Capítulo 14

2.5K 205 49
                                    

Sala 310 en algún hospital prestigioso de Los Ángeles.

POV JAMIE

Un desfile de abrazos y besos sigue a esa exclamación. Mick pasa de brazo en brazo mientras todos lo llenan de amor, claro que no se enteró de nada porque estaba durmiendo como un lirón.

Por fin vuelve a nuestros brazos y en ese momento se acerca Dul.

-¡Mami estás bien!- chilla dándole besos a Dakota por toda la cara mientras se abraza delicadamente a su cuello.- Me asustaste mucho, pensé que te pasaría algo malo o a mis hermanitos.

-Ay mi amor, lo siento.- dice Dakota una vez que Dulcie detiene su ataque de amor.- Siento haberte asustado, pero tus hermanitos pedían a gritos salir y no les quedó de otra que hacerlo de una forma un tanto excesiva.- le dice en tono de broma logrando que riamos.- Pero ya estamos perfectos, bueno, menos tu hermanita que estará unos días más en el hospital.

-Cierto, papá ya me explicó eso.- dice orgullosa.- Debe estar en una incubadora para poder respirar bien.

-Exacto, pequeño terremotito.- le digo acariciando con una mano su cabello pues la otra sostiene a Mick.- Pero tu hermanito está aquí ¿lo quieres tomar en brazos?

-¿Puedo?- pregunta con sus ojitos brillantes.

-Por supuesto que sí.- le dice Dakota.

Dulcie se sienta en la cama con cuidado de no aplastar a Dakota o golpearla sin querer y me tiende los brazos. Pongo a Mick con cuidado entre sus pequeños y flaquitos brazos y cuando vemos que está bien acomodado, la dejamos sostenerlo por su cuenta.

Todos los celulares de la familia están captando este momento. El primer encuentro entre hermana mayor y hermano menor.

Es como magia.

Mick se mueve en sueños y toma el pequeño índice que Dulcie pasaba por su carita entre sus pequeños labios glotones, y como no, comienza mamar con fuerza.

Dulcie se parte de la risa mientras que Dakota y yo los miramos embobados.

-¡Oye!- dice cuando Mick la suelta.- Mamá es la que te da leche, no te comas mi dedo enano. Eres igual de glotón que papá, pero no te preocupes, cuando creces la comida es mucho más rica.

En ese momento Mick decide salir de su sueño y posa sus ojos azules grisáceos en los enormes ojos azules de su hermana que lo miran. Pareciera que le tomara atención.

-Sé que me entiendes porque cuando estabas en la panza de mamá lo hacías.- continua Dulcie una vez que nota la mirada de su hermanito en ella.- Así que desde ya te digo que si no te gusta Harry Potter cuando crezcas, tendrás que dormir con Zepp en su casita de perros.

-¡Dul!- dice Dakota a su lado mirándola reprobatoriamente.

-Es broma, mamá.- responde el terremotito girando los ojos.- Pero igual le tiene que gustar Harry Potter o tendremos un gran problema contigo...- mira a Mick y luego a nosotros como si quisiera agregar algo que no sabe.

Al instante entiendo que se refiere al nombre del enano, así que le respondo.

-Michael, alias Mick, Dornan Johnson, mi amor.-digo sonriendo.- Así se llama tu hermanito.

-¿SE LLAMA COMO EL MICK JAGGER DE LOS ROLLIGS? ¡ES GENIAL!- responde Dul con los ojos como platos.

Y ahí está, la clara señal de que los amores por la buena música sí se pueden pasar de generación en generación. Por supuesto que le iba a gustar el nombre, Dul es igual que Dakota.

-¿Verdad que sí?- dice Dakota.

Todos en la habitación ruedan los ojos o se ríen. Era algo muy predecible.

-¿Y mi hermanita cómo se llama?- pregunta la enana con curiosidad, haciéndome gestos para que tome a Mick de sus brazos.- Al principio no pesa nada Mick, pero luego sí.

-Sip, así son los bebés.

-Entonces...¿cómo se llama mi hermanita?

Se baja de la cama para que Dakota vuelva a acomodarse mejor y descanse. Mick vuelve a dormir, así que lo acomodamos en su cunita al lado de Dakota.

-Sky.- dice Coqui.- Sky Dornan Johnson.

-Sky...¿cómo el cielo?- pregunta.

-Sí, mi amor. Sky como el cielo.

Dul medita un tiempo sobre el nombre.

-Me gusta, es tierno. Aparte en el cielo está tu mami, papi. Es como si ella también tuviera un pedacito de mi hermanita.

¿Cómo lo hace esta niña para siempre desarmarme?

-Es...justo así, mi vida.- le responde Dakota acariciando su cabello.

-¿Cómo?- pregunta Don rompiendo el silencio de la familia.

-Una larga historia que Jamie y Dakota nos contarán mañana o cuando regresen a casa.- responde Mel.- Ahora, lo mejor es llevar todos los regalos, menos los pequeñitos, a casa y dejar a Dakota, Jamie y Dulcie pasen un tiempo con los pequeños.

Y como todo lo que Mel dice se hace, uno a uno se va acercando para despedirse el resto de la familia. Obvio, ninguno se fue sin antes preguntar cuándo podrían ver a Sky, pero como solo tenemos permiso los padres para ir a neonatología, van a tener que esperar un poquito más para llenarla de amor.

Y así, en menos de 20 minutos, la paz y tranquilidad ronda en la habitación.

-¿Papi?- dice Dul alrededor de 45 minutos después cuando Dakota se prepara para dormir.- ¿Cuándo podremos bajar a ver a mi hermanita?

-La doctora dijo que podíamos ir cuando quisiéramos...pero no sé si tú puedes entrar ahí.

-¿Podemos ir a ver e intentarlo?- pregunta juntando sus manitos en modo de súplica.

No puedo resistirme a eso.

Como tampoco puedo resistirme a la ansiedad que me carcome por conocer a la más pequeña de mis princesas.

-Podemos, mi amor. Claro que sí.

Dulcie chilla de alegría lanzándose a mis brazos.

-Me encantaría ir con ustedes, pero la doctora ya dijo que debo ir desde mañana...-dice Dakota con tristeza.

-No te preocupes, mami.- le dice Dul sonriendo.- Te traeremos muchas fotos de Sky en el celular de papá, así no la extrañarás tanto de aquí a mañana.

-¿Por qué tienes que ser tan linda y tierna, mi vida?- le responde Dakota dándole besitos.

-Ya sabes, mami...es el encanto Dornan.

Y encogiéndose de hombros sale por la puerta dejándonos a Dakota y a mí muertos de la risa.

Es un caso esta enana.

-Será mejor que la sigas.- dice Dakota secándose los ojos luego de las lágrimas de risa.- Ya sabes que es capaz de llegar a neonatología ella misma.

-Tienes razón.- me pongo de pie de un salto.- Volvemos en poco tiempo, te amo. Los amo.

Dejo un beso en sus labios y uno en la frente de mi campeón.

-Y yo a ustedes. Nos vemos.

Salgo por la puerta y antes de dar dos pasos escucho a Dakota.

-¡Y no te olvides de las fotos Dornan, porque si no las traes obligaré a Dul a hacerte cosquillas hasta que te hagas pis y ruegues por piedad!

Un escalofrío me recorre.

No. Olvides. Las. Puñeteras. Fotos. Jamie.

Y con ese recordatorio en la cabeza, salgo corriendo detrás del terremotito que ya estaba entrando en el ascensor.

Todo es adrenalina siendo padre.

Pero me encanta.

Nine Months [T.2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora