Capitulo 2

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Salí de mi cuarto, pero aquel muchacho ya no estaba. Bajé a la cocina, donde se encontraba mi madre junto a otra mujer y al chico. Este estaba completamente sonrojado.

-Cariño, ¿te acuerdas de ellos?- Típica frase de madre que aunque sabe que no te acuerdas te lo pregunta para joder un poco.- Jugabas desnuda en su jardín.

Esto era el colmo, ahora la que estaba roja era yo, ¿¡cómo se le ocurre decir eso!?

-No, no me acuerdo-. El chico soltó una carcajada y le miré con cara asesina.

-Ay, hija. Son María y Rubén. Erais muy amigos en la infancia-. Dijo mi madre súper sonriente.

-Bueno, pues encantada de volver a veros-.Solté lo más sonriente que pude-. ¿Puedo irme ya?

-Nos vamos a quedar todo el día-. Dijo la madre, ¿María? Mah, tampoco me importa su nombre-. ¿Te importaría salir con Rubén y enseñárle un poco la zona?

-Pf, no, no me importa-. Susurré cansada. Noté como mi madre me miraba enfadada y Rubén sonreía victorioso.

Salí de la cocina y por desgracia, Rubén me seguía. Tenía un plan y seguro que funcionaría. Me libraría de él toda la tarde.

Cogí mi skate y me coloqué entre el brazo y la cintura. Rubén me estaba hablando, pero pasé de él. Caminé por la gran avenida lo suficiente para que mi madre no pudiese vernos. Yo solía ser muy paranoica con estas cosas. De repente, tiré mi skate haciendo que empezara a rodar y me monté en él, alejándome lo más posible de su presencia.

Llevaba ya un rato de camino cuando veo a Rubén colocándose al lado mía con otro skate, MI otro skate. Me paré en seco y él hizo lo mismo.

-¿Por qué has cogido mi skate sin permiso?- Recalqué el "mi " para que se enterase bien.

-Te pregunté saliendo de tu casa y simplemente te encogiste de brazos. Por cierto, ¿a dónde vamos?- Preguntó sonriente.

-Mira, Rubén-. Hablé con el mayor tono de asco que pude-. No te caigo bien y tú a mí tampoco, así que tú te vas en una dirección y yo me voy tranquilamente en otra.

-No te caigo bien, ¿eh muyaya?-. ¿Pero de qué iba? ¿Muyaya?

-Arg, ¡que me dejes en paz¡- Me giré dispuesta a irme, pero me cogió de la muñeca girándome y plantándome un beso en los labios. Espera, ¡mi primer beso! Este se iba a enterar.

Le pegué una ostia en toda la cara y salí de allí en mi skate. Es verdad, no me había pasado, pero solo quería llegar ya al centro y pasar de ese idiota. Parecía que ya no me seguía, así que aminoré el paso.

¡Me había dado mi primer beso el muy capullo! Eso es algo especial, tiene que ser con alguien especial, no con un gilipollas que... No importa, tenía que tranquilizarme. A veces perdía un poco el control y me ponía a insultar a todo lo que se moviera.

Seguí caminando hasta llegar al parque. Allí, como siempre mis amigos. A los que tanto adoraba. Pasé la tarde con ellos, montando en skate, hablando sobre lo que haríamos en vacaciones y como siempre de lo chula que estaba la nueva mezcla de Dj 71. Pf, que pesadilla. Cuándo la gente se empezó a ir del parque, decidí volver a casa. Con un poco de suerte, Rubén ya se habría ido y no tendría que aguantarle más. Me fui yendo pensando en que le diría a mis padre para ir a Tommorrowland. Pero por desgracia, cuando llegué a casa, Rubén y María seguían allí.

-Alex, ¿qué te pedí que hicieras?- Mi madre, aquella que siempre tenía una preciosa sonrisa y me aguantaba, ahora era el mismo demonio. Cuernos incluidos-. Te pedí que le enseñaras esto a Rubén, sin embargo se lo encuentra tu padre perdido en mitad de la nada!

-Bueno, técnicamente, me lo dijo María, no tú-. El cabreo era cada vez más notable. En ese momento me arrepentía bastante de lo que acababa de decir. Grito en tres, dos, uno...

-ALEX, TE LA ESTÁS GA-... María le cogió del brazo y le miró de manera tranquilizante.

-Relájate, no pasa nada-. Bendita María-. Además, tendrán que verse la cara más a menudo.

-¿Por qué dices eso?- Preguntó Rubén con la misma cara de pánico que yo.

Porque nos mudamos a la casa de al lado.

Dj 71Donde viven las historias. Descúbrelo ahora