Harry Potter, viviendo tras la guerra.

Despedidas, Celos y provocaciones

Las semanas habían pasado rápido. Harry y Ron habían empezado dos semanas atrás como aurores, siendo Harry el auror mas joven en la historia del departamento seguido por Ron que era solo unos meses mayor. Habían causado un gran alboroto. El primer día había sido un total caos, el ministro en persona llevo a los jóvenes aurores al departamento y le enseño el lugar, Kingsley se sentía orgulloso de reclutar a los héroes del mundo mágico, lo que no esperaban era que la noticia se hubiese filtrado y cuando llegaron al ministerio, una manada de periodistas los esperara y todo el ministerio observara. Básicamente en esa mañana nadie trabajó.

El ministro había organizado para que Harry y Ron salieran en algunos eventos públicos, les encomendaran misiones de reconocimiento mientras se acostumbraban al ritmo de la oficina, el primer caso fue el del antiguo director del departamento de relaciones con los muggles hechizado con la maldición imperio. Debian investigar quien podría estar detrás de esto y con que objetivo.

Entre el trabajo y las remodelaciones, el tiempo se le había pasado a Harry buscando cada momento para estar con Ginny. Ron por su parte también aprovechaba al máximo el tiempo para estar con Hermione, cuando salía del trabajo lo hacía directo para la casa de los Granger y regresaba bien tarde en la noche a la madriguera a dormir. Este día era la ultima noche que pasarían las parejas juntas en mucho tiempo, era 31 de agosto, mañana las chicas partirían para hacer su ultimo año en Hogwarts y los muchachos habían pedido permiso en el trabajo para salir antes pues tenían preparada una noche romántica. Primero, iban a ir al cinema que tanto le gusta a Ginny, allí podrían compartir los cuatro. Era casual que aunque siempre las parejas preferían estar solos, Harry, Ron, Hermione y Ginny siempre les gustaba hacer planes juntos, compartir como amigos inseparables. Después del Cinema, se habían aparecido en la playa para cenar a las luz de las velas para después cada pareja disfrutar de un poco de intimidad.

Harry y Ginny habían ido a su habitual habitación y como siempre, no más haber entrado en esta y ya Harry había puesto los hechizos en la puerta para que nadie los escuchara. Ginny se había dirigido al baño para ponerse cómoda. Cuando la chica volvió, llevaba puesto un conjunto de lencería francesa, Harry no pude resistir mucho y antes de lo planeado se había lanzado encima de su novia.

Ron, estaba en la playa con Hermione, aunque ellos ya llevaban algunos meses juntos, dormían juntos y se amaban, nunca había pasado mas, por un lado Ron pensaba que no podía forzar a su hermosa castaña ya que le habían criado pensando en que eso solo se hacia después del matrimonio, por otro lado Hermione aunque se moría de ganas de estar con su chico de ojos azul, no era capaz de tomar la iniciativa.

En ocasiones anteriores, habían pasado varias noches en que los besos habían subido su intensidad y pasaron de besarse a acariciarse y conocer aun mas sus cuerpos. Esta noche no era la excepción, estaban en un rincón de la playa, era de noche y los besos evolucionaron en caricias, sin darse cuenta, Hermione se encontraba en sujetador y Ron sin camisa mientras se besaban apasionadamente, Ron empezó a pasar sus besos desde la boca hasta el cuello de su chica que ahora profería unos deliciosos gemidos. Hermione tomaba a Ron por el cabello mientras se retorcía por los besos. El pelirrojo bajó mas y llego hasta los hermosos pechos de su novia. Nunca había estado tan cerca de ellos con su boca, en unas noches antes los había tocado por primera vez. Empezó a besarlos instintivamente mientras la castaña trataba de levantarse para quitarse el sujetador, Ron al ver esto uso sus manos para ayudarle logrando ver por primera vez en topless a su chica, empezó a besar y acariciar todo su cuerpo hasta que Hermione lo detuvo y se tiró encima de el, ahora era el quien se encontraba contra el suelo y la chica la que le besaba, poco a poco se fueron quitando la ropa hasta que ambos disfrutaron sus cuerpos desnudos por primera vez. Habían descubierto que no solo se necesitaban en su vida cotidiana sino que también necesitaban del cuerpo del otro, esas sensaciones extrañas que ambos sentían cuando estaban juntos se incrementaban mientras se besaban y acariciaban hasta que se sintieron explotar. No les importo que estuvieran en la playa para haber hecho el amor durante largo rato, después de unas cuatro horas era casi media noche cuando Hermione recordó que debía volver con sus padres y muy a su pesar se detuvieron, pasaron a la habitación a bañarse y partieron hasta la casa Granger. - Eso fue increíble mi vida - decía Hermione con una sonrisa mientras caminaban hasta la casa. Se habían aparecido a unas cuadras para poder caminar un rato. Ron caminaba con la sonrisa más radiante que jamas esa cara hubiera puesto - Lo malo es que no podremos repetirlo en algún tiempo, Herms - No te preocupes mi vida, todos los días lo recordare y contare los días hasta las vacaciones para volver a verte - contestó la castaña, llegaron a la puerta de la casa se besaron, Ron saludo a sus suegros que esperaban aun despiertos a la chica y entro para usar la chimenea y volver a la madriguera.