El sol anunciaba un nuevo día y se escuchaba el canto de las aves en todo el claro de el bosque, dos demonios salían de aquella cabaña vieja listos para emprender un viaje.
- tienes pensado a donde ir ahora? -
- Si, por este momento será lo mejor no estoy seguro pero estos días no tendremos a esa loca mujer molestando, tendré que aprovechar eso para hacerle frente cuando llegue-
el demonio mayor se acomodaba la ropa rasgada de la batalla anterior, sus heridas ya habían sanado y podían retomar su rumbo.
El pequeño caminaba junto a él, no quería ser cargado pues aún sentía muchos nervios al contacto de Sebastian. Sin dudas los momentos íntimos que pasaron esta noche pasada le dejaron más miedos que antes y un leve sentimiento de pena pues sentía como su mayordomo lo tomaba como un pasatiempo.
- Ya llegamos joven amo - se detuvieron en una pequeña casa rústica rodeada de una plantación de girasoles y algunas casas más pequeñas a los alrededores parecía un pueblito pequeño pero tranquilo.
- ya no me hables así, no me digas más amo de favor, sólo llámame Ciel y es una a orden-
- está bien pero es algo extraño - le dijo con una sonrisa, entraron en la casa que tenía pocos muebles y un decorado modesto sólo con algunos cuadros en la pared y una chimenea pequeña junto a una ventana.
- cuando obtuviste está casa? - preguntaba con curiosidad el chico, recorriendo los pequeños cuartos de la parte de arriba.
- Fue hace poco, cuando no estoy con usted...contigo, perdón, hago cosas muy rápidas y eficaces -
- Sebastian...no quiero hablar ahora me siento cansado, me quiero dormir un rato - mostrando su rostro con ojeras y palido.
- bien puedes hacerlo yo tengo que arreglar esta ropa que tiene pésima apariencia -
Pasaron 5 días en esa casa, todo parecía normal y nada diferente. Ciel se entretenía en su cuarto leyendo uno que otro libro, trataba de mantener su cabeza ocupada ante tantas dudas y preguntas, la noche a veces se hacía calurosa con ciertas caricias pero el chico no dejaba ir más haya a su ex mayordomo.
Esa noche se sintió irritado y molesto
- ¿ que te pasa? Nunca te quejas cuando te tocó o te beso ahora a que viene esa actitud- con el rostro enojado y tenso lo miraba.
- no es eso...sólo que estoy cansado y no quiero, además es igual que siempre...-
bajo la mirada con un tono triste y sin ganas.
- Igual que siempre? Que tratas de insinuar¡¡ - lo tomo de los hombros fuertemente mirándolo con amargura
- ¿acaso quieres que te tomé y te haga mío totalmente ? Crees que soy idiota, eres un mocoso todavía por eso no te hago lo que debería haber hecho desde que llegamos¡¡¡- con furia lo tiró a la cama y se dió la vuelta.
rápidamente saliendo por la ventana alejándose de la casa, tardo en levantarse para que no viera su rostro lloroso - un mocoso...eso soy nada más, un simple mocoso - su corazón se arrugó en sus entrañas y maldijo el día que llegó a enamorarse de aquel ser tan diferente a el.
Lejos de el pueblo un ligero río de sangre adornaban los pastizales, algunos animales muertos y mutilados estaban regados por todas partes, al no tener humanos cerca el demonio no tenía otra forma de sacar su enojo.
- Estúpido Ciel¡¡ tan engreído como siempre, tan sólo debería matarlo y comerle no entiendo porque me resisto -
cada vez que dudaba en matarle su molestia aumentaba y la impotencia lo llenaba por dentro, porque no se atreve hacerle daño? Su naturaleza demoníaca basta para cometer tal acto sin sentir remordimiento o culpa, pues un demonio no debe de sentir ni dudar, una ligera punzada de dolor se clavó en su pecho que lo hizo abrir sus ojos con gran escepticismo.
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Hasta La Eternidad
RomanceEstá historia inicia desde la nueva vida de Ciel phantomhive como demonio, ligado a servir como perro fiel y mayordomo, Sebastian se siente asfixiado por el tiempo compartido con tan caprichoso amo. Sin embargo las cosas cambiarán por la llegada de...