dobby y después hablar con un elfo llamado Kreacher, que después supe era el elfo de Potter, la había hecho reflexionar y en honor a su amigo Dobby que siempre la cuido cuando ella estaba deprimida, iba aceptar como pago por sus servicios en el colegio los gorros. Pensé que seria lindo tenerla hoy aquí pues ella y Dobby son los pilares del objetivo que hoy lograste.
- Profesora, nada me hace más feliz que escuchar eso que me dice.
Todos los presentes se reunieron en el jardín, al rededor de un lugar que Fleur se encargaba de mantener lleno de flores durante todo el año y en el que se encontraba una piedra blanca lisa en forma de lápida, con la inscripción "Aquí yace Dobby, un elfo libre" señalando el lugar donde hace más de un año atrás, Harry había cavado a mano y sin magia, la tumba para el elfo. Cada uno de los presentes leyó una parte de la nueva ley aprobada y Kingsley procedió a sellarla en ese lugar para hacerla efectiva. El ministro había decidido esperar para promulgarla hasta hacerlo en ese lugar como un homenaje.
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Harry Potter, viviendo tras la guerra.
FanfictionDesde mis once años, cosa que paso hace bastante tiempo, he sido lector y aficionado de las historias de Harry Potter escritas por nuestra querida, J.K. Rowling y así como asistí durante una década fielmente al cine y me moleste con algunas adaptaci...