Hasta La Eternidad

Final segunda parte

Unos pequeños chorros de sangre salpicaban en el aire, el ruido seco de la motosierra sonaba rechinando lentamente. Esperando su final con los ojos cerrados el pequeño Ciel se quedó inmóvil sin mover un solo dedo, al no sentir dolor fue que abrió sus ojos y apreciar una sombra negra delante de él.

- que carajo? Sebas-chan !!! Que haces aquí !!??-

El mayor sostenía fuertemente la hoja metálica de la guadaña de Grell, lleno de sangre en sus brazos no dejaba que este se moviera.

- retrocede no quiero problemas...-

Con algo de fatiga y dolor, Sebastian retrocedía un paso atrás, la situación se tornaba difícil un Ciel confundido y perplejo estaba inmóvil sin poder reaccionar.

"Es un sueño ? Si es así no quiero despertar" un fuerte jalón lo hizo reaccionar al abrir los ojos y ver que estaba en los aires, el viento golpeaba fuertemente su rostro y solo podía observar algunos techos de las casas. Pasaron unos pocos minutos para darse cuenta que el movimiento se había detenido, estaba sobre el techo de la capilla donde hace unas horas el había escapado.

- estás bien ?-

Pregunto el azabache sin obtener respuestas, herido y aparentemente fatigado permanecía en el piso, el jovencito se acercó dando sorpresivamente una fuerte bofetada en la cara de el mayor.

Sin desir una sola palabra se cubrió el rostro dejando caer unas lágrimas sobre sus mejillas, se dejó caer de rodillas al suelo para sollozar fuertemente.

- Lo se...Lo merezco, soy un estúpido -

- idiota!!! Viste lo que estaba por hacer ??!!! -

El mayor se acercó y le abrazo fuertemente, acercando su cuerpo hacia su pecho. - porque? Porque tú regresaste si me pediste que me fuera?- alejo su rostro para encarar al mayor y obtener una respuesta.

- Nunca dejaría a mi prometido solo -

El rostro de el ojiazul se iluminó, era posible ? En serio es lo que escuchaban sus oídos? - Tu...Tu sabes quién soy ?- con lágrimas en los ojos le cuestionaba el más joven.

- eres mi bocchan, mi dueño y mi prometido no es así ? - dedicándole una dulce sonrisa se acercó para plantar un tierno beso sobre sus labios. Ciel se aferro fuertemente al cuello de el mayor hundiendo sus pensamientos en un apasionado beso, era como el despertar de un largo sueño.

Lo cargo entre sus brazos y entraron en la capilla, después de cambiar sus ropas llenas de sangre se acomodaron en la cama juntos.

- pero como fue? Tú me dijiste cosas horribles, como recordaste todo -

Acostado sobre su pecho, haciendo un pequeño puchero le reclamaba al mayor.

- cuando saliste dejaste el anillo que yo mismo te regalé aquel día recuerdas? -

- si...Yo lo deje porque tú me corriste -

- lo sé, lo sé, al tomarlo entre mis dedos y ver el color de la hermosa piedra mis pensamientos se perdieron en el Azul profundo que me conducía hacía miles de recuerdos vividos contigo, desde que te conocí hasta el día que te pedí ser mío por siempre -

- y entonces? Eres humano o que eres ahora -

- al parecer aún soy un demonio, pero estos 20 años viviendo como humano me debilitaron sin embargo te pude encontrar antes de que hicieras una estupidez - el menor le abrazo con fuerza y ternura escondiendo su rostro entre su pecho.

- si, pero no quería vivir con ese dolor al no tenerte pedazo de idiota -

- mi querido Ciel, ahora por ningún motivo nos separaremos -