Capítulo 10

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Los Ángeles, Estados Unidos.

DÍA SIGUIENTE A LA VISITA AL MÉDICO.

POV DAKOTA

-¡Dul! ¡No corras muy cerca de la piscina!

La pequeña asiente mientras huye de Deacon que intenta mojarla con una de sus pistolas de agua. Frunzo el ceño porque me da miedo que uno de los dos caiga en la piscina y se lastime, pero todo rastro de preocupación se borra al ver que Alex los vigila desde un lugar en el que podría intervenir si fuera necesario.

Creo que siente que mi mirada se fija en él, porque al segundo lo tengo sonriéndome mientras levanta la voz para hablarme.

-Cálmate, mamá gallina. The Dude está en la casa, nada malo le pasará a los enanos.

Me río mientras ruedo los ojos por el apodo que utiliza Alex para referirse a sí mismo, pero de todas maneras le levanto un pulgar para que sepa que agradezco su ayuda.

Dejo a esos tres seguir con su juego y me acerco hasta donde está mamá y Kelley tomando el sol y charlando, me tiro en una de las tumbonas y me permito relajarme mientras acaricio mi enorme barriga.

-¿Y, Coqui? ¿Cómo lo llevas con esos pequeños?.- pregunta Kelley sonriendo.

-Perfecto, desde que descubrimos su pequeño secretito, se permiten moverse a su antojo.- respondo con una sonrisa boba.- Y es hermoso, Dul y Jamie no caben en sí de la emoción. Me atrevería a decir que estoy pasando por uno de los mejores momentos de mi vida.

Y lo digo en serio, desde que Jamie y yo volvimos a estar juntos ha sido así. Estamos viviendo nuestro cuento de hadas personal.

-Se te nota, estás radiante.- me dice Kelley y mamá a su lado le da la razón.

-Es tan lindo verlos así de babosos a ambos.- comenta mamá riendo.- Y es más lindo aún ver como disfrutan cada pequeño detalle de este embarazo juntos.

Asiento. Mamá tiene razón, aunque el embarazo de Dulcie fue una de las mejores cosas que me pudo pasar en la vida, siempre sentí que me faltaba algo, Jamie. Pero con estos enanos lo tengo a mi lado, para disfrutar cada pequeño cambio juntos y emocionarnos como no pudimos hacerlo en el pasado.

Ayer, sin ir más lejos, luego de cenar fuimos al centro comercial a comprar sus primeras ropitas. Y no sé quién de los tres estaba peor al ver cada cosita bonita que podíamos comprar. Fue un momento muy bonito en familia, y cuando volvimos a casa alrededor de dos horas después, la parte trasera de la camioneta venía con muchas bolsas de ropa para los pequeños monstruitos.

En fin, fue perfecto.

Sigo conversando con mamá y Kelley, hasta que una me pregunta por Jim.

-Supongo que ya le avisaron a Jim del embarazo ¿cierto?

Hace un día atrás que me preguntaran eso habría desencadenado un "Mierda, Jim" desde lo más profundo de mi corazón y garganta, pero luego de que volvimos de comprar ayer, lo hicimos.

Aunque digamos que casi me quedo sin suegro.

FLASHBACK

-Y...listo.- dice Jamie apretando algo en la pantalla haciendo que Jim nos mire desde el otro lado con una sonrisa.- Hola papá.

-Hola, campeón ¿cómo están por esos lados? ¡Hola Dakota!.- responde.

-Hola, Jim. Nosotros aquí, todos bien ¿y tú?.- respondo mientras le doy una de mis más grandes sonrisas y Jamie juguetea con un mechón de mi cabello.

-Bien, ya sabes, con un poco de papeleo de la fábrica pero todo súper.

-Me alegro, papá.- contesta Jamie.- Pero sabes, esta llamada tiene una finalidad...muy importante, porque digamos que debemos saber si te queda un poco de amor que dar.

Mierda, Jamie. Eres el peor dando noticias.

