Sueños extraños

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Eran las 11 de la mañana más o menos y Ciel se levanto nuevamente de la pequeña cama donde el ahora era el huésped invitado, buscó a Sebastian pero no lo vio así que salió al jardín trasero de la capilla a buscarlo, lo vio de espaldas regando  las flores de el jardín, al querer saludar miró con sorpresa el rostro de este inflamado, un ojo morado y sus labios algo heridos.

- Que es... Que  te paso ??!!!!-

- buenos días Ciel, esto pues...El padre de la chica que golpeaste anoche llegó  muy molesto en la mañana y me golpeó, según el por la humillación a su hija -

- pero...Tu... Cómo te dejas hacer eso?-

- Ciel no soy alguien importante el es alguien muy adinerado y lamentablemente con lo que sucedió  el señor retiro el donativo a la capilla sin mencionar la lección que me dió -

Con los puños apretados y conteniendo la irá, Ciel se guardo su enojo, sabía que era su responsabilidad que ahora su Sebastian estuviera en esas condiciones y lastimado, más enojo le causaba  que un tonto humano le tocará un solo cabello a su antigüo amante.

- lo siento... Fué mi culpa en verdad discúlpame -

El mayor se dejó caer en el cesped de el pequeño jardín, se sentó algo adolorido en respuesta de los golpes.

- no es tu culpa, sabes ? A veces siento que esto es un sueño y no es mi vida real ... Cómo que algo me hace falta -

El chico se acercó a un lado y se sentó en el cesped, con su mirada aún molesta no sabía si mencionar algo sobre su vida anterior o no, pero le dolía ver en esas condiciones a su demonio después de que el era el que lo protegía siempre.

- yo antes tenía muchas pesadillas  pero encontré alguien que calmó todo ese dolor dentro de mi -

- es la persona que estás buscando Ciel? Es... una chica muy bonita seguramente -

- ...No, ella es él, en realidad  yo buscó a un hombre -

Con una sonrisa el mayor le acarició  el cabello alborotado color azulado

- no soy quien para juzgar, seguro es  alguien muy importante  -

Ciel le volteo a mirar a los ojos y por unos segundos el mayor se perdió en el color azulado de esos ojos, causando un cruce de sensaciones  dentro de el mismo, al darse cuenta de esto se levantó con brusquedad.

- bien tengo que salir de visita a ver unos enfermos que me pidieron ayuda quieres ir Ciel ?-

- no gracias, me quedo un rato para orar un poco yo te Espero-  afirmaba irónicamente.

El mayor se colocó una túnica color grisáceo y salió de la capilla rumbo a la casa de unos vecinos que estaban enfermos, Ciel esperó un poco a que este se fuera y salió por la parte trasera, parecía un cachorro cazador y furioso. Corrió por toda la ciudad como Nunca lo había hecho,  por el olor que detectó en Sebastian, llegó a una gran casa muy bien arreglada y con un inmenso jardín.

Con un salto se coló por la parte trasera y subió al segundo piso, pudo ver a un hombre sentado en un gran sillón dando a entender que era un despacho.

- buenas tardes señor -

El hombre sorprendido se dió la vuelta y al ver al chiquillo dentro se levantó de su asiento.

- que demonios haces aquí mocoso como entraste ???!!!!-

- usted hoy fue a golpear a mi "amigo" por culpa de la zorra de su hija no es verdad ?-

- zorra? Más respeto para mi hija, si ese maldito monaguillo no pudo dar el ancho es su problema nadie humilla a alguien de nuestra categoría -

Ciel se fue acercando lentamente, después de mucho tiempo sus ojos azules cambiaron a una tonalidad roja como la sangre, despidiendo un aura maligna el hombre retrocedió con miedo.

- si, pero nadie, escuche bien, nadie toca a mí Sebastian !!!-

Con su sola mano atravesó el pecho de el hombre, sacando sus entrañas, con un grito ahogado de horror el tipo fue a dar al piso regando la sangre en la fina alfombra, sus palabras se ahogaban  con la misma saliva mezclada con sangre y el par de ojos rojos lo miraban con desprecio y su sonrisa maliciosa.

- estúpido Humano...-

Reviso en el escritorio y saco unos pequeños fajos de billetes que tenía guardados el hombre, los colocó dentro de su chaqueta y salió rápidamente por la ventana.

Al caer el sol, el mayor regreso nuevamente a la capilla encontrando a Ciel sentado en la mesa preparando una pequeña merienda.

- como compraste eso ?-

- ah esto, unas señoras muy lindas me lo dejaron hoy y con un buen donativo, me dijeron que eres muy amable y era una gratificación por tu gran labor -

- en serio ? Vaya no se que decir con eso podemos mantener aún la capilla en buen estado -

- como digas... preparé esto, no soy bueno cocinando pero igual se puede comer -

- nunca lo fuiste...-

Esa respuesta le hizo reaccionar, acaso recordó algo ?.

- que dijiste ?-

- no lo sé, disculpa creo que este día no fue muy bueno para mí, vamos mejor a cenar -

Se sentó en la mesa y comenzaron a cenar en silencio, aún tenía la esperanza que el recordara algo pero no quería cometer un error y arruinar todo. Llegó la noche y nuevamente Ciel se acostó en la cama y el mayor en el piso con las mantas acomodadas, pasaron unas 3 horas cuando unos ruidos extraños hicieron levantar a Ciel.

- Ciel...No...-

Se acercó con cuidado y observo que Sebastian hablaba dormido, curiosamente su mirada se centró en la entrepierna y causo un sonrojo al ver que su miembro estaba exitado.

¿ estaba soñando ? Y con Ciel ? O quizás recordaba en sueños algo de su vida pasada. Aún murmuraba algunas frases que no se entendían, su rostro estaba rojo y sudado pero aún permanecía dormido.

Ciel tenía curiosidad y se fue acercando y lentamente bajo su pantalón " lo siento Sebastian " se dirigió a su miembro y con sus labios lo acarició suavemente, pasaba su lengua con delicadeza lamiendo una y otra vez la punta dura y húmeda.

- mhhnn...-

Ligeros gemidos salían de la boca de Sebastian sin poder despertar, Ciel con el rostro sonrojado seguía lamiendo y chupando con fuerza, se deleitaba de probarlo nuevamente después de tantos años, desaparecía totalmente dentro de su boca, con un espasmo el mayor dejo salir todo su semen caliente dentro de la boca de el chico, trago todo sin dejar una gota, se incorporó y vio que el rostro de Sebastian estaba tranquilo y aún dormido. Se acercó a él y le planto un suave beso en los labios.

- duerme bien mi amor -

Nuevamente se acomodo en su cama, y sin poder dormir miraba al mayor con dulzura, quizás aún no lo recordaba pero que dijera su nombre en sueños le daba una esperanza de recuperarlo y más aún después de sentir su cuerpo.

Lo que Ciel no sospechaba es que el no estaba dormido, el momento sexual lo hizo despertar pero por alguna extraña razón decidió fingir que dormía y ahora la culpa le invadía por dentro al pensar que hizo algo indebido y más por las palabras de Ciel, no le quedó más remedio que fingir que durmió toda la noche y pensar que hacer o decir al otro día.

Hasta La EternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora