Ese mayordomo sin rumbo

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Hablando de temas demoníacos, nos referimos a esta "bella" chica de cabellos largos y ojos rosados, solo algunos conocían su verdadera forma que sin lugar a dudas era horrible y muy peligrosa. Esta mujer tenía pocos contratos y algunos fueron muy breves, el último que tuvo duro 3 días pues su contratista le solicitó una noche de sexo con ella y por lógica no le agradó, la cabeza de el pobre tipo salió volando dejando su cuerpo decapitado en la cama.

No es que no le agrade el sexo, de echo es un demonio muy lujurioso pero es sumamente selectiva a la hora de buscar "presas" para satisfacer sus necesidades carnales, nunca dejaba a un humano vivo al terminar el acto sexual no era extraño que este fuera su postre.

Su experiencia en batalla era muy conocida, su forma podría cambiar de acuerdo al oponente y sus huesos le servían de arma, claro eran pocos testigos de esas feroces contiendas.

Sus pasos ya cerca de la casa no se escucharon, con un vestido color blanco y unos zapatos azules, caminaba con suavidad por las escaleras, tomo  la perilla de la puerta y vio el pequeño bulto en la cama. Esta vez no lo dejaría escapar por nada ya tenía planeado un buen festín y sin aquel demonio cerca nada podría interferir.

"Ciel querido, ya llegue para continuar con lo de nosotros"

Con un sobresalto se levantó de la cama al escuchar la voz, la miro sorprendido y en su mirada  aún se observaban sus ojos algo rojos e hinchados a causa de el llanto.

- otra vez tu? Cuando vas a dejarme en paz mujer loca - frunció el ceño en señal de desprecio.

" Que rudo amor, pero me gusta ese coraje, jijiji sabes? Puedo ver que algo en tu corazón sufre mucho, es tan detectable que sólo un estúpido como Sebastian no se de cuenta " se acercó para tomar su cuerpo de la pijama sin darse cuenta que el chico le soltó un golpe en la cara, " auch!!! Que te pasa mocoso, eso me dolió¡¡¡ "

Ciel se levantó de la cama en un movimiento rápido, era extraño verlo de ese modo, tal vez era su enojo mezclado por el despecho lo que en el despertó algo de esa sangre demoniaca, sus ojos brillaron por un instante y con rapidez se lanzó sobre el cuerpo femenino.

" Esto será interesante, el gatito se animó a gruñir como un león ? No me hagas reír"

Sin notar la presencia de el chico, un golpe le fue acertado en el estómago sacando el aire de la fémina, su corta estatura le ayudó a tirarse al suelo para clavar una patada en su delgado tobillo, causando la caída al suelo cubierto de madera.

- déjame en paz maldita bastarda¡¡¡-

Con tal agilidad logro acertar algunas patadas sin embargo la fuerza de la sucubo fue más rápida tirando al piso a Ciel, alzó su brazo y sus largas uñas filosas rasgaron la mejilla de el chico.

" Fue divertido mientras duro pequeño, ahora deja que los grandes se diviertan "

- tu...estabas fingiendo....-  el dolor en su cara le ardía, era como una llama ardiendo en su piel que sangraba.

" Que se puede esperar ? Eres un crío nada más, tengo cientos de años y crees que un semi demonio puede dañarme"?

No pudo hacer un movimiento más y se desvaneció en el suelo quedando a Merced de la extasiada joven.

Algo lejos de la ciudad en una mansión muy lujosa se podía ver que minutos antes se disfrutaba una gran fiesta, muchos bocados y bebidas aún permanecían en la gran mesa, los vestidos pomposos y elegantes estaban intactos sobre los cuerpos de las jóvenes y los caballeros aún con los moños de su corbata bien arreglada.

- sabes es agradable verte, pero esto me va a causar problemas y horas extras que no tengo el mínimo interés de trabajar -  le decía con tono molesto el shinigami pelirrojo que revisaba sus notas de una pequeña libreta.

- Bueno sólo diles que no me encontraste y es todo, no tienes que dar más detalles y como puedes ver no deje nada de sangre en la escena -

El Demonio arreglaba las mangas de su camisa negra y sacudía su pantalón azul marino.

- a propósito sebas-chan, porque no estás usando tu traje de mayordomo?-

- Bueno si no lo notaste desde que llegaste estoy solo, desde ahora ya no tengo un amo a quién servir así que sólo vine a comer algo -

A pesar de lo guapo que se miraba con esas ropas, el pelirrojo notaba un gesto de molestia que dudo en preguntarle sobre su joven amo, aún  así se animó a decírselo.

- y tu pequeño mocoso? Pensé que regresaste para "comerte" su cuerpo - con un ligero sonrojo en las mejillas mientras jugaba con unos de sus mechones rojos entre sus dedos.

- Pues se puede decir que ese juego ya no me gustó, ahora prefiero que el pequeño mocoso se las vea el solo -

- no creo que debas de preocuparte mucho por el, un chiquillo tan vulnerable seguro no dura un par de días con vida, es una lástima que esa mujerzuela sea la ganadora en este juego de el gato y el ratón - dijo con un tono de burla que causó una mueca de disgusto en Sebastian, si bien el mismo decidió dejar a su amo no podía pensar que alguien mas le quitara algo que por ley le pertenece.

Recogió un saco largo de una silla y lo lanzó sobre su hombro - bien por esta noche me retiro -

- a donde vas a hora sebas-chan? Deja de hacerme la noche tan molesta quieres?-

- No te preocupes, voy por algo diferente - salió a toda velocidad de la mansión colocándose el saco negro, desapareciendo entre los caminos de la ciudad.

En la pequeña casa sobre la mesa de el comedor central se encontraba Ciel,  atado por una especie de cuerda metálica que le era imposible moverse, la fémina tomo una botella de vino y sacó el corcho " ahhh que rico huele este vino¡¡ ya verás que no voy a desperdiciar un solo bocado" le dió un pequeño sorbo a la botella dejando escurrir unas gotas por sus labios, miro fijamente la cara de Ciel y este no apartó sus ojos llenos de tal furia dejando que  su marca de contrato sobresaliera aún más, "que repugnante" acerco la botella y dejo vaciar todo su contenido en la cabeza de el Chicó.

" Lo siento pero me choca cuando la comida me mira"

- puedes hacerme el favor de matarme ya? Eres tan repugnante que no te soporto -  su mirada de Ciel estaba llena de enojo y no aguantaba más el descaro de la mujer era obvio que nadie lo salvaría y que tendría una muerte segura, más valía morir a seguir vivo con esos sentimientos llenos de angustia y desamor ¿ que más daba? Para que vivir si nadie podía amarlo ni protegerlo ? Sólo eso se pensaba y un fuerte dolor le presiono el pecho, sin darse cuenta los colmillos filosos de la mujer fueron rasgando poco a poco la piel, un grito agudo salió de su boca sin poder moverse. " Ahhh....que sabor, solo siente tu suave carne, me siento maravillada" la ropa blanca era manchada con la sangre de Ciel, ese  dolor lo hacía desmayarse pero trato de resistir aunque era inútil no podía mover un solo dedo.

- Me parece de mal gusto y vulgar que una dama se comporte de ese modo en la mesa - una voz tranquila pero firme sonó en la habitación.

ligeramente sintió una punzada en el corazón de Ciel, lo hicieron reaccionar y un sonrojo se apoderó de su cara, al contrario de los ojos rabiosos de la fémina molesta.

"Maldita sea, que carajo haces aquí?"

- Sólo vengo por lo que me pertenece, en ningún momento te di permiso de tomarlo -

Se levanto de la mesa limpiando sus labios, levantó su brazo para dejar emerger unas lanzas puntiagudas que nacían desde los huesos de su extremidad "vaya creo que es hora de darle final a este maldito momento"

El Demonio se acomodó el abrigo negro con elegancia, saco de la bolsa unos cuchillos de plata y avanzó lentamente  - estoy de acuerdo y es hora de exterminar está molesta plaga-

No lo podía creer, sebastian estaba nuevamente ahí, porqué ? El se marchó y se supone nunca mas regresaría ahora está nuevamente aquí, las dudas no dejaban de atormentar los pensamientos de Ciel que miraba todo tirado sobre la mesa.

Ahora que podría pasar ? Un nudo en su garganta se ataba  sin dejar de mirar los demonios frente a él.

Estuve revisando algunos errores de los otros capítulos,y corregí unas palabras y añadí otras,espero les guste este capítulo n_n

Hasta La EternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora