Apegado a la historia original. Corrin es una chica de 18 años, una de las hijas del Rey Garon de Nohr. Su hogar ha sido asediado por las continuas guerras con el reino vecino, Hoshido. Gracias a una desafortunada misión, la vida de Corrin y la de a...
-El viaje había llegado a su fin. Era hora de visitar a la hija de Hayato y Mozu. Todo terminaría ahora. El cabello corto de Corrin se mecía en la brisa con suavidad. Era tarde por la noche y caminaban por un bosque bastante espeso. Kana estaba montado en los hombros de su hermano mayor, Shiro. Subaki veía todo desde su pegaso. Un escalofrío corrió por su espalda al escuchar a un búho.-
Subaki: Pensé que el lugar donde vive tu hija sería algo más... alegre. ¿Estás seguro que no estamos en un nido de inhumanos?
Hayato: La última vez que estuve aquí, no era tan tenebroso. Espero que Rhajat esté bien. Seguro algo terrible sucedió.
-Mozu dormía mientras era cargada por el pegaso de Shigure. Ella era una adulta, pero tenía apariencia de doce años. Hayato parecía de trece, a pesar de tener más años que su esposa.-
Corrin: Es mejor investigar. Al amanecer partiremos al mundo del que venimos. No podemos esperar más. Garon debe haber duplicado sus fuerzas.
-La princesa Hoshidiana se sentía cada vez más nerviosa. Pronto volvería a ver a sus hermanos. Las palabras de Leo le dolían aún. Su Hemofobia había desaparecido por completo; pero aún así, sus manos seguían manchadas de sangre.-
Hayato: Mejor nos damos prisa.
-A los pocos minutos, llegaron a una enorme mansión, rodeada por pantanos llenos de veneno. El palacio estaba rodeado de inhumanos. Hayato sintió un fuerte terror. ¡¿Estaría bien Rhajat?!-
Dwyer: Inhumanos... Parece que rodean la casa...
Corrin: No. Es extraño, pero están saliendo de ella...
Hayato: Pero ahí vive Rhajat... Eso significa... Ella los está creando.
-Todos miraron en silencio a Hayato. Corrin miró seria al lugar de donde salían los inhumanos. Si éso era cierto, entonces Rhajat podía llegar a ser tan buena hechicera como Leo era.-
Hayato: Hay algo que no les he contado sobre mi hija. Ella sabe bastante de magia oscura. Mientras más peligrosa sea, más feliz es.
Corrin: No necesitabas decirlo, Hayato. Desde aquí puedo verlo. Tiene mucho talento. Casi tanto como Leo. Por lo que veo, está jugando con conjuros de invocación.
Rhajat: ¡Ji, ji, ji! ¡Por fin mis esfuerzos dan frutos! ¡Los monstruos Nohrios son míos! ¡Vengan a mí, hijos míos! ¡Soy su amadísima madre!
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Corrin: Perfecto, ella es la copia femenina y joven de Iago. No tenemos más opción que enfrentarnos a ella. Hayato, si quieres hablar con ella, tienes una sola oportunidad.
-Todos avanzaron con rapidez hacia la gran mansión. Corrin volvía a pelear sin problemas. Su cabello corto ya no se enredaba en ramas ni era los enemigos intentaban agarrarla de éste para poder atacarla mejor. En pocos segundos, Hayato logró llegar frente a su hija, mientras que sus compañeros peleaban sin dejar que los inhumanos se acercaran al palacio.