Nine Months [T.2]

Capítulo 16 (Mini maratón 2/2)

Neonatología de algún hospital prestigioso de Los Ángeles.

POV DULCIE

-¿Qué tienes, mi vida?- pregunta papá bajito.

Tomo aire para poder responderle y dejar de llorar.

-Es que, es feo ver a Sky así, papá.- digo sincera.- Ningún bebé debería estar aquí, son muy pequeñitos como para no estar con sus papis y tener que luchar por sus vidas.

Papá deja caer una lágrima mientras me abraza. Mi tristeza de a poquito se pasa.

-Lo sé, Dul. Pero a veces estas cosas pasan, pero no hay preocuparnos porque todos los bebés tienen a un angelito que los cuida desde el primer momento en que salen de la panza de sus mamis.- me dice sonriendo.- Y aunque a veces algunos fallecen siendo muy pequeñitos, es porque el angelito sabe que ese bebé tenía que estar en otro lugar en ese momento.

Intento hablar pero papá me interrumpe.

-Pero...ese no será el caso de tu hermana, te lo juro.- dice muy decidido.- Aparte, ya escuchaste a la enfermera, dijo que todo estaba perfecto y que incluso puede que Sky se vaya antes de aquí y no en una semana como dijeron al principio.

Tiene razón. Mi humor comienza a mejorar.

-Ahora...estoy seguro de que esa enana que está ahí.- dice apuntando hacia Sky.- se muere de ganas de conocer a la persona que tanto le habló y advirtió cosas estando en la panza de mamá.

Y con una última sonrisa que le respondo, toma mi mano y nos acerca hasta un costado de Sky.

Miro por los cristales, esta vez ya sin miedo y me fijo en que, a diferencia de Mick, el pelo de Sky es un poquito más claro. Mick lo tiene café clarito y el de Sky es casi rubio. En todo lo demás, es igualita a Mick, solo que la cobijita sobre la que está recostada es rosada, y la de Mick en la pieza de mamá era verde.

-Puedes tocarla, cariño.- dice papá al notar que dudo entre meter la mano o no.- Recuerda que ya nos sacamos los gérmenes de las manos antes de entrar.

Le hago caso, así que meto la mano despacito y acaricio la espalda de Sky. Está calentita y suavecita.

Creo que nota que soy yo la que la toca, porque sus ojos se abren para mirar hacia donde estamos con papá. Y sus ojos son iguales a los de él.

Otra cosa diferente con Mick, los de él son una mezcla entre los azules de mamá y los grises de papá, o al menos algo así dijo mamá.

-¡Tiene tus ojos, papi!

-Así es, creo que mamá será muy feliz de que alguno de ustedes tenga más gris que azul en la mirada.

Papá y yo nos reímos mientras él se encoje de hombros.

Sky sigue mirándonos fijamente mientras mueve una manito. Dirijo mi índice hacia ella y cuando queda cerca de su alcance, lo encierra entre sus pequeñitos dedos.

-Hola, enana.- digo hablándole por fin.- Soy Dulcie, aunque papá ya te lo dijo hace un rato. Espero que no seas como Mick que intentó comerse mi dedo, porque creo que te quedarás con ganas de que salga leche de él y mamá no está aquí.

Sky vuelve a hacer soniditos como si me entendiera y suelta mi dedo lentamente. Seguimos hablándole un rato más cuando recuerdo que le prometimos a mamá llevarle muchas fotos de Sky para que no la extrañe.

-Papá ¡las fotos para mamá!

-Joder...tienes razón enana.- responde sacando su celular desde debajo de la bata azul que llevamos puesta.- Te debo una.