Ese demonio humillado

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En los rincones más oscuros de el Inframundo una silueta femenina se retorcía de dolor, tirada en una especie de cama adornada de figuras góticas y unas velas encendidas en un candelabro.

- entonces... Fallaste cierto ? - decía suavemente una figura más pequeña que la otra, sus ojos violetas con una mirada preocupante el fino cabello rizado color púrpura  cubría sus hombros.

" Cállate...sabes que no puedo recibir golpes fuertes y menos...esto" se tocaba el muñon cubierto con una especie de tela negra.

- lo sé...pero no deberías ser tan impulsiva, sabes que no queda mucho tiempo -

Con una mirada airada la mujer herida se mordía el labio a causas de el dolor fuerte, aunque era un demonio fuerte y majestuoso algo no andaba bien en su cuerpo.

En el mundo humano dentro de un espeso bosque yacían descansando dos cuerpos masculinos, uno recargado sobre la pared de madera y el pequeño recostado sobre el regazo de este, " ni si quiera se que estoy haciendo o porque " se decía en sus pensamientos el demonio mayor, la situación en la que todo ahora estaba cambiando le asustaba. Hace algunos 4 años deseaba fervientemente el alma de aquel chico, no por nada dejo de consumir almas baratas pues tenía entre sus manos la más valiosa y deliciosa en el mundo humano, hace un año exactamente le odio tanto que pensó muchas veces en matarlo y así terminar con esa carga y esclavitud no logro entender el porqué ahora se encontraban en esa confusa relación por así llamarla ¿ era sólo una forma de satisfacer su hambre? O de verdad sentía placer al contacto con la boca de el pequeño - aghh...que hora será..- sus pensamientos fueron interrumpidos.

- Pues ya no falta mucho para amanecer, pero no podemos quedarnos más tiempo aunque por ahora estos días tenemos seguridad-

Algo confuso Ciel le pregunto - porque lo dices? -

- Note un extraño aroma en la sangre de esa mujer, no logró adivinar bien que es pero estoy seguro que eso era olor a muerte - decía en tono calmado  el mayor mostrando una ligera sonrisa.

- bien, no entiendo mucho respecto al tema...se supone que ahora soy algo como tú y no puedo saber nada ni comprender porque mi cuerpo se siente como el de un humano -  bajo la mirada con nostalgia, en ese momento no sabía que sentir o pensar se sentía tan frágil a punto de romperse, las cosas estaban pasando muy rápido y no tenía las respuestas que necesitaba pero dudaba seguir preguntando por miedo y vergüenza.

-No debería preocuparse por ese tipo de cosas, un demonio joven como usted  aún no se adapta a esta vida, no se compara a los cientos de años vividos por seres como nosotros -

- y... Ahora como se le puede llamar a esto ?-  le respondió con un ligero sonrojo en sus mejillas desviando la mirada.

- Mmm no sé a qué se refiere a "esto"-

- tchh... Me refiero a nosotros idiota¡¡- con tono enojado y molesto se volteó hacia la pared sin mirarlo.

- Ahh si, se refiere a este tipo de relación carnal cierto ? - Al escuchar esa palabra sintió una punzada fría en el pecho, "carnal" entonces es todo? No hay nada más ? Se preguntaba Ciel sin voltear a verlo directamente, si es lógico que solo eso puede ser nada más. Un demonio de tal categoría y que ya vivo muchas cosas a lo largo de su existencia sería muy probable que ese tipo de contacto físico era sólo eso...nada más, lo sabía desde el inicio al hacer ese contrato, amo y perro fiel que debe de servir totalmente a su señor sólo que ahora no estaba en el plan de exigir ni reclamar, su estado vulnerable era palpable y al parecer el demonio mayor tenía intenciones de romper en cualquier momento su pacto, le dolió hasta el fondo de su corazón aceptar que debía aparentar indiferencia y aceptación a ese tipo de relación carnal, si quería seguir vivo y por su puesto no perder a Sebastian. 

- Creo que no debería preguntar cuándo puede actuar -  se acercó lentamente al cuello de el chico, lamiendo suavemente en dirección a su boca.

- que...haces...-

Lo pego sobre la pared de madera callando sus palabras con un beso profundo, su lengua como serpiente buscaba la entrada de la pequeña boca, los jadeos de el pequeño sonaban más alto y la mirada maliciosa de Sebastian lo devoraba, sus manos ágiles se adentraron bajo  sus ropas arrancando un suspiro fuerte, la piel se erizo al contacto de los dedos suaves sobre su parte íntima y poco a poco se fue despertando con firmeza.

- ah...Sebas...tian... -

- Shhh...es mejor que sienta -  Lo tomo en sus brazos bajando lentamente su lengua por el vientre dibujando círculos de arriba abajo, llego al punto más íntimo de el chico atrapando entre sus labios la masculinidad erecta y húmeda.

- para...no lo hagas ¡-

- No le pedí permiso - le dijo con voz ronca el demonio mayor, introdujo totalmente el pequeño falo dentro de su boca dando unas mordidas suaves en la cabeza caliente de este, algunas gotitas saladas llegaron a salir al sentir recorrer la lengua húmeda por todo su tronco, el chico sujetaba con fuerza los cabellos negros de su amante y respiraba con dificultad, la sensación fuerte que se formaba entre sus inglés ya no era soportable y con un ligero gemido inundó la boca de Sebastian con su líquido caliente y espeso.

- Que sabor, sin dudas es un elixir delicioso -  se chupaba los dedos sensualmente.

- ah...eres un idiota...-
Enojado tapando su cara de vergüenza el chico se cubrió con la frazada para no ser visto.

- Pues no creo que hace un momento usted pensara que fuera un idiota - tocó su cabeza suavemente dejando enmarañado su cabello azulado. Ese tipo de contacto le dejaba un vacío en el corazón a pesar de sentir delicioso aquel acto no dejaba la nostalgia de que sólo fue algo físico.

Regresando al Inframundo la herida mujer descansaba en la cama tenebrosa, su compañera se situaba a un lado leyendo un libro algo viejo sin tomar importancia a la durmiente. En aquellos sueños podría ver a lo lejos una joven mujer muy bella jugando con un pequeño niño de unos 5 años, caminaba a su lado para que no cayera al piso tomándolo de su manita, el nene llamaba a su madre contento. Unos metros atrás unos ojos rosados brillaban con intensidad como fiera acechando a su presa, el olor dulce y deliciosa de esa alma infantil la llamaba con fervor ardiente que no dudo y se dispuso de un salto caer sobre el pequeño cuerpo, los chorros de sangre se regaron por el suelo a causa de la cabeza femenina que rodaba por el piso, el chiquillo miraba con espanto los ojos llorosos de su madre que ahora estaba decapitada, sonriente mostrando los colmillos tomó de la camisita al pequeño que lloraba sin parar y con una uña filosa fue rasgando desde el estómago hasta la garganta salpicando unas gotas de sangre sobre sus ropas negras, algunas vísceras lograron salir de el diminuto abdomen infantil ahogando su llanto "pa..pi.." logró decir en un suspiro demasiado tarde, la boca llena de dientes lo devoró completamente sin compasión.

Ese deleite exquisito fue interrumpido por un fuerte golpe en la cabeza, se dió un giro y alcanzó a ver unos ojos dorados brillando con intensidad y odio. " Jajajaa en serio,no puede ser" se burló la fémina.

Se  presentó el Demonio en su forma real y de gran tamaño, llorando ante la pérdida de el que era su pequeño hijo fruto de el amor con una humana, llego demasiado tarde al llamado de su niño pero no la dejaría ir tan fácilmente su linaje y superioridad eran evidentes, la muerte no era algo justo para esa maldita alimaña que arrebato su preciado tesoro " no mereces tanta dulzura" rugió con una voz ronca, se lanzó sobre ella dejando en evidencia el poder de su fuerza. Sujetando a la mujer tirada en el suelo peleando inútilmente mientras este clavo sus colmillos en el cuello, un ligero humo despedía de los dos orificios causados por la mordida, se levanto el Demonio furioso y grito escupiendo su rostro de la fémina.

" Tu agonía será tu peor dolor y mi venganza te matará día a día "

Exactamente hace un año que se dió ese acto horrible donde ella arrebato la felicidad de un demonio enamorado en un entorno familiar humano, esa mordida le dejó una terrible maldición donde cada noche el dolor le mataba por dentro y poco a poco consumía su vida, por eso debía encontrar una cura a su mal y la única posible y disponible a su alcance tenía por nombre:

           Ciel phantomhive...

Hasta La EternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora