Fin de la calma

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- Ciel acabas de arruinar el merengue para el postre-

- me dijiste que agregará el huevo a la mezcla y eso hice...-

- si, pero sólo la clara de el huevo no todo completo-

El pequeño, se tocaba la frente frunciendo el ceño en señal de frustración y molestia.

- bueno ya deja que lo arregle de nuevo esta bien ?-

- Ciel, amor yo creo que mejor ayúdame con la mesa y terminaré rápido si?-

El Demonio mayor beso la frente de su pequeño y le dió un leve empujoncito hacia el comedor, tenían días en que su convivencia se hacía más unida y el menor se empeñaba en aprender hacer algunas labores con su amante, aunque la mayoría de las veces terminaban en desastre dado a su torpeza.

La tarde se iluminaba con el colorido ocaso, los dos amantes se disponían a comer su merienda. La mesa bien acomodada y con unos deliciosos postres y el famoso té, ambos degustaron con tranquilidad y calma como si fuera un día normal y cotidiano, lamentablemente el chico callaba el miedo que embargaba su interior. Aunque Sebastian trataba de animarlo y quitarle esas ideas de su mente el aún dudaba de su supuesto futuro feliz y color de rosa que soñaba.

Unos leves toques en la puerta le hicieron reaccionar de golpe, el mayor con cautela salió veloz hacia la salida principal sin encontrar a nadie fuera, un pequeño sobre yacía en el piso. El pequeño tomo la carta y le ordenó al mayor - lee lo que dice por favor-

- está bien -

" Llegó la hora de darle final a este asunto tonto entre tu y yo, te espero en 3 días en su antigua casa que abandonaron para decidir si muero yo o terminas siendo mi almuerzo, sin trampas y sin sorpresas"

La demonio había enviado su carta de sentencia, una cita que debían aceptar o de lo contrario olvidar

- Sebastian, vamos a huir lejos de aquí donde nadie pueda saber de nosotros-

- Ciel, eso dudo que funcione, es seguro que está mujer tratara de seguirnos donde sea que vayamos, lo mejor es hacerle frente de una buena vez y te deje en paz-

Su corazón se paralizó, su mayor miedo era ese, el momento de tener que ver nuevamente a esa mujer y enfrentarla de una vez por todas. Lo sujeto de el brazo con fuerza y se aferro en un arrebato.

- noooo, no quiero que vayas, busquemos otra solución, pero no lo hagas !!!!-

El mayor se conmovió al ver su cara llena de sufrimiento y angustia, lo sujeto de sus hombros y lo atrajo hacia su pecho dándole un fuerte abrazo.

- no debes de preocuparte, no pasará nada yo prometí que nadie te dañara ni te tocará entiendes ?-

- idiota, ese es el problema, no estás pensando en ti...estúpido -

- vaya amor si que eres muy cariñoso, vamos relájate y no pienses en eso ahora -

Lo cargo en sus brazos y se dirigió a su habitación, cambio las ropas de su pequeño y se recostó junto a él.

Inmerso en sus pensamientos el pequeño decidió hacer una pregunta

- Sebastian? Podrías contarme de ti ...se muy poco y aún así siento que no te conozco de el todo como tú a mi-

- que puedo decirte, una larga vida llena de aburrimiento y soledad, las únicas cosas que divierten a seres como nosotros es el causar desastres en la humanidad. Hacer contratos para conseguir almas y alimentarte o simplemente robar alguna, la verdad tarde o temprano llega a ser tedioso y monótono este tipo de vida... Pero un día conocí a cierto chiquillo arrogante y orgulloso que me robo mi libertad-

- ...No soy arrogante-

- si lo eres, tu personalidad me robo el corazón-

Con un leve sonrojo el chico desvío la mirada y se abrazo más a su amante, el mayor acariciaba sus cabellos con ternura, ya era su costumbre abrazarlo hasta que el pequeño se dormía, a pesar de ser un demonio joven aún conservaba sus necesidades humanas y eso le parecía más adorable al mayor.

En otro extremo de la ciudad dos féminas conversaban alegremente.

- bien ahora sólo falta esperar que esos idiotas vengan y tu te encargas de el mocoso y yo de el mayor entiendes?-

La chica de cabellos negros y ojos violetas sentía miedo, era su primera vez que peleaba con otro demonio y no dejaba de sentir nervios. Su hermana la mayor "rose" sólo la usaba a modo de distracción aunque eran hermanas de la misma sangre demoníaca ella no sentía el apego familiar por la menor

- pero...crees que en tu estado podrás ganarle ?-

- claro que podré boba ya verás tengo mi carta especial bien guardada y ese mocoso va a terminar dentro de mi estómago -

El rostro de rose se teñia de un leve tono gris, su cuerpo comenzaba a reflejar los estragos de dicha maldición causada por ese demonio dolido, algunas pequeñas manchas negras cubrían parte de su brazo izquierdo, esa era la causa de la urgencia de poder devorar a Ciel pero sabía que Sebastian no la dejaría pasar tan fácil y su plan estaba ya trazado.

La luna se iluminaba en el cielo y el pequeño chico dormía tranquilamente abrazado a su demonio amante, la mirada de Sebastian reflejaba algo de seriedad, sus pensamientos eran turbios, podría salvar a su pequeño sin salir herido ?

Tanto tiempo sin comer un alma de calidad lo tenían algo torpe en cuestión de fuerza. Su temor era no ser lo suficientemente rápido para actuar y tendría que pensar en algún plan y quizás en buscar ayuda.

 Su temor era no ser lo suficientemente rápido para actuar y tendría que pensar en algún plan y quizás en buscar ayuda

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Hasta La EternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora