Llegué a casa con ganas de llorar, echaba demasiado de menos a Rubén y Lucas me había molestado notoriamente. Sin embargo, no podía dejar que Laura me viera en aquel estado, así que reprimí esas pequeñas lágrimas y me quedé en mi cuarto escuchando música. Minutos más tarde llegó mi hermana, venía preocupada y cómo no, acompañada de Laura.
-¡Alex!- Me llamó desde abajo.
Hice caso omiso y me puse el auricular que me faltaba, con la intención de no oírles. Pero, como era de esperar, ellas dos entraron en mi habitación impidiéndome estar en el momento de soledad que tanta falta me hacía.
-¿Qué queréis? -Pregunté sacándome el auricular del oído derecho.
-Hablar seriamente contigo -Dijo Laura.
-Pues yo quiero estar sola- Repuse algo molesta-, así que si no os importa...
Me puse de nuevo el auricular y seguí escuchando música, sin embargo mi hermana me quitó ambos auriculares y Laura me puso en pie.
-No te vas a librar de nosotras tan fácilmente- Rió mi hermana.
-María, sabes que no lo vas a conseguir- Dije intentando sentarme de nuevo.
-Y tú, Alex, sabes que ambas somos igual de cabezotas- Explicó ella-, por algo somos mellizas.
-Pero...
-Pero nada, además hemos estado años sin vernos- Empezó a decir como excusa-, ¿eso es lo mucho que me quieres?
-Vale- Accedí finalmente-. Y que sepas que no te quiero.
-Ya ya...- Dijo Laura riendo y tirando de mí fuera de casa.
Caminamos por todo el barrio hasta llegar a la Estación del Norte. Les seguí extrañada, no alcanzaba a comprender qué hacíamos en una estación de trenes.
-¿Qué se supone que hacemos aquí?- Pregunté con bastante curiosidad.
Ninguna de las dos me respondió, si no que siguieron andando hasta llegar a uno de los andenes y sentarse en un limpio banco de los que allí se encontraban. Imité sus actos, aún extrañada por todo y sin ningún ápice de encontrar respuestas por mí sola sobre lo que ahí estaba ocurriendo.
-Veamos, queremos solucionar las cosas entre Rubén y tú- Comenzó María.
-¿Estás de coña?- Pregunté incrédula-. ¿Qué vas a hacer? ¿Llamarle y decir que solucionemos lo que sea que haya pasado? Porque sinceramente, no tengo ni idea.
-Idiota- Soltó Laura.
-Eh, te he oído.
-Ya, lo sé, es lo que pretendía- Dijo ella-. Es que tienes que ser tonta para no entender las palabras de Rubén.
"Avísame cuando la Alex de la que me enamoré vuelva." Esas palabras seguían en mi cabeza, aún sin respuesta. Por mucho que le daba vueltas y vueltas, no conseguía encontrarle un algo de coherencia. Solo conocía una Alex y era yo, ¿no? ¿A qué se refería pues?
-No entiendo...- Dije agachando la mirada-. Seré tonta y todo lo que tú quieras, pero explicádmelas por favor. No he cambiado, sigo siendo la misma Alex de la que él dice, se enamoró; aunque ya no estoy tan segura de eso último.
-¿La misma Alex? ¿Estás segura de lo que dices?- Me preguntó María dejándome con la cabeza llena de pájaros.
-Sí, ¿no?- Ya me encontraba en aquella situación en la que dudas de hasta tu nombre.
Laura negó con la mano en la frente y María suspiró frustrada.
-¡No eres la misma!- Gritó cabreada María, llamando la atención de más de uno en el andén-. ¡Alex, mi hermana, la que todos conocemos, esa ya no eres tú! ¡Ahora eres una maldita famosa con la fama subido a la cabeza!
-¿¡De qué hablas!? ¡No se me ha subido nada a la cabeza! ¡Estáis locas!
Noté como Laura observaba algo por encima de mi hombro mientras soltaba un pequeño "Mierda". Giré en busca de ese algo que Laura miraba y divisé a un Rubén descuidado, andando en nuestra dirección maleta en mano.
-¿¡Eso es lo que queríais!? ¿¡Que me arrastrase detrás suya y pidiese perdón por algo que no es verdad!?- Grité muy cabreada observando ahora a María y a Laura. Pude notar la vista de Rubén clavada en mi nuca-. Vayas amigas que estáis hechas...
Me dirigí a la salida llena de furia, con ganas de romper alguna pared y de mandarlo todo a la mierda. Algunas personas me habían reconocido en el acto y me seguían preguntándome que qué me ocurría, pero solo una voz me hizo parar.
-¡Alex!- Gritó la conocida voz de Rubén a mis espaldas.
-¿¡Qué!?- Grité de vuelta mientras me giraba a verle.
Se encontraba delante de Laura y María, las cuales estaban llorando. Se le notaba cabreado.
-¿¡Ves esto normal!? ¿¡Veías necesario armar todo este jaleo cuando ellas solo querían ayudarte!?
Parecía como si el tiempo se hubiera detenido, todas las personas que antes andaban de un lugar a otro con paso acelerado, ahora se hallaban quietas, observando nuestra discusión. Los que andaban a mis espaldas pidiéndome cosas y preguntándome sobre cómo me encontraba, ahora se habían alejado de mí dejándome sola ante Rubén.
-¡Sí!- Grité aguantando las ganas de pegarle un puñetazo, aunque en el fondo le siguiese amando con toda mi alma-. ¡Sí que lo veo normal, porque se equivocan y no son quienes para obligarme a arrastrarme detrás tuya!
-¡Pues te equivocas! ¡Ellas solo te han dicho la verdad! ¡Se te ha subido a la cabeza por completo!

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Dj 71
Fiksi RemajaAlex, es la Dj más importante del mundo, pero nadie sabe que es ella.