El Demonio de ojos dorados

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Un nuevo día saludaba nuevamente y los rayos de el sol penetraban la ventana de la modesta pero acogedora casa, el pequeño demonio se sacudía el cabello para despertar.

- Buenos días amor - un sonrojo en las mejillas de el pequeño lo hicieron avergonzar ante el saludo de su amante mayor.

- vamos no digas esas cosas -

- pero se supone así se saludan las parejas de amantes no ? -  El mayor le ayudaba a cambiar la pijama como ya era su costumbre. -Tenemos algo importante que hacer el día de hoy Sebastian ? -

- realmente no pero si gustas hacer algo sólo dímelo -

- bien primero vamos a desayunar -.

La mesa estaba servida y como siempre el joven tomaba su té acompañado de algún postre de su agrado, el mayor lo miraba atento su mirada había cambiado y sus ojos brillaban más al contemplar el rostro de su pequeño amante esto lo podía notar el otro y le causaba timidez antes esas miradas, ¿ realmente su ex mayordomo se estaba enamorando? o era por aquella noche de pasión tan desbordada que el tenía esas actitudes, no podía negar que aquello le causaba alegría y un ligero vértigo en el estómago.

Los dos decidieron salir de la casa rumbo al jardín lleno de girasoles para una caminata de medio día si no es que el mayor dió un paso atrás con un ceño fruncido.

-¿ que pasa Sebastian? -

  - quédate detrás mío, alguna visita que llega en este momento y no se si es amistosa -  Con duda el pequeño obedece a su amante colocándose detrás de él buscando al dichoso visitante, los ojos carmesí brillaban ante una posible amenaza y pudo notar el bulto que emergía de entre los árboles. Unos ojos color dorado brillaban con intensidad dibujando una sonrisa en aquel rostro  de tez media y cabello color castaño claro.

- Buen día espero no ser inoportuno con mi visita pero tengo algo importante que hablar con ustedes -  saludaba amable y con un tono despreocupado el nuevo visitante aunque el demonio de ojos rojos no bajaba la guardia.

- Claro diga en qué podemos ayudarle, gusta una taza de té?-  El otro asintió con la cabeza y entraron nuevamente en la casa.

Ciel no dejaba de ver con molestia al nuevo visitante pues algo no le agradaba de el, aunque tuviera una apariencia humana sentía una vibración extraña.

-  Deja de mirarme así chico, no soy su enemigo -

-  y entonces se puede saber el porqué de su visita?- dando un trago a su taza de té y haciendo una seña a los dos que le prestarán atención.

- Quiero contarles mi historia y que me puedan entender palabra por palabra, digamos que mi nombre no tiene importancia díganme Víctor al menos en el mundo humano así me conocen-

- bien Víctor escuchamos lo que tienes que decir -. Ciel se acomodó junto a su amante y se dispusieron a escuchar la historia de su nuevo acompañante.

" Hace no más de unos años firme un contrato con una joven mujer, su deseo era tener comodidad pues vivió mucho tiempo en la miseria y no se perdonaba la muerte de sus padres a causa de una enfermedad donde ella no pudo hacer nada a falta de dinero, Rosalie era su nombre, a lo largo de unos meses algo cambio dentro de mi y aquella mujer no salía de mi mente ni de mis entrañas, en un solo instante un beso de ella cambio todo mi ser, una extraña relación surgió de ese pacto y se dió el " amor".

Como tú lo sabes Sebastian no se nos permite libremente esas expresiones y menos con humanos, el amar a un ser tan frágil te hace vulnerable, así convivimos unos meses hasta darnos cuenta que estaba embarazada de mí y claro eso fue sorpresivo un hijo fruto de una humana y un demonio vendría al mundo, estaba decidido a romper nuestro pacto para pasar mi vida con ella y el hijo que tendríamos pero..."

Los puños de el demonio se apretaban contra la mesa y sus ojos reflejaban furia, Ciel y Sebastian no decían palabra alguna para no interrumpir su relato.

" Esa noche salí de la casa para regresar por Rosalie y mi pequeño hijo, tenía un nuevo hogar donde poder llevarlos lejos de todo peligro en un instante escuche dentro de mi las ahogadas palabras " Papi" me estremecí por dentro con desesperación y furia, llegue tan rápido como pude para encontrar una escena devastadora y terrible, una maldita tenía entre sus garras el cuerpo pequeño y destrozado de mi hijo y en el suelo el bello cuerpo de mi Rosalie totalmente desangrado, corrí con fuerza y tomé a esa maldita entre mis garras pero... No, matarle no...eso no era venganza ni pagaría el sufrimiento causado a mis amados...use todas mis fuerzas y le castigue con una maldición terrible"

Ciel sin poder hablar ante tal confesión trago saliva quería decir algo pero fue interrumpido por su amante.

- entonces, si aplicarse ese terrible castigo quiere decir que no eres un demonio cualquiera cierto ?- 

" Cierto mi buen observador amigo, lo que tengo que decir que esta maldita cada noche sufre y se retuerce de dolor pues esta maldición la consume desde adentro aunque sea un demonio, no tiene cura ni salvación a menos que..."

- a menos que? - pregunto el pequeño con temor.

" Ingerir un cuerpo como el tuyo, pequeño y delicado Ciel, un cuerpo nacido de un humano y transformado en demonio, podría ser la necesitada cura para esa mujer que yo mismo marqué"

- por eso ella me busca con tanta insistencia, vaya estúpida  - hizo una mueca de enojo ante las palabras de Víctor, no se imaginaba que era obvio que la mujer trataría de buscarlo nuevamente.

Sebastian se levantó de la silla y hablo con seriedad -  no dejaré que le toque un solo cabello, te agradezco la información aunque me pregunto el porque no la haces tú mismo sufrir de algún modo ?-  El de ojos dorados sonrió un poco y se levantó de la silla arreglando su servilleta en el saco.

" No puedo ponerme en riesgo ahora, se que algún día me encontraré con mi familia otra vez, sus almas deben estar en algún lugar o regresarán nuevamente y debo asegurarme de encontralos donde quieran que estén aunque eso me lleve años, sólo quería informar esto a ustedes pues no quiero que más víctimas salgan a causa de esta tragedia, si necesitan algo no duden en preguntar"

Se despidió con una seña y se adentro nuevamente en el claro de el bosque, ambos demonios no dijeron palabra alguna toda la tarde, la noche se asomaba por las ventanas nuevamente y Ciel se disponía a recostarse en su cama.

- No debes de preocuparte, no dejaré que nada te suceda yo mismo te protegeré con mi vida si es necesario-  un vuelco en el corazón le sacudió su cuerpo al pequeño, esas palabras penetraron todo su ser desde adentro y sólo se aferro con sus brazos al cuello de su amante.

- no quiero que nada me separé de ti Sebastian, te amo y me da miedo perderte -

-  no seas tonto no voy a morir tan fácil, menos te dejaré ahora que e probado todo de ti mi querido Ciel-

busco sus labios para besarlo intensamente mojando su piel, el pequeño correspondió el beso jalando suavemente sus cabellos y dejando caer su cuerpo sobre la cama, una entrega apasionada daría inicio entre esos dos cuerpos que buscaban el consuelo entre la oscuridad de el cuarto.

Ambos demonios desnudos dormían tranquilamente en la cama, abrazados con el cuerpo sudoroso se dibujaba una leve sonrisa en cada uno el miedo estaba presente aunque no lo demostrara pues un sentimiento que antes nunca había experimentado le causaba nuevas sensaciones al demonio de ojos carmesí.

Ambos demonios desnudos dormían tranquilamente en la cama, abrazados con el cuerpo sudoroso se dibujaba una leve sonrisa en cada uno el miedo estaba presente aunque no lo demostrara pues un sentimiento que antes nunca había experimentado le causab...

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Hasta La EternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora