Harry Potter, viviendo tras la guerra.

Primer cumpleaños de Teddy

En la casa mas grande y mejor ubicada de Porthminster Beach en la localidad costera de St. Ives condado de Cornualles, conocida como la casa embrujada por los vecinos y habitantes de la zona, se podía ver como poco a poco se iba llenando de personas. En los jardines habían instalado durante la tarde del sábado anterior unas carpas debajo de las cuales habían instalado durante la noche mesas y asientos. Los nuevos dueños de la casa iban a dar una fiesta por todo lo alto.

Dentro de la casa, Ginny, Hermione y la señora Weasley corrían por todo lado ultimando los detalles para la fiesta de cumpleaños del pequeño Edward Remus Lupin Tonks, el ahijado de Harry Potter el niño que vivió y de su prometida Ginny Weasley. Para los dos jóvenes y enamorados magos, Teddy Lupin era como un hijo, su hijo. Aunque Harry había contratado a un grupo de magos especializados en fiestas mágicas y prácticamente todo estaba listo para festejar al pequeño metamorfomago, Ginny su madre adoptiva y madrina y Hermione su tía, estaban tratando de ayudar en lo que más podían pues se habían perdido gran parte de ese primer año del hijo adoptivo de la futura familia Potter y de toda la familia Weasley.

Por otra parte, Harry no había soltado a su ahijado desde que terminó el desayuno. El hecho que el inteligente niño ese mismo día hubiera dicho su primera palabra, al menos la primera que le escucharon, que esta palabra fuera un "Hagy" tratando de buscar a su padrino y que seguido a eso hubiera empezado a balbucear el nombre de su padrino y su madrina, había hecho que Harry fuera incapaz de soltarlo y lo paseara por todo lado jugando y haciendo que el niño dijera su nombre frente a los invitados que poco a poco iban llegando.

A las tres de la tarde, llegaron Bill y Fleur Weasley que ya tenia 8 meses de embarazo, Harry se acercó a saludar a su cuñado y cuñada, para su sorpresa, a Teddy le llamó la atención la barriga de embarazada de la rubia y trato de pasarse a sus brazos pero Harry se lo impidió pues la pobre chica apenas si podía sostenerse.

La fiesta transcurría tal y como Harry lo esperaba. Habían invitado a todos los amigos de Hogwarts: Neville; Luna; Seamus; Dennis Creevey y su familia; Alicia Spinnet; Cho Chang, para disgusto de Ginny; Ernie Macmillan; Katie Bell y Hannah Abbott, que para sorpresa de todos, había llegado junto a Neville diciendo que era su novia.

Harry un poco contrariado había invitado por cortesía a Dean Thomas quien aceptó la propuesta y fue uno de los primeros en llegar. Los invitados que aun se encontraban en Hogwarts habían recibido un permiso especial para ir a homenajear al hijo de dos de los héroes del mundo mágico y sobre todo al hijo de un ex profesor del colegio. Toda la Orden del Fénix se encontraba en la casa. Se podía decir que toda por que Harry había trasladado temporalmente el cuadro de su padrino a la casa y tenían fotografiás de aquellos que habían caído en la batalla.

Andrómeda le había solicitado a Harry que invitara a su hermana y su sobrino, Harry de mala gana pero sin intención de hacerle un desplante a Andrómeda y sobre a Teddy que según le decía la señora Tonks, disfrutaba de la presencia de su tía Narcissa y su tío Draco, accedió a invitarlos y estos con un poco de precaución habían asistido y se encontraban en un rincón de la fiesta acompañados siempre por Dromeda como le decía su hermana.

A mitad de la tarde, Ginny y Andrómeda habían llamado a Harry para que llevara a Teddy hasta la mesa central donde un enorme pastel que habían encantado para que cambiara de color se encontraba listo para ser partido.

- Los hemos invitado a todos ustedes, amigos, compañeros, profesores, familiares de Teddy. Todos aquellos que de una u otra forma apreciábamos a Remus y a Dora para celebrar el primer año de su hijo, sabemos que ellos murieron como héroes y serán recordados como tal. Hace un año, mientras preparaba el asalto final para derrotar a Voldemort, Remus me pidió ser el padrino de su recién nacido hijo Teddy. Yo le prometí que lo cuidaría y que el pequeño tendría todo lo que yo mismo nunca tuve. Hace unos meses cuando celebramos el apadrinamiento del pequeño le solicité a Andrómeda que permitiera que Ginny me acompañara en este camino de ser padrino y ahora estamos hoy aquí celebrando su primer cumpleaños. Quiero que todos los presentes sin importar las diferencias, prometamos juntos hacer hasta lo imposible para que a este pequeño e inteligente niño, nunca le falte nada, para que crezca feliz, en paz y sabiendo que aunque sus padres están muertos, murieron buscando un mundo mejor para el, que son héroes. ¡Brindemos!