Skeeter sale libre por colaborar con el ministerio, se hizo justicia

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Agatha MuchMoney caminaba por las calles de París, habían escogido esta ciudad como su centro de operaciones debido a que los mantenía lo suficientemente cerca de Londres pero a la vez alejados y escondidos de los aurores que les buscaban, su esposo André MuchMoney un mago de origen británico pero criado en Francia sabia que su ciudad al igual que Londres podía ser un laberinto difícil de surcar en el caso de que los estuvieran buscando. Uno de los ingredientes esenciales de la poción que suprime los poderes a los magos era igual o mas imposible aún que la misma existencia de la misma poción. Según el mago indígena del amazonas brasilero debían conseguir la primera pluma de un fénix que renace de las cenizas, el problema era que los fénix son como todos saben un ave con muchas cualidades mágica, casi divina y muy difícil de localizar, pocos magos han tenido el privilegio de ver morir alguno y mas aún, de verlo renacer como un polluelo de entre las cenizas.

Antonin Dolohov, Gross Crabbe y Rabastan Lestrange habían cambiado un poco su aspecto físico intentando pasar desapercibidos. Aprovechando decidieron pasar a visitar a algunos ex mortifagos buscando adeptos, sabían que los aurores estarían mas ocupados en las celebraciones que en buscarlos, además, como decía Agatha lo más seguro es que los hicieran lejos, en otro continente. Aún se encontraban en el país, debían ser cuidadosos y volver a Francia el día que habían acordado con su nueva jefe, estaban decidios a quedarse hasta año nuevo, el veinticinco de diciembre, en el día de navidad las calles del Londres muggles se encontraban desocupadas al igual que las del Londres mágico, el callejón Diagon tenia algunas personas deambulando, el Callejón Knockturn como siempre tenia algunas personas en sus calles, nadie se fijaba en quien pasaba, quien entraba, los tres fugados ex mortífagos podían caminar tranquilamente por las calles que tanto conocían, entraron a una taberna de aspecto lúgubre y siniestro como todo en aquel sector, pidieron whiskeys de fuego, Antonin Dolohov tomó el profeta de aquella mañana y comenzó a leerlo. Antes de que sus dos acompañantes pudieran reaccionar, el mago había botado un sorbo de su bebida cuando leyó el titular interior del periódico. - Creo que debemos regresar con Agatha ahora mismo. - Le mostró lo que acababa de leer a Crabbe y Lestrange que de inmediato se levantaron, tomaron el periódico y lo guardaron, se pusieron sus capaz y desaparecieron camino a París no sin antes pagar por sus bebidas.

Molly Weasley canturreaba, parecía que daba brinquitos de un lado para otro en la enorme cocina de la casa de St. Ives se había despertado muy temprano a preparar el desayuno para todos los que había decidido quedarse, Kreacher y Winky le ayudaban. La noche anterior después de toda una vida esperando, por fin había visto a su artista favorita en vivo como parte del regalo de navidad que su yerno e hijo adoptivo y su hija menor le habían preparado como sorpresa, era algo que jamas olvidaría, los regalos de navidad se encontraban en el árbol y pronto toda la familia y los amigos se levantarían.

Ginny fue la primera en bajar, se había despertado increíblemente temprano después de una madrugada de buen sexo con su prometido, se le veía radiante y sonriente aun en pijama. - Mamá que haces levantada y cocinando tan temprano. - Buenos días Ginny cariño, ¿quieres desayunar ya o vas a esperar a Harry y los demás? - La señora Weasley no tenia intención de contestar a la pregunta de su hija, Ginny lo notó y no insistió, sabia muy bien que su madre estaba más que feliz, se le notaba en la cara, era una expresión que desde antes de la guerra no veía en la matriarca de los Weasley. - Creo que esperare un poco ¿Quieres que te ayude en algo? - Antes de que Ginny terminara de hablar Molly, su madre la estaba abrazando y le daba las gracias por la sorpresa de la noche anterior, las dos pelirrojas se separaron y con una sonrisa ambas terminaron de preparar el desayuno. Ron y Hermione entraron a la cocina tomados de la mano y también se divirtieron con la sonrisa y el canto de la mayor de los Weasley. - Miren a ver si se sueltan las manos un rato ¿he? - Callate enana que tu mantienes igual con Harry. - Ginny le sacó la lengua a su hermano y le puso el plato con el desayuno, Hermione se reía como siempre que su mejor amiga y su novio "peleaban" por bobadas, sabia que eran incapaces de pelear en serio y que mas lo hacían por no perder la buena costumbre de llevarse la contraria en algo adquirida en el colegio.

Harry Potter, viviendo tras la guerra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora