Harry Potter, viviendo tras la guerra.

Dudas

Eran las dos de la tarde y en Weasley, Farces pour sorciers facétieux acababan de cortar mágicamente el listón que declaraba inaugurada la nueva sede de sortilegios Weasley en Francia, las encargadas de hacerlo habían sido las integrantes de las Arpías de HolyHead encabezadas por su buscadora y ademas hermana de los gestores, novia y prometida del socio fundador y por un extraño movimiento y voluntad de su hermano George, socia de la empresa desde hacía casi dos años.

El listón mágico había sido encantado por George para que en el momento en que las jugadoras agitaran sus varitas, apareciera frente a ellos una imagen de Fred sonriendo y dándoles la bienvenida, invitando a todos los asistentes a pasar, conocer y comprar los mejores artículos salta clases que habían en el mundo y muchas cosas más. Después de que el encantamiento terminaba, cientos de juegos artificiales surcaron los cielos y los asistentes al evento ingresaron, estaban invitados los miembros del ministerio de magia francés, los comerciantes del sector y muchos reconocidos magos del país, además de toda la familia Weasley, los Delacour, Hermione y Harry, la expectativa generada había surtido el efecto deseado y para cuando se pudo ingresar al lugar ya habían cantidad de jóvenes y chicos conociendo y comprando artilugios. Era de gran ayuda que la moneda de los magos fuera la misma para todos en el mundo y no como los muggles que cada región tenia su nombre y su tipo de cambio.

- ¡Hola pelirroja hermosa, pelirroja, pelirroja, pelirroja. ¿Por que tan sola? ¿Acaso tu novio no vino acompañarte? pelirroja, pelirroja, pelirroja!.

Ginny recorría nuevamente la tienda disfrutando de los clientes y sus ocurrencias cuando escuchó una extraña voz que le hablaba y a la vez le coqueteaba desde atrás. En un principio no le prestó atención pues se había acostumbrado a que muchos hombres en la calle no solo en Londres, sino en París o en algunas otras ciudades le coquetearan, le saludaran o le hablaran, debido a su atractivo físico, su famoso novio, su rendimiento deportivo o su papel en la guerra mágica, en este caso y debido a la extrañeza e insistencia de la voz decidió voltearse y poner en su sitio a aquel inoportuno hombre.

- ¡Como te atreves a..............! ¡Harry!

La joven y hermosa pelirroja saltó a los brazos de su novio y le besó demostrándole de esa forma cuanto le había extrañado en los últimos días. Harry había decidido no aparecer en público hasta el día del banquete de bienvenida al campeonato europeo de Quidditch, por tal razón, el chico de la cicatriz había llegado a la oficina del señor Delacour que queda en esa misma calle y allí, había usado su capa de invisibilidad para ver la celebración de inauguración pues su intención no era perdérsela, menos si su amada pelirroja era parte de la misma.

- Pensé que no vendrías y que te irías con esa chica que te estaba esperando en la oficina de mi hermano, papá ya me había dicho que estabas con Herms y Ron aquí en la ciudad.

Ginny hablaba haciendo pucheros mientras disfrutaba del abrazo que su novio le daba a la altura de la cintura y entre palabras aprovechaba para besarle. Desde el otro extremo del abarrotado lugar la familia Weasley y la familia Delacour disfrutaban viendo a la enamorada pareja en medio de suspiros de las chicas, gruñidos de algunos hombres y sonrisas de Ron y el señor Weasley.

- ¿Como se te ocurre que le haría un desplante como ese a George? Además no podía perderme una fiesta donde mi pelirroja favorita fuera protagonista, solo que no quiero aparecer en publico hasta el inevitable banquete, no me gusta que estén encima mio preguntando cosas, eso se lo dejo a mi famosa prometida. ¿A que te refieres con que una chica me estaba esperando en la oficina de George?

- Cuando llegué hace un par de horas con papá y mamá, George me dijo que una señorita te buscaba y estaba en la oficina esperándote, fui y lo comprobé con mis propios ojos y vi una mujer joven, cabello castaño y un poco rojizo descansando en un sillón.