Jim lo mira con una cara digna de enmarcarse, porque digamos que es la viva expresión de un "¿te estás drogando?" y me cuesta toda mi fuerza interna no reírme y seguir tranquila mirando a la cámara.

-Jamie...¿te sientes bien?.- pregunta por fin.- Dakota ¿se cayó, bebió o algo raro?

Y ya está, no pude seguir conteniéndome y solté la carcajada que estaba aguantando. Cuando logro calmarme, limpio mis lágrimas mientras miro a Jamie y Jim que me observan expectantes.

-No, la verdad que no.- respondo a mi suegro que bota un suspiro de alivio.- Es solo que digamos que tu hijo no sacó el don de dar noticias.

-¿Qué clase de noticias? ¿Sucede algo malo?

-No, papá, no pasa nada. Es solo que quizás vas a tener que apretar ese corazón tuyo para dar más amor en un par de meses.

Ya está, se lo dijo. Jim medita un poco sus palabras y cuando las entiende, una enorme sonrisa se implanta en su cara.

-¿Estás...?.- dice apuntando a mi barriga.- ¡Wow, mierda! ¡Estás súper embarazada! ¿Cómo no lo noté antes?

Jamie y yo nos reímos mientras Jim sigue mirando impactado hacia mi barriga. Es como si no supiera cómo es que los bebés llegan hasta ahí, lo que da mucha más risa porque bueno, el hombre tiene 3 hijos y como 5 nietos. Bueno, 7 en un par de meses.

-¿Somos buenos guardando secretos?- dice Jamie y yo pongo cara de niña buena.

-Lo noté, wow, no puedo creer que voy a ser abuelo otra vez. ¡Voy a tener otro nieto!

-Eh...digamos que no vas a tener solo uno.

-¿Cómo?

-Son gemelos. Niña y niño.- explico.- Vas a tener que dar doble ración de amor. ¿Sorpresa?

Y lo que pasó a continuación solo logró preocuparnos, Jim se cayó de su silla de pura impresión. Jamie y yo nos desesperamos, pero solo fue un susto, en menos de un segundo estaba otra vez frente a nosotros.

-Lo siento, digamos que la sorpresa me sacudió el mundo- dice excusándose una vez sentado frente a la cámara.

-Vaya, ahora sé por qué te desmayaste hoy donde David.- le comento a Jamie dándole golpecitos en el brazo.- Es de familia.

-¡Hey!.- me dicen a coro.

Nos reímos y de pronto Jim tiene los ojos llenos de lágrimas de felicidad.

-Bueno, pues...¡felicidades! ¡Me muero por tener a esos dos pequeños en mis brazos!

-Nosotros también, te mandaremos pasajes el próximo mes, así no te pierdes nada antes del nacimiento ¿está bien?

-¡Los estaré esperando!

Y luego continuamos conversando por un par de minutos hasta que finalizamos la conexión para irnos a descansar.

FIN DEL FLASHBACK

Mamá y Kelley se ríen por la caída de Jim y me felicitan por no haber dejado pasar otro día para contarle a mi suegro que va a ser abuelo otra vez. Es fin, en mi defensa, todos los días sucedía algo que nos hacía olvidarlo, pero bueno, ya no hay de qué preocuparnos.

Papá nos invita a la piscina, y como está haciendo un calor de mil demonios, no nos resistimos y en poco estamos todos dentro disfrutando del agua.

Los flashes comienzan a salir de nuestros teléfonos para que este día quede por siempre en nuestras memorias. Mamá nos toma una foto junto a Dul y Jamie, cada uno sostiene mi barriga desde un lado, y es una foto muy linda.

Decidimos que mamá podía subirla ¿si el mundo ya sabía de nuestro matrimonio, por qué no de nuestros bebés? Es mejor eso a que lo pongamos de portada en una revista. Lo hace y al segundo explotan las notificaciones en su celular. Nuestros fans estallan de emoción, y nos mandan buenos deseos y apapachos para Dul.

Y así, es como todo el mundo ya sabe sobre la existencia de los nuevos monstruitos de nuestra familia.

Nine Months [T.2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora