-Última llamada para los pasajeros del vuelo 1348 con destino Madrid.- Dijo una voz por el megáfono.
Laura y yo nos separamos sonriendo.
-Que tengas buen vuelo.- Dijo ella.
-Gracias. Nos vemos allí, ¿no?
-Por supuesto.- Respondió ella abrazándome de nuevo.
Rubén y yo nos dirigimos a embarcar cogidos de la mano. La gente nos miraba y de pronto, otra vez nos encontrábamos rodeados de miles de personas. No me importaba, pero me estaba empezando a costar respirar. La gente se apelotonaba a nuestro alrededor organizando una avalancha inhumana. Se escuchaban gritos de emoción y alguno que otro de dolor ya.
-A ver, espacio.- Empezó a decir un agente, acompañado de una patrulla, acercándose a nosotros.
La gente los dejó pasar con dificultad y ellos nos abrieron paso hasta nuestra puerta de embarque. Cuando llegamos nos pidieron el pasaporte y el billete, y una vez comprobados, nos dejaron pasar a nosotros dos solos.
-A partir de ahora avisen cuando vayan a un lugar público, por favor.- Dijo el agente en inglés. Suerte que a esas clases sí atendía.
-Lo sentimos.- Dijo Rubén.
-No nos imaginábamos que fuera a pasar algo así.- Expliqué.
-Ahora avisaremos al aeropuerto de Madrid de que vais, pero que no vuelva a pasar, por seguridad.
Asentí y pasamos al avión. Nos habían dejado entrar solos, así que aún no había ningún otro pasajero, saludamos a las azafatas y al piloto como era costumbre y buscamos nuestros asientos. Minutos después empezaron a entrar más personas, nos miraban y algunas se acercaban a pedirme un autógrafo, pero no pasó nada más. Me pasé el vuelo durmiendo.
-Alex, despierta.- Me susurró alguien zarandeándome un poco.- Ya estamos llegando.
Abrí mis ojos encontrándome con los de Rubén. Sonreí y me incorporé en mi asiento.
-¿Estás nerviosa?- Me preguntó.
-¿Por qué?
-Por tus padres.- Explicó con tacto.- Tendrás que ir a casa, ¿no?
-Es verdad... No había pensado en eso...
-¿Y qué piensas hacer?- Preguntó echándose para atrás.
-Pues no sé, supongo que iré, entraré en casa y no mantendré palabra con ellos, como siempre.- Él me miró con desaprobación.- ¿Qué?
-Que vale que no les quieras mucho que digamos.- Empezó explicando.- Pero siguen siendo tus padres y no sé, quizás deberías intentar arreglar un poco las cosas.
-Por ahí sí que no paso.- Respondí rotundamente.- No desde lo de mi hermana.
-Bueno...
El avión aterrizó y cuando bajamos un grupo de policías nos llevó hasta un taxi sanos y salvos, debido a que todo el mundo se había enterado de que venía, no sabía cómo. Pero lo que me atemorizaba era el hecho de ver a mis padres, no tenía ni idea de como iban a reaccionar, pero la llamada que me hicieron no me daba muy buenas esperanzas.
El taxi paró entre la casa de Rubén y la mía, y después de una pequeña pelea, pagamos a medias. Cogí mi maleta y me encaminé a mi casa. Abrí la puerta del jardín y llamé a la puerta temblorosa. Me abrió mi madre, quien nada más verme se quedo paralizada.
-Hija... Has vuelto.
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Dj 71
Dla nastolatkówAlex, es la Dj más importante del mundo, pero nadie sabe que es ella.