Harry Potter, viviendo tras la guerra.

El banquete de bienvenida

Era la primera vez que Ronald Billius Weasley asistiría a una fiesta o un banquete estrenando su túnica de gala, el pelirrojo al igual que su mejor amigo Harry James Potter y su otrora mejor amiga y ahora novia y prometida Hermione Jane Granger, harían parte de la delegación oficial del ministerio de magia del Reino Unido en el banquete de presentación y bienvenida del campeonato europeo de Quidditch, el menor de los hijos Weasley había tenido la oportunidad de dejar que desde hacia días, su novia escogiera con su exquisito gusto la túnica que este luciría en la tienda de Madame Malkim en el callejón Diagon sin importar el costo que tuviera. Ron, llevaba una hermosa túnica negra que daba la impresión de cambiar de tono, la tela había sido modificada mágicamente para que al igual que el plumaje de muchas aves, reflejara diferentes tonos según el tipo y la intensidad de luz a la que estuviera expuesta, Hermione por su parte, había comprado un hermoso vestido con brillantes durante una de sus muchas visita al centro comercial muggle, lucia un hermoso escote que permitía resaltar la belleza de la chica sin llegar a ser vulgar mientras que en la parte baja, se ceñía hasta casi las rodillas permitiendole lucir sus hermosas piernas, los brillantes reflejaban la luz haciendo juego con la túnica de su novio.

En el ultimo piso de la sede del ministerio francés de magia se vivía un gran alboroto, muchos estudiantes de Beauxbatons que se habían ganado el privilegio de asistir al banquete que se estaba desarrollando corrían detrás de los famosos que poco a poco iban llegando y colmando el lugar, habían periodistas de diversos medios mágicos de los países asistentes, jugadores de Quidditch de los equipos clasificados al campeonato y jugadores de las selecciones de los países representados, políticos y personales reconocidos. Uno de los alborotos mas grandes fue cuando Viktor Krum había aparecido de repente por la puerta, su equipo era el representante por Bulgaria y como era de esperarse, el famoso buscador se robaba los suspiros de las chicas y los elogios de los chicos, además, era acechado por la prensa y los curiosos.

Justo cuando todos los periodistas presentes se calmaban y volvían a sus lugares, llegaba al enorme salón del ministerio de magia francés la delegación británica que como era de esperarse estaba encabezada por las jugadoras de las Arpías de HolyHead y sus respectivas parejas, en realidad sus parejas en su mayoría eran chicos franceses que habían conocido en las ultimas dos semanas. Pasaron todas las jugadoras menos la nueva buscadora del equipo. Después de las deportistas entraron Percy y Arthur Weasley de la mano de Audry y Molly como representantes del ministro de magia, los periodistas y curiosos esperaban con ansias esta delegación pero se desesperaban y decepcionaban al no ver a las personas que deseaban. Ron y Hermione entraron un poco después de los demás, ellos eran parte de los invitados ilustres y especiales del evento, ademas de representantes del Reino Unido.

Al igual que en casa, la pareja de enamorados también era reconocida en este lugar por su lucha contra Voldemort junto a Harry Potter. Muchos de los periodistas se sorprendieron, cuando la pareja entro no solo de la mano y sonriente sino ademas vestidos a juego, se veían impecables, muchos, incluso los periodistas ingleses, desconocían de la relación de los jovenes. Unos pasos mas atrás hubo una escena que no pasó desapercibida, el héroe del mundo mágico entraba junto a dos hermosas mujeres, una era su pelirroja y prometida, la buscadora de las Arpías de HolyHead Ginny Weasley y la otra, una desconocida pero hermosa chica con el cabello tan castaño que según la iluminación podría verse ligeramente pelirroja, su figura era envidiable, no tenia curvas pronunciadas pero su proporción cadera, pechos y cola era perfecta, su estatura era similar a la de Ginny aunque para esta ocasión los tacones le hacían ver mas alta, lucia una espectacular sonrisa que no impedía que se le notara a lo lejos los nervios que llevaba a diferencia de sus dos acompañantes que iban muy relajados y acostumbrados a ser el centro de atención.