Aquella mañana de domingo, Albus llegó al Gran Comedor a la hora del correo. Se sorprendió mucho al ver que solo unas pocas lechuzas habían llevado sus mensajes. Lo atribuyó a la enorme nevada que había caído esa noche, y que muchas de ellas no habrían podido enfrentarse a semejante tiempo.
Se sentó en la mesa de Slytherin, deseando que sus padres no hubieran decidido mandarle a Deepy con una carta la noche anterior; pues la lechuza era tan pequeña que la más mínima corriente de aire era suficiente para desviarla de su rumbo.
Acababa de comerse su tercera tostada cuando Erik Finnigan se levantó de la mesa de los leones y se acercó a él.
-Parece que esta noche no va a ser posible que nos enfrentemos en el Bosque Prohibido; han cerrado las puertas del vestíbulo para que no entre nieve -dijo-. Pero que conste que el duelo sigue en pie.
-Lo podemos hacer después de las vacaciones de Pascua, que ya hará mejor tiempo -dijo Albus, que quería retrasar el duelo lo máximo posible.
-Yo estaba más bien pensando en utilizar alguna de las aulas vacías del segundo piso..., pero supongo que te dará miedo enfrentarte a mí -comentó con una sonrisa de medio lado.
-¡No! -se apresuró a contestar Scorpius-. Solo que no quiere destrozar alguna sala de clase... Entiendo que tú no estés preocupado, pues no creo que sepas hacer algo más que chispas con tu varita...
Albus agradeció mentalmente la intervención de Scorpius.
Erik le quitó la agenda a Debborah Boots, que estaba sentada al lado de Scorpius, y miró el calendario:-De acuerdo... -dijo-. El siete de mayo, a medianoche, detrás de la cabaña de Hagrid. Supongo que por esas fechas ya hará buen tiempo. Que no se te olvide, Albus. Y no tengas miedo a perder; no se puede retrasar lo inevitable -añadió antes de irse de volver a la mesa de Gryffindor.
-Por lo menos ahora tenemos más tiempo para practicar... -le dijo a Scorpius mientras sacaba su agenda para apuntar la fecha del duelo.
...
Durante los casi tres meses que faltaban para la fecha del duelo, Albus estuvo aprendiendo nuevos hechizos sin parar, hasta el punto de que había llegado a sacar solo medio punto menos que Rose en Encantamientos. El resto del tiempo estuvo entrenando sin parar al quidditch, ya que si Gryffindor perdía por más de cincuenta puntos el siguiente partido; y Slytherin ganaba a Hufflepuff, podrían ganar la copa de quidditch por primera vez en más de diez años.
Como suele pasar, por mucho que uno quiera alejar en el tiempo una cosa, al final acaba llegando; y eso fue lo que sucedió con su duelo con Finnigan. Antes de que se quisiera dar cuenta, las vacaciones de Pascua llegaron y se acabaron; y pronto el siete de mayo estuvo a la vuelta de la esquina.
Pese a que Rose no estaba muy de acuerdo con ese duelo, había decidido acompañarlos, por lo que quedaron en el vestíbulo a las once y media para ir hacia la cabaña de Hagrid.
Albus, Rose y Scorpius abrieron sigilosamente las enormes puertas del castillo, y corrieron lo más rápido que pudieron hasta la cabaña del guardabosques, que estaba inusualmente silenciosa, por lo que supusieron que Hagrid habría ido al bar esa noche.
Se quedaron quietos hasta que vieron las siluetas de Erik Finnigan y Jason King corriendo por los jardines iluminados por la luz de la luna creciente.
Todos juntos llegaron hasta un pequeño claro cerca de las lindes del Bosque, y allí Albus y Erik se pusieron en posición de duelo. Erik pronunció el primer hechizo cuando Albus vio algo que lo distrajo, y apenas pudo esquivar el rayo de luz morada que provenía de la varita de su contrincante.
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Albus Potter
Fanfiction¿Qué potterhead no ha oído hablar de Albus Potter? ¿Quién no se preguntó después de acabar el epílogo de Las Reliquias de la Muerte qué le pasaría en Hogwarts? ¿Cómo sería el colegio con tanto primo merodeando por ahí? Si alguna vez te has planteado...