Capítulo 7: El juramento

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-Después de unos días, Corrin y sus compañeros volvieron al mundo del cual venían. Todos se separaron para intentar frenar el avance de las tropas Nohrias. Corrin y Azura decidieron ir al fuerte Jinya para intentar ayudar a Sakura a cuidar los heridos. Al entrar al fuerte, Corrin pudo ver lo que provocaba la guerra. Muchas personas estaban tendidas en futones, llenas de heridas. En ese momento, vio como unos médicos tapaban el rostro de un paciente y, en una camilla, lo sacaban de ahí.-

Azura: Es terrible lo que hace la guerra...

Sakura: Corrin, Azura; gracias por venir. Necesitamos ayuda.

Hana: Corrin-sama. Soy Hana, soy una de los vasallos de Sakura-sama.

Tsubaki: Yo soy Tsubaki, soy el otro vasallo de Sakura-sama

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Tsubaki: Yo soy Tsubaki, soy el otro vasallo de Sakura-sama.

-Durante algunas horas, todos estuvieron ayudando a los pacientes

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-Durante algunas horas, todos estuvieron ayudando a los pacientes. Corrin se sentía muy mal al estar ahí. Habían muchos que habían perdido partes del cuerpo. Mientras ayudaba a alimentar a las personas, no podía dejar de pensar en la persona que había muerto cuando Corrin había llegado. Entonces sintió el llanto de una niña pequeña, al darse vuelta, vio que la niña abrazaba a una mujer. Al parecer, acababa de encontrarse con su madre. Corrin sintió algo de tristeza al recordar a su madre.-

Azura: Corrin... Ve a tomar aire... -Azura sabía que Corrin necesitaba llorar un poco y estar sola, no la culpaba. Su madre había muerto en sus brazos; y durante muchas noches había despertado gritando por pesadillas.- Yo me encargo, ve.

Corrin: Gracias... 

-Aguantando las lágrimas, Corrin salió de la habitación y poco después subió hasta los muros del fuerte. Necesitaba tranquilizarse, cuando miró al horizonte, palideció. Soldados Nohrios se acercaban rápidamente. No podía dejar que atacaran el fuerte, iba a dar la alarma cuando recordó su pelea con Xander. No podía depender de sus hermanos, tenía que pelear. En silencio bajó de las murallas y corrió hacia la única entrada del fuerte. Antes de salir, soltó la palanca que mantenían abiertas las puertas del fuerte y corrió hacia el exterior, saliendo poco antes que las puertas se cerraran. En ese instante, los soldados Nohrios se detuvieron frente a la princesa Hoshidiana. No había ruido dentro del fuerte. Perfecto. Nadie se daba cuenta que eran atacados. Si ella moría en batalla y los Nohrios tiraban las puertas, el estruendo alertaría a los demás. De repente, los soldados Nohrios se apartaron, dejando ver a un chico un poco mayor a Corrin.- 

Fire Emblem Fates: BirthrightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora