Harry Potter, viviendo tras la guerra.

Una Velada romántica en Liverpool

Era 8 de noviembre, las arpías habían decidido viajar una semana antes a París para según Gwenog aclimatarse a la ciudad. Eran las 3 de la tarde y en el Magic Gym de Londres se encontraban Harry, Ron y Dudley que había decidido empezar una estricta rutina para mejorar su apariencia física y bajar de peso, motivado por una chica con la que salia ahora que había entrado a la universidad.

Harry, invitó a su primo a que les acompañara los sábados a su casa de St. Ives a realizar sus rutinas de entrenamiento, ese día, debían partir antes de los acostumbrado pues tenían una reunión importante.

- Vamos Ron debemos llegar pronto para recibir el informe de Allisson.

Allisson Garwood había regresado de las islas Falkland y ese día les daría un informe detallado a sus superiores sobre sus descubrimientos, al parecer y a juzgar por la forma de expresarse de la chica en la carta que les había enviado cuando llego a Londres, lo que traía no eran muy buenas noticias. En la carta, la joven rubia les solicitaba que a la cita para rendir informe invitaran a el ministro de magia pero a la misma vez, sugería que fuera de forma clandestina. Kingsley había aceptado a regañadientes asistir a la reunión después de que Harry le expresara lo que pensaba sobre la misión que estaba cumpliendo aquella joven e inexperta auror.

Hermione ese día iba a visitar a Hannah en su nuevo trabajo en el Caldero Chorreante. Hace unos días, la castaña salia de Flourish y Blotts con una bolsa llena de libros muggles que había comprado en una reconocida librería cerca a Standford Bridge, y ademas, acababa de comprar tres libros sobre la preparación de comidas utilizando la magia, había decidido cambiar su acostumbrado helado por una cerveza de mantequilla fría ya que su acompañante habitual estaba ocupada con los preparativos para el viaje con el equipo, la entrar al reconocido Caldero Chorreante, se sorprendió al ver que en el mesón no se encontraba Tom el cantinero sino su ahora muy cercana amiga Hannah Abbott, después de conversar un rato, habían quedado de verse aquel día después de que la rubia saliera del trabajo para cenar en casa de Angelina en el tercer piso de Sortilegios Weasley.

- Créanme que no me alegro para nada que haya tenido razón sobre mis sospechas. Después de pasar un mes en Sur América estoy más que segura que las muertes que han habido en Alemania, Perú y Brasil son una amenaza para nuestra seguridad.

Allisson hizo una pausa mientras Ron, Kingsley, Harry y Percy la miraban con cara de sorpresa, susto y estupefacción y estaban expectantes por escuchar lo que la joven auror les decía.

- Primero, quiero pedirte disculpas Harry por que te desobedecí, me pediste que no saliera de territorio británico pero para poder conseguir esta información, estuve una semana en Botucatu junto al cuerpo de seguridad de la presidencia mágica brasilera.

- Después hablamos de eso, por favor dinos que descubriste Allisson.

Durante las siguientes dos horas en el despacho de la casa de Potter en el Valle de Godrig solo se escuchó a Allisson contar sus descubrimientos y muchas exclamaciones, gemidos y sorpresas por parte de los cuatro hombres que la escuchaban. Al parecer la situación era mas grave de lo que pensaban, el ministro ordenó a Harry destinar más recursos para la investigación de este caso y así evitar la muerte de magos o muggles británicos.

Por su parte, a Percy se le había encargado contactar al ministerio mágico de Alemania y a las presidencias mágicas de Perú y Brasil para empezar una investigación internacional y así poder unir fuerzas. Todo esto debía realizarse con el mayor hermetismo posible, los aurores escogidos para la investigación debían ser de entera confianza para Harry y Ron. Determinaron que unicamente los cinco presentes en aquella reunión y como era de esperarse, Arthur Weasley que era de la máxima confianza del ministro, Harry y sus dos hijos sabrían la verdadera gravedad de lo que deberían enfrentar. Habían decidido por ahora, excluir de esta información a Hermione y Ginny para no asustarlas aunque como era de esperarse, habían empezado a tomar precauciones no solo con ellas dos, sino con los demás miembros de la familia.