Capítulo 9

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Los Ángeles, Estados Unidos.

INICIO DEL SEXTO MES DE EMBARAZO.

POV JAMIE

-¿¡Cariño te falta mucho!?

De todas las veces que le he gritado esa frase a Dakota, esta es la más emocionante. ¿Por qué? Fácil, porque hoy por fin sabremos qué será nuestro bebé.

Nuestro último control fue el mes pasado, y todo estaba en orden, David dice que el embarazo está en perfecto estado y que mientras Dakota siga alimentándose bien, nada debería salir mal.

No me preocupo por eso, porque bueno, Dakota es una asesina de alacenas y refrigeradores desde que pasó el tercer mes de embarazo y sus nauseas desaparecieron. Es como magia verla comer, porque podría tragarse la casa entera y aún así no sube ni un gramo de grasa. Es increíble.

Su cuerpo sigue siendo igual de pequeñito que siempre, incluso, si la miras de espalda ni siquiera notarias que está embarazada. Al menos hasta que se gira y veas su hermosa pancita que ya decidió crecer con ganas. Eso también fue gracioso, porque pasamos de tener una panza pequeñita a una muy grande para solo 6 meses de embarazo.

A veces me tienta la idea de que puede que Dul tenga razón, y que no sea uno...sino dos bebés. Aunque si fuera así, David ya nos habría dicho...creo.

-Ya estoy, ya estoy.- dice Dakota caminando hacia mí con sus converse negras, un jeans oscuro y una sencilla blusa pre-mamá color roja...se ve preciosa.

-¿Tienes todo? ¿Identificación? ¿Carnet de control? ¿Tu libretita para que pueda anotar lo que sea que diga David? ¿Un lápiz?.- pregunto apenas llega a mi lado lo que la hace soltar un risa.

-Sí, Jamie. Me lo has repetido tanto durante la mañana que mientras te duchabas lo puse todo en mi cartera para que luego no te volvieras loco en la consulta. Cálmate, cariño.- se para de puntitas y me da un pico en los labios.

¿Quién está nervioso? Yo no.

O bueno, quizás sí. Muchísimo.

Le doy un asentimiento y entrelazando nuestras manos vamos hasta la camioneta para luego emprender rumbo hasta la consulta de David. Espero que todo salga bien.

***

Tuvimos que esperar unos 15 minutos en la salita afuera de donde atiende David. Por supuesto, pasamos todos y cada uno de esos minutos hablando con Gill, su amorosa secretaria. Nos conoce tanto a Dakota como a mí desde pequeños, así que ya es parte de nuestra familia.

Antes de nosotros entró una pareja que al parecer ya estaban por conocer a su bebé. La panza de la mujer era gigante, pero fue tierno ver como ambos sentían las pataditas de su hijo cuando se despedían de nosotros.

Dakota y yo aún no sentimos ninguna...y aunque comienzo a desesperarme, sé que llegarán, pronto.

Una vez que la pareja se fue, Gill entró unos segundos donde David para avisarle de nuestra llegada. Cuando salió con una sonrisa gigante en la cara para decirnos que podíamos entrar, casi me hago pis de la emoción ahí mismo.

Literal.

Dakota y yo le agradecimos y entramos, dentro nos encontramos con nuestro amigo ginecólogo que nos espera con su característica sonrisa. Luego del saludo inicial y de charlar un rato de cómo iba todo, por fin llegó el esperado momento...saber qué sería el próximo integrante de nuestra familia.

David le pidió a Dakota que se tendiera en la camilla y que levantara su blusa. Luego me dijo que si quería, podía tomar asiento al lado de ella en un cómodo silloncito de color negro que estaba en un rincón de la camilla. Rechacé su oferta, con la emoción, soy incapaz de poder sentarme.

Nine Months [T.2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora