-Después de extensas horas de viaje, Corrin y sus compañeros avanzaban lentamente por unas largas escaleras naturales de piedra.-
Corrin: Maldito... Sea el idiota... que puso su pueblo por aquí...
-La princesa Hoshidiana y sus compañeros llevaban toda la noche corriendo, ahora que amanecía, subían por escaleras infinitas. ¿Qué seguía? ¿Nadar en ácido?-
Azura: No te extrañes, no se llama La Escalera Eterna por nada... Lo bueno es que recién vamos a la mitad.
Corrin: ¿Y si dejamos que Ryoma y Takumi peleen solos...? ¡AY! ¡SAKURA, ERA BROMA! ¡SÓLO QUERÍA SUBIR UN POCO LOS ÁNIMOS!
Sakura: Por favor, dame un motivo, y te sacaré otro chichón.
-Sakura había golpeado con su báculo a Corrin en la cabeza, dejándole un chichón bastante grande en la frente. Todos estaban agotados y de mal humor. Tenían hambre, y sueño. Cuando Corrin iba a responderle a Sakura, Kaze le tapó la boca.-
Kaze: Corrin-sama, guarde silencio por un momento...
-Corrin, bajó la mirada. No debió hacer esa broma. Cuando la hizo, en realidad intentaba calmarse a sí misma. Estaba muy preocupada por ambos. Pero también pensaba en sus adorados hermanos Nohrios.-
Kaze: No es por su comentario, Corrin-sama. Siento que alguien nos sigue. ¡Quien quiera que seas, muéstrate!
-Justo frente a ellos, aparecieron tres inhumanos. Rápidamente, todos tomaron sus armas y Corrin se lanzó contra ellos. Necesitaba desahogarse. Tal vez algo de adrenalina le vendría bien. La princesa Hoshidiana corrió hacia los inhumanos arrastrando a Yato, haciendo que la punta de ésta raspara el suelo y sacara chispas de éste. A pesar del regaño de Sakura por haber peleado sola en el fuerte, Corrin decidió atacarlos por su cuenta. Pocos días atrás, había decidido que, aunque estuviera en peligro su vida, no mataría a nadie. Solo los inhumanos no entraban en esa decisión, eran demasiado peligrosos como para dejarlos vivos. Después de acabar con los inhumanos, Corrin se dispuso a seguir su camino, pero de repente, las bestias comenzaron a brillar y se volvieron humanos.-
Corrin: ¡¿Qué?! ¡No son inhumanos... Son personas!
-Entonces, la chica miró sus manos. De nuevo estaban manchadas de sangre. Sangre de inocentes. Lentamente, Corrin comenzó a retroceder. Estaba temblando. Su pulso se aceleraba. Era una asesina. Comenzó a respirar con dificultad.-
Corrin: Dioses... ¿...Qué hice...?
Sakura: Corrin... ¿Estás bien?
-Era la primera vez que veía a su hermana mayor en ese estado. Nunca la había visto tan aterrada. No dejaba de ver sus manos. Estaban empapadas de sangre... Pero no era su culpa. Antes eran inhumanos... Pocos segundos después, Corrin comenzó a gritar mientras intentaba limpiar sus manos en el suelo desesperadamente. Estaba histérica.-
Sakura: ¡Hermana! ¡Hermana!
-Por más que gritara Sakura, Corrin no reaccionaba. Ella seguía intentando limpiar la sangre. ¡¿Qué estaba pasando?!-
Azura: ...Acaso...
-Azura había escuchado muchos casos sobre soldados que, después de la guerra, desarrollaban una fuerte fobia contra la sangre. Al parecer, fuertes emociones y situaciones traumáticas podrían desencadenar a ese miedo irracional.-
Azura: ...Hemofobia...
-Kaze no sabía que hacer, era la primera vez que veía a Corrin en ese estado. Cundo la conoció, ella estaba con sangre por su pelea, pero no pareció importarle. ¿Qué había pasado mientras él no estaba cuando llevó a Corrin al castillo? Después de unos largos minutos, lograron calmarla. Kaze usó su bufanda para limpiar las manos de la princesa Hoshidiana. Mientras Corrin era tranquilizada por el ninja, Azura les explicó a los demás que no debían mencionar nada que tuviera que ver con sangre o con su reciente ataque de terror. Saizo entendía que Corrin necesitaría tiempo para superar su miedo. A pesar que no tuvieran eso, sabía que no debía apresurarla o enfrentarle. Era algo que ella debía superar por si misma.-
ESTÁS LEYENDO
Fire Emblem Fates: Birthright
FanfictionApegado a la historia original. Corrin es una chica de 18 años, una de las hijas del Rey Garon de Nohr. Su hogar ha sido asediado por las continuas guerras con el reino vecino, Hoshido. Gracias a una desafortunada misión, la vida de Corrin y la de a...