Celos

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Un solo segundo sus miradas se cruzaron, Ciel no sabía cómo reaccionar ¿ era el? O se trataba de una broma. La chica rubia miraba molesta el momento pues fue interrumpida en su intento de coquetería, el chico ayudo a levantar a Ciel de el suelo y se disculpó por sujetarlo en sus brazos.

- deberías tener más cuidado pequeño, no es hora para que estés en este lugar-

Ciel desvío la mirada, no podía hacer un comentario que estuviera fuera de lugar y además tenía que asegurarse que el era el mismo sebastian.

- me perdí, no tengo dónde pasar la noche y decidí refugiarme en la capilla -

- puedes quedarte esta noche, no sería de Dios dejarte andar solo por las calles a esta hora, lady Sofía está a punto de irse a su casa cierto ?-

La chica lo miro molesta, soltó un bufido de enojo y se dió la vuelta murmurando varias frases de berrinche.

El joven le pidió lo acompañará dentro de un cuarto que estaba situado detrás de un pasillo de la capilla, al parecer es donde él vive, una cama y un escritorio pequeño son los únicos muebles grandes que adornan el modesto cuarto.

- soy Sebastian, vivo aquí de residente para el puesto de sacerdote en la comunidad-

Ciel levantó una ceja en señal de molestia, era en serio ? Su amado demonio ahora estaba dedicado a servir a Dios ? Y por lo visto estaba contento, aún no podía creer que se tratara de el pero sus señas, sus ojos y el nombre todo indicaba que era el.

Sólo un poco mas joven pero era el mismo perfil de su amado, pero tenía tantas dudas que preguntarle y no sabía por donde empezar.

- tu vives aquí ? -

El mayor coloco una cafetera vieja en la pequeña estufa para calentar un poco de agua y preparar café.

- si, desde que tengo memoria vivo aquí, unas religiosas me criaron desde pequeño o al menos eso tengo entendido, no recuerdo mucho desde los 6 años -

- y se supone que tienes que hacer algo más en esta iglesia ?-

Se sentó en la pequeño escritorio y sirvió dos tazas de café, Ciel no dejaba de mirarlo y esto causo una sonrisa en el mayor.

- ellas dos murieron hace 5 meses en un accidente, así que tengo que hacerme responsable de la iglesia y tomar el papel de sacerdote de la comunidad-

Ciel bebió su taza con cuidado, le molestó que tanto tiempo el estuviera durmiendo mientras su amante ya vivió tantos años solo y sin su compañía.

- y esa muchacha rubia que estaba contigo es...-

- es sólo una molesta vecina...Vive a una calle  cerca de aquí y viene cada vez que puede para pedir salir conmigo, aunque le respeto no me agrada mucho que digamos-

Levantó los hombros en señal de indiferencia, Ciel desvío su mirada y se quedó callado, los celos le penetraban muy profundo más por el motivo de pasar tantos años separado de el.

- y tu pequeño no me dijiste como te llamas y que haces aquí -

- yo...Me llamo Ciel, estoy perdido y me aleje de alguien muy especial para mí...Sigo buscando donde encontrarlo-

Su mirada se lleno de tristeza causando un silencio en el cuarto, el mayor sintió una gran nostalgia que le invadió de momento dejandolo pensativo.

- puedes dormir aquí mientras encuentras a esa persona que buscas, no tengo inconveniente además no puedo dejar a un niño vagar solo-

- no soy un niño, se cuidarme solo y no necesito tu ayuda -

- claro, claro pero si te dejo ir con este frío dios no me lo perdonaría así que de favor quédate y mañana decides bien ?-

Ciel suspiro profundo y acepto la invitación, aparentaba fastidio pero en el fondo deseaba quedarse y saber más de el y entender que podía hacer para recuperar sus memorias.

El mayor acomodo la cama y arropó unas cobijas en el suelo, dejo que Ciel durmiera en su cama y el se acomodo en la pequeña cama acondicionada en el piso.

- buenas noches Ciel -

- buenas...noches sebastian-

Toda la cama tenía su aroma, el mismo olor que tenía años sin sentir cerca, su embriagante aroma llenaba sus fosas nasales, miro de reojo y Sebastian dormía tranquilamente acurrucado con la manta de felpa.

Una sensación lleno su corazón, quería bajarse y abrazarlo, besarle y gritarle idiota como siempre lo hacía, pero tenía que resistir hasta que el recordara. Sin darse cuenta su cuerpo comenzó a excitarse y le dió vergüenza, con su mano sujeto su miembro y con un ritmo pausado se masturbo en silencio inhalando el aroma de la almohada, toda impregnada al sutil olor de su amado.

Aumento el ritmo de arriba abajo, como deseaba poder sentir nuevamente a su amante dentro de el, recordar esas noches placenteras de total entrega, pero debía aguantar si deseaba recuperarlo, le dió pena pero no aguanto el placer de hacerlo mientras tenía a unos centímetros a ese hombre que tanto amaba.

- ahh...-

Un ligero gemido apretando sus labios, dejo salir unas gotas de su fluido entre su mano, rápidamente se dió vuelta para ver si el mayor no había despertado, suspiro profundo al verlo dormido y se limpió con su misma camisa.

No quería dormir pero poco a poco le fue venciendo el sueño, aunque aún le preocupaban muchas cosas se sentía aliviado al saber que su querido demonio estaba durmiendo en el mismo cuarto.

No quería dormir pero poco a poco le fue venciendo el sueño, aunque aún le preocupaban muchas cosas se sentía aliviado al saber que su querido demonio estaba durmiendo en el mismo cuarto

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Hasta La EternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora