Maldito Demonio

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Con los ojos perdidos no dejaba de contemplar el hermoso anillo en su dedo, pero lejos de sentir un enorme gusto la infelicidad le llenaba el corazón. Miedo, tenía miedo de perderlo todo, tenía ganas de llorar y salir huyendo junto a su hermoso demonio, pero sabía que su fortaleza le daría más seguridad a su amado.

- quiero que te quedes lejos de esto querido, las cosas pueden salir de control y es mejor que estés lejos -

- Sebastian...Tienes algún plan B?-

- puede ser pero aún no estoy seguro de que funcione, lo que si te aseguro es que nada te sucederá pase lo que pase te lo prometo-

Tomo su rostro entre sus manos y le dió un dulce beso en su frente, el pequeño sujeto sus manos de el mayor y las beso con ternura.

- cuídate mucho por favor -

Acercándose a la casa abandonada se visualizan dos siluetas femeninas, una más baja que la otra, los ojos rosados y violetas se hacen más evidentes.

Rose, la más alta y delgada con la mirada maliciosa y Marie la más bajita y de mirada fría y silenciosa.

- vaya, vaya nuevamente te veo querido Sebastian, creo que es hora de ponerle fin a este juego tonto no crees?-

El mayor camina unos pasos adelante acomodándose los guantes blancos como lo hacía en sus viejos tiempos de mayordomo.

- sus órdenes mi amo?-

El chico se muestra altivo y con firmeza da su orden.

- Sebastian, elimina a esas basuras, es una orden-

- yes, my lord-

De una gran velocidad la mayor salta por el aire lanzando una patada directamente al rostro de Sebastian, este la esquiva fácilmente golpeando su estómago lanzando su cuerpo a una de las paredes de la casa vieja.

La más pequeña de sus bolsillos de el largo vestido, muestra sus manos con unas largas garras color negro, con gran agilidad se escabulle por debajo de los pies de el mayor rasgando parte de el frac negro.

- es tu turno rose!!!-

Con movimiento acertados Sebastian detiene el brazo de la mujer,

- vaya que eres tonto, crees que vine sin prepararme ?-

De su brazo emergen largas púas puntiagudas como huesos de su propio cuerpo, de un movimiento ágil logra golpear el pecho de el mayor rasgando sus ropas y salpicando algo de sangre.

- Sebastian!!!! -

Ciel corre hacia la escena para tratar de ayudarle sin embargo le cierran el paso.

- a donde crees que vas chiquillo?-

La demonio más pequeña no deja que el avance, amenazándolo con golpearlo camina un paso hacia el.

La ira llena de furia el cuerpo de Ciel y sus bellos ojos azules cambian a un color rojizo.

- nadie me da órdenes, que te crees tu maldita enana!!!-

Como un ágil gato se escapa entre las piernas de la chica tomándola de los tobillos para hacerla caer al suelo, en un  movimiento como pequeño niño furioso se montó en ella para golpearla a puño cerrado en la cara.

Sorprendida  por la repentina fuerza de el menor sólo se cubrió la cara para lo ser lastimada.

-Nadie se mete...En mi...Camino!!!!-

Un último puñetazo le derriba un colmillo a la mujer causándole derramar sangre de la boca.

- ese es mi niño...-

Con una sonrisa Sebastian observa la gran azaña  de el chico sin darse cuenta de el movimiento ágil de la mujer furiosa.

- nunca te dijeron que no ignores a un enemigo en batalla?-

Detuvo el brazo de esta antes de que entrara en contacto con su pecho, pero ella no dejaba de sonreír e inesperadamente una larga cuchilla huesuda emerge de su muñeca atravesando el pecho de el demonio un desgarrador lamento se escapó de sus labios.

La mujer con fuerza retira su brazo hacia atrás desprendiendo un poco de carne de el pecho y unos borbotones de sangre empezaron a emanar.

-Sebastian!!!!!-

Ciel corre rápidamente a donde está su demonio, la sucubo de ojos rosados le cierra el paso mirándolo con malicia.

- a donde vas pequeño? Que no ves que yo gané? Ahora sí me permites déjame comerte -

-Ciel...Espera...-

Con un susurro ahogado el demonio herido trata de levantarse y correr a salvarle, inútilmente logra moverse con dolor cada paso le causa derramar más sangre y siente desfallecer, presiona la herida para detener el sangrado y levantarse rápidamente.

Ante los ojos incrédulos de el chico ve como la cabeza de la mujer es separada de su cuerpo antes de que lograra dañarlo, la sangre rojo oscuro se esparce por todo el pasto de el césped, una sonrisa maliciosa se dibuja en el rostro de la mujer.

- tu...Maldito...Seas...Sebastian -

Antes de que siga hablando de un pisotón la masa encefálica es derramada sobre el pasto, haciendo salir los globos oculares color rosado.

Como un último suspiro y su poco demoníaco ser que quedaba en pie daba fin a ese sucubo que amenazó la vida de su pequeño amante.

Un sonido sordo como gruñidos emergieron de el fondo de el bosque, con gran rapidez a pasos agigantados y una enorme presencia resonaba en el lugar.

Con miedo y lloriqueando la chica más bajita se arrastra a gatas sobre el césped tratando de huir, las garras largas la sostienen de el cuello y con un ligero golpe la atraviesa por el estómago, las vísceras llenas de sangre y líquido se derraman sobre el vestido. Con ambos brazos desprende la cabeza de el cuerpo lanzando a lo lejos el mechon de pelos ensangrentados.

Con una mirada petrificada el pequeño se quedó inmóvil, la bestia furiosa y majestuosa se acerca a el, ese no es Sebastian, acaso lo mataría también?

- maldito demonio...-

Un sonrisa con miedo se escapó de sus labios cerrando los ojos y esperando su fin.

Hasta La EternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora