Capítulo 13

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Sala 310 en algún hospital prestigioso de Los Ángeles.

POV JAMIE

Después de quitarme la ropa del quirófano y aceptar la que papá inteligentemente me fue a buscar a casa, por fin, me encamino a la habitación de mi mujer.

Al entrar, me encuentro con Mel que sentada en uno de los silloncitos de la habitación lee una revista (que vaya a saber Dios de donde la sacó). Al percatarse de mi presencia, levanta la vista y deja a un lado su lectura.

-Antes de que digas nada.- me interrumpe levantando una mano.- Acaba de venir una enfermera para decirme que traerán a Dakota en unos 20 minutos. Tenían que tenerla en la sala de post-operatorio durante un tiempo.

Suelto el aire que inconscientemente estaba conteniendo.

-Gracias, Mel.- respondo dándole un beso en la mejilla.

Mel solo me sonríe.

-Entonces...eres padre, otra vez.- me dice riéndose.

-¡Lo sé!.- suelto una risita junto a ella.- Es algo loco ¿sabes?, hasta ayer en la noche éramos 3 en la casa, pero ahora cuando volvamos en unos días seremos 5...es tan loco y hermoso.

-Es hermoso hasta que los bebés lloren en medio de la noche porque se hicieron del dos...ambos, al mismo tiempo.

Mel me mira y sonríe traviesamente. Oh mierda, si quiso ponerme nervioso, lo logró.

-Eh...gracias por eso, ahora ya no es tan hermoso.

Se parte de la risa antes de darme un abrazo.

-Hey, lo van a hacer genial. Dakota tiene experiencia con pañales y llantos ¿de verdad crees que va a dejar que entres en pánico, Dornan? ¿O que cualquiera de nosotros dejaremos que la locura los consuma? ¡Por supuesto que no!

-Sí, pero...los únicos pañales que he cambiado en mi vida fueron los de un bebé de plástico en la clase de padres a la que fuimos, los de una barbie de Dul y los de Zepp una vez que estuvo enfermo...y hasta esos me costaron, Mel.

Creo que mi suegra nota mi pánico porque comienza a aconsejarme mientras su mirada se dulcifica.

-¿Y tu punto es...?- me dice con voz interrogante.- Cuando nació Alex el único pañal que había cambiado en mi vida fue el de mi osito Teddy cuando era niña, y aunque me hizo pis dos veces el muy travieso, nunca pasó nada grave.- se encoje de hombros mientras me acaricia la mano dándome tranquilidad.- Jamie, lo vas a hacer perfecto. Y si te equivocas, Dakota estará a tu lado, al igual que todos nosotros. Eso sí, si el pequeño saca los mismos hábitos de maldad que su tío, pido que obliguemos a Alex a cambiar sus pañales...para que vea lo que se siente.

Me es imposible no reírme. Esta mujer es genial.

-Hecho.- respondo tendiéndole la mano.- Pero yo pido grabarlo cada vez que lo haga.

-Hecho.- responde mi suegra.

Justo en ese momento se abre la puerta y entran dos enfermeras junto a un camillero que trae a Dakota. Nos hacemos a un lado, y luego de acomodarla bien en la habitación y chequear que sus signos vitales, suero y demás estuvieran en perfectas condiciones, se van no sin antes decir que subirán a nuestro campeón en unos minutos.

-¿Cómo estás, mi vida?- pregunto mientras dejo un beso en su frente luego de que Mel casi se comiera de amor maternal a Dakota.

-Bien...aunque un poco preocupada por nuestra pequeña.- dice bajito y sus ojos se llenan de lágrimas.- Jamie, prométeme que no le va a pasar nada.

Nine Months [T.2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